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viernes, 22 de enero de 2021

MUJERES REPRESALIADAS DE MENDAVIA (y III)


Totalmente actualizado. Aquí:

https://memoriamendavia.blogspot.com/2021/03/las-mujeres-en-la-memoria-historica-de.html

Algunas entradas anteriores de mi blog habían estado dedicadas a la memoria de las mujeres de Mendavia que quedaron viudas por la represión del año 1936, a las madres que perdieron a sus hijos, o a las mujeres que promovieron expedientes en Estella con la intención de clarificar la situación de sus familiares asesinados; en alguna otra entrada del blog menciono mujeres que sufrieron represiones en carne propia. Pueden revisarse en los enlaces que facilito:

https://memoriamendavia.blogspot.com/2017/03/en-memoria-de-ella.html

https://memoriamendavia.blogspot.com/2019/12/hermanas-mendaviesas-que-perdieron-sus.html

https://memoriamendavia.blogspot.com/2020/06/las-62-viudas-de-la-represion-en.html

https://memoriamendavia.blogspot.com/2020/09/la-maestra-mendaviesa-blasa-valerio-y.html

Me propuse en las dos entradas anteriores, de este mes de enero 2021, sistematizar algunas de estas situaciones represivas.

https://memoriamendavia.blogspot.com/2021/01/mujeresrepresaliadas-de-mendavia-i-las.html

https://memoriamendavia.blogspot.com/2021/01/mujeres-represaliadas-de-mendavia-ii.html

Con esta entrada cierro el capítulo:

Represiones económicas y otros abusos contra mujeres, durante la guerra y postguerra

 Hago mención de varios grupos de mujeres que sufrieron otras formas de represión. El conjunto da una idea de los sufrimientos que vivieron las familias de Mendavia, principalmente la que tenían alguna simpatía por la izquierda, o eran familias de jornaleros y pequeños propietarios de tierras. Me fijo aquí, con más detalle, en lo que estos sufrimientos entrañaron para las mujeres.

Viudas, que se vieron forzadas a emigrar, con sus hijos

Mª Cruz Villarreal Fernández, viuda de Martín Artola Morrás, salió con sus hijos a Bilbao.

Máxima Úzqueda Aramendía, viuda de Apolinar Maiza García, marchó a Vitoria con su hijo.

Pascuala Cenzano Lecea, viuda de Pedro Martínez Armendáriz, emigró a Donosti con sus cuatro hijos.

Antonia García, viuda de Blas Sádaba, emigró a Donosti.

Filomena Urquizo Sainz, viuda de Prudencio Cámara Ripa, emigró con sus hijos a Donosti.

Fabiana Suberviola Elvira, viuda de Vicente S. Fernández Guruzaga, salió del pueblo con su hijo hacia el Norte de Navarra (Izalzu).

Teófila Mangado Esteban, viuda de Carmelo Rada Romero, fue a vivir a Lerín con sus dos hijos.

Fermina Cenzano Ganuza, viuda de Francisco Lecea Sancho, se fue a vivir a Burgos con dos hijos.

Caya Sádaba Elvira, viuda de Lorenzo Urquizo Sainz, salió del pueblo, y a los pocos años se fue con su hija a París.

Marcelina Suberbiola Ocáriz vendió el solar de El Calvario a uno de sus familiares, de apellido Ordóñez; el 1-7-1946 inscribió en el registro de defunciones de Mendavia la muerte de Teófilo (fol. 26, 55); tomó a su hija y emigró a Cataluña. Dos hermanas de Teófilo salieron del pueblo: Guadalupe, a La Coruña; y Adela, a El Busto. 

Hijas de represaliados, que también emigraron

Mari Carmen, hija de Caya Elvira Salcedo y Pedro Campos González (asesinado) emigró a Argentina.

Felicidad Salmantino, hija de Rolindes y Cesáreo (asesinado) emigró a Brasil en 1963.

Son tan solo algunos nombres entre las mujeres que se vieron en la situación de salir de Mendavia.

Niñas exiliadas

Está accesible en las redes el Annexe 1: Liste des enfants qui ont séjournés à la Citadelle de Saint-Jean-Piedde-Port entre juin 1937 et avril 1939. De acuerdo a esta lista se conoce el nombre de dos niñas mendaviesas, que pasaron la frontera, sin sus padres, y llegaron a la ciudad francesa de Saint-Jean-Piedde-Port el día 24/06/1937: Ardaraz Manso Josefina, de 13 años; y Ardaraz Manso Pilar, de 10. Se da como fecha de salida de la segunda el 13/08/1937. El apellido Ardaraz no se reconoce como típico mendaviés en esa fecha, pero sí navarro, mientras que el Manso sí era mendaviés; es posible que el padre de las niñas no fuera de Mendavia, aunque la madre probablemente lo fuera.  No he podido recoger testimonios sobre este exilio de niñas.

Represión económica

Mujeres de izquierda que regentaban bares o tiendas sufrieron particulares represivos de índole económica:

Agustina Sagasti Martínez, viuda de Martín Elvira,  hubo de afrontar la subasta de sus bienes, como consecuencia del expediente que le abrió el Tribunal Regional de Responsabilidades Políticas de Navarra, a su marido asesinado. En 1938, el juez de primera instancia e instrucción de Estella sacó a pública subasta sus bienes. El bar, sobre el que pesaba una deuda, no se subastó, así que pudieron recuperarlo más de una década después con la ayuda de su yerno Anastasio Gonzalo (Tasio).

María Subero Campos, viuda de Marcos García, hubo de salir adelante con su trabajo en un bar arrendado y mediante el comercio, teniendo que soportar en el bar las ofensas de los mismos que habían detenido, torturado y asesinado a su marido. Así lo relata, por escrito, S., un familiar cercano: Por su parte, María siguió en el pueblo, se dedicó a criar a sus hijos, y arrendó un bar, el actual “Las Vegas”, organizando bailes en fiestas, partidos de pelota de jugadores profesionales, etc. Ni que decir tiene que, durante años aquellos, quienes hicieron la represión en Mendavia pasaban por el bar sin el menor remordimiento y con chulería.

Hilaria Martínez Romero, casada con Ignacio Aramendía, tenía una tienda, que quitó durante la guerra, pues los “vencedores” se creían dueños de la mercancía. Ignacio era de izquierda y a punto había estado de fusilarlo. A su hija Julia la tuvieron encarcelada durante varios meses en Pamplona.

Represión religiosa: bautizos y matrimonios con presiones

Se recordará que en la Segunda República algunas familias decidieron  no bautizar a sus hijos, sino inscribirlos civilmente en los libros de Registro de Nacimientos.

Igualmente sucedió con respecto a los matrimonios. Hubo quienes realizaron matrimonios civiles, o incluso hubo algunos que prefirieron no realizar ningún acto formal de compromiso matrimonial, y comenzaron a vivir como pareja.

Muchos de los hombres implicados en estas decisiones fueron asesinados. Las mujeres sufrieron represalias y se vieron obligadas a bautizar a sus hijos o a casarse, si los maridos se habían salvado.

A la hija de Caya Elvira, nacida el 24-08-1936, la bautizaron a los pocos días, mientras el padre estaba preso en Estella.

De los hijos de María Ursúa, Carmen nació en 1934, y Ángel nació el 2-11-1936, cuando su padre estaba en la cárcel de Pamplona. El 6-11-1936 la madre fue presionada a bautizar a los dos niños.

El hijo de Máxima Úzqueda, Javier, había nacido el 3-12-1935, y fue bautizado el 12-8-1936. Su padre estaba preso en Pamplona.

El niño de Basi Suberbiola, Pedro, había nacido el 19-1-1934. Fue bautizado el 30-9-1936, mientras su padre estaba preso en Logroño.

Fabiana Suberbiola tenía dos hijos. Luis Carlos, el menor, nació en Mendavia el 30-6-36, y fue bautizado el 6-8-36, mientras su padre era perseguido por la Sierra de Ocón. Este niño murió el 22-7-1937, con un año de edad.

Los dos últimos hijos de Gregoria Martínez, nacidos el 18-4-32 y el 8-8-35, fueron bautizados el 7-11-36, cuando su padre ya había sido asesinado.

El hijo menor de Ricarda González, Carmelo, nació el 16-7-1936 y fue bautizado, con el padre ya asesinado, el 31-8-1936.

La hija de Juana Fernández, Libertad, había nacido el 27-1-1934 y fue bautizada el 19-12-1936, cuando a su padre ya lo había asesinado. No le permitieron a Juana darle el nombre de Libertad. La bautizaron Romualda, como su padre –solo que en femenino-, y como su tía, madre de Laureano, quien murió luchando con los anarquistas.

El hijo de Presentación Ágreda, nombrado Tomás, nació en Mendavia el 22-10-1936, cuando ya su padre había sido asesinado. El niño fue bautizado a los nueve días.

El hijo de Pascuala Cenzano, Pedro, nació el 18-11-1936, cuando su padre ya había sido asesinado. El niño fue bautizado a los tres días.

La hija de Rufina Suberbiola, María Pilar Ramírez Suberbiola, nacida el 7-12-1936, fue bautizada en Mendavia el 21-12-1936, cuando a su padre ya lo habían matado.

Tomasa Sagasti Úzqueda, Rosario Salvatierra Rubio, Dolores Elvira Navarro, Magdalena Cenzano Valerio y Saturnina Caspe González, entre otras mujeres de izquierda, con los maridos presos, escondidos o en el frente, también tuvieron que bautizar a sus hijos entre agosto y octubre  de 1936. Magdalena tuvo que cambiar el nombre del niño, pero la resistencia familiar se impuso. Siempre lo llamaron Germi, hasta hoy.

Gabina Verano Ordóñez estaba casada con Manuel Lecea Sancho y tenían siete hijos: Víctor, José Luis, Elisa, Julio, Teresa, Blas y Rosa. Su hija menor, Rosa, había nacido el 15-3-1936 “gravemente enferma”. Fue bautizada, casi un año después, el 20-2-1937.

Una ficha del Fondo Jimeno Jurío, recoge una lista de 25 bautizos entre agosto y diciembre de 1936, en buena parte forzados, y buen número de ellos “tardíos” (19 con más de un mes de diferencia respecto al nacimiento, cuando lo habitual entonces era hacerlos a los dos o tres días).

Sobre Lorenza Sagasti Alegría, cuyo hijo/a fue bautizado en octubre, se sabe algo de sus cuñados Cayo, Primitivo y Teófilo. Cayo Sainz González (n. 1884, hijo de Luis y Matilde), era propietario una taberna en la calle La Virgen. Consta, en Boletines del Estado, un herido mendaviés, dado de alta en enero de 1939 y puesto a disposición del General Jefe del Ejército de Levante: el sargento don Primitivo Sainz González, del Regimiento San Marcial 22, alta del Hospital de Logroño y residente en Mendavia. Firma el General Luis Valdés Cavanillas, en Burgos, a 27-1-1939. Había sido reclutado el 16/8/1936. Tenía 27 años. Era soltero y obrero industrial. Su hermano Teófilo Sainz González fue reclutado el 4/2/1939. Y también fue apresado (http://www.euskalmemoria.eus).

https://www.boe.es/datos/pdfs/BOE//1939/031/A00566-00573.pdf

Un hermano de Lorenza estuvo en el frente, por los falangistas. Era Faustino Sádaba Alegría, casado, de 39 años, obrero agrícola.

Sobre Ana Arróniz y su marido José Fernández, cuyo hijo fue bautizado también en octubre, se conserva la ficha de combatiente de José Fernández Suberviola,  de 30 años, casado, obrero agrícola, con 1 hijo, en el frente desde el 12-04-1937, reclutado para la operación militar de alto riesgo sobre Bizkaia. 

Sobre Francisca Ochoa Sainz y su marido Félix Romero Elvira, cuyo hijo fue bautizado también el 3-8-1936, habiendo nacido el 21 de mayo, se conserva la ficha de combatiente del hermano de Francisca, José Cipriano Ochoa Sainz, de 32 años, casado, con un hijo, e inscrito en la falange.

Guadalupe Armendáriz Ocáriz estaba casada con  Máximo Romero Maiza, de 34 años. Su hija, Mª Ildegarda, fue bautizada el 18 de septiembre de 1936; en su partida se anota: «Desaparecido rojos». Máximo se salvó de morir fusilado.

De los matrimonios civiles o uniones libres de los que existe algún testimonio, resultaron viudas por asesinato de sus maridos: Rufina Martínez, Inocencia Verano y Victorina Sádaba.

Por otra parte, Filo Cenzano, Vicenta Sainz y Rosa Ramírez fueron presionadas para casarse, además de haber sufrido otras represalias, tanto ellas como sus familiares.

Muertes tempranas de viudas y niños, aceleradas por la presión social

Gregoria Martínez Cenzano, viuda, murió pocos años después del fin de la guerra.

Caya Campos González, viuda, a consecuencia de la situación por la que pasó la familia, murió en 1947 a los 42 años (Pensamiento Navarro, 01-6-1947).

Lucía Sainz perdió a su hijo Julián Progreso, Fabiana Suberbiola a Luis Carlos, y Vicenta Sainz a su hijo B. Lenin. Francisca Alonso tuvo un aborto en los mismos días del Golpe.

Otros modos de presión psicológica

Valentina Hernández Verano y Francisca Sádaba Elvira, sufrieron el acoso de los falangistas. Después de asesinados sus maridos los falangistas siguieron vigilando la vivienda familiar de los Romero durante unos días más, preguntando por ellos para detenerlos. Entre los falangistas que pasaban estaban algunos de fuera del pueblo. Esto hacía presuponer a la familia que aún estaban vivos. Es muy probable que se tratara de una medida de intimidación y acoso a los sobrevivientes.

Francisca Sádaba Elvira, entre otras viudas, recibió unas cartas en inglés, de remitente desconocido y de tono muy general, enviadas desde Estados Unidos a varias mujeres de Mendavia entre 1os años 1949 y 1950, hicieron albergar la esperanza de que tal vez sus maridos estuvieran vivos, pero su interrupción brusca y la relectura cuidadosa de los textos recibidos, les quitó esta idea. Parece más una treta del gobierno de Franco para hacerles desistir de las búsquedas, y hacerse propaganda de “generoso”, pues junto a las cartas enviaban alguna comida. 

Represión legal

Felisa Elvira Arróniz, viuda de Pedro Salcedo para librar de la mili a Antonio, su hijo menor, por los años 50, necesitaba el acta de defunción. A pesar de que debía pagar al cementerio de Logroño anualmente por el derecho del terreno de su marido asesinado, no les emitían tal acta. De la cárcel les negaban la información sobre la fecha de salida. Y en el Registro Civil de Logroño no aceptaban la posibilidad de incluirlo. Finalmente, tras la muerte de Franco, lograron registrar la defunción presentando los recibos de los pagos realizados al cementerio. El hijo menor recordaba haber sido rechazado en el Auxilio Social que se abrió en el pueblo para atender con comida a los niños más necesitados.

Similar situación vivió María Subero Campos. Relata un familiar cercano, S.:

Uno de los grandes problemas que creó a la familia el desdén institucional hacia los represaliados, al paso de los años, fue cuando el hijo de María, José, entró en quintas para realizar el servicio militar. Quisieron presentar que José era hijo de viuda para poder librarse de la mili, pero no constaba en ningún sitio que su padre hubiera fallecido o desaparecido. Sin embargo, gracias a la actitud fuerte y luchadora de María, José se libró del servicio militar.

Represión laboral

En otras entradas se ha detallado la represión laboral que sufrieron las maestras Rafaela Álvarez de Eulate, Esmeralda Llorente y Blasa Valerio. Rafaela era hermana por parte de madre del telegrafista José Bello García asesinado en Viana en los días de la república. Al igual que a la maestra Esmeralda Llorente Dueñas (de Logroño, nacida en 1900, casada con el industrial zapatero Florentino Alonso, y madre en 1922, y a quien le había sido asignado el cargo de maestra de Mendavia en 1934) fueron obligadas a ratificar el Manifiesto de adhesión Patriótica. En 1937 Esmeralda Llorente pide excedencia y es sustituida en su cargo. Rafaela Álvarez de Eulate García, fue “desterrada” a Zaragoza. Puede regresar a Mendavia tras participar el concurso de consortes que se abre en Mendavia (Madrid, 26 de junio de 1945). Así, pasa de Escatrón (Zaragoza) a Mendavia, en párvulos. En 1934, su esposo Amadeo Díaz Piñán había sido nombrado como maestro por concurso de consortes; once años después es Rafaela la que puede regresar al pueblo por ese tipo de concurso.

https://www.boe.es/datos/pdfs/BOE//1945/293/A02443-02446.pdf

https://www.boe.es/datos/pdfs/BOE//1945/180/A05387-05391.pdf

Sobre la represión, encarcelamiento y sanciones económicas, que sufrió Blasa Valerio, me he detenido en una entrada que arriba señalo.

Añado otro caso, y es el referido una mendaviesa encarcelada en la postguerra. Juana Aragón Arina; de treinta y un años, casada, hija de Justo y de Jacinta, natural de Mendavia, Vecina de Bilbao; procesada en causa 105 de 1949, por estafa. Con frecuencia aparecen los pobres, en la década de los cuarenta, y más si son de familias de izquierda, juzgados por robo u otros delitos económicos, y condenados con un rigor extraordinario. Aquí se trata de estafa. En el BOE se lee: “comparecerá en término de diez días ante el Juzgado de Instrucción número 1 de San Sebastián para ingresar en prisión”. Juana era hermana de Narcisa, mendaviesa, mujer del fusilado lodosano Narciso Barquilla. Es probable que fuera prestamista como lo era Jerónima “Mima” Arina Sainz, nacida y vecina de Mendavia, residenciada en la c. La Virgen; y abuela de un represaliado. Saturnino Arina y Juana Sainz eran los padres de Jerónima, Felipa, Blasa, Juliana… y probablemente Jacinta.

https://www.boe.es/datos/pdfs/BOE//1949/292/C02255-02268.pdf

También he encontrado en las redes el caso de Sabina Martínez Romero, no incluida en mis entradas anteriores, que fue apresada. Era natural de Mendavia y residenciada en Logroño (http://www.euskalmemoria.eus). No tengo más información sobre ella. ¿Sería hermana de los Martínez Romero represaliados en Mendavia?

También en http://www.euskalmemoria.eus aparece como apresada Dionisia Subero Suberbiola ¿Hermana del músico de Mendavia, Serafín?

Se podrían agregar algunos casos más, como la negación o retraso de pensiones de viudez u otros beneficios económicos, situaciones de las cuales me he hecho eco en otras entradas de mi blog. O este otro caso al que no me he referido aún: hijas o viudas de represaliados que fueron conminadas, más o menos violentamente, según los casos, a casarse con falangistas. No para todas, ciertamente, la suerte fue la misma. La presión de la situación económica fue un importante factor en la toma de estas difíciles decisiones que la vida les ponía por delante.

Pero no me alargo más. Son suficientes las muestras de los modos represivos más frecuentes y notorios vividos por las mujeres de Mendavia, que permiten dejar constancia del panorama de injusticia, crueldad y maltrato hacia las mujeres, particularmente las más pobres, o más cercanas a la izquierda política, que marcó esta época en el pueblo. Queda claro que se trató de una perversión sistémica y no de casos aislados o aleatorios; cada hecho reportado hizo parte de un engranaje profundo de exclusión, invisibilización y silenciamiento, que marcó especialmente los años de la guerra y la primera década de la postguerra.

jueves, 14 de enero de 2021

MUJERES REPRESALIADAS DE MENDAVIA (II)

Totalmente actualizado. Aquí:

https://memoriamendavia.blogspot.com/2021/03/las-mujeres-en-la-memoria-historica-de.html


Detenciones en Mendavia y cortes de pelo a cero, 1936

Continuando con el artículo iniciado en:

https://memoriamendavia.blogspot.com/2021/01/mujeresrepresaliadas-de-mendavia-i-las.html

me detengo en otros pormenores de la represión de las mujeres mendaviesas:

Otro grupo de mujeres mendaviesas no sufrieron la prisión prolongada, pero existen testimonios de su retención en Mendavia y de sus cortes de pelo.

Lina Verano Cenzano, nació el 24-9-1869 en Mendavia, hija de  Andrés Verano Etayo y Ciriaca Cenzano Sádaba. Casada en Mendavia el 9-12-1890 con Felipe Hernández Fernández, era madre de Víctor Hernández Verano, jornalero y afiliado a la UGT, asesinado, fue una de las que les cortaron el pelo a cero (Colectivo Altaffayya). Lina era también madre de Valentina.

Valentina Hernández Verano nació en Mendavia. Estaba casada con Víctor Romero González y tuvieron 2 hijos (Luis y Pilar). Vivían en la calle Beraza 118. Víctor era jornalero y pertenecía a la UGT. Fue asesinado en torno al 25 de julio 1936, en término de Mendavia. A los pocos días, Valentina, con el marido recién fusilado, estaba haciendo las labores del campo, cuando vio venir una persona con la cabeza cubierta y vestida de negro. Pensó que sería algún cura. Al acercarse reconoció a su suegra Inocencia, con la cabeza rapada, que venía llorando. Al intentar consolarla, esta le dijo: No lloro por mí sino por ti, porque mañana tienes que presentarte al cuartelillo y te harán lo mismo. A Valentina Hernández Verano le mataron al marido, al hermano (Víctor) y a dos cuñados (Telesforo y Fermín). Valentina murió en el pueblo, en un accidente. Un hijo de Valentina (Luis) se fue a Canadá. La hija, Pilar, se quedó en Mendavia. 

La suegra de Valentina a quien habían rapado era Inocencia González Peña, hija de León González y Benigna Peña, casada con Constancio Romero Ordóñez. Tres de sus hijos fueron asesinados. La familia Romero González fue una de las que más represalias sufrió. Inocencia vivía en la Calle Arriba (Primicias). Inocencia González y Valentina Hernández fueron algunas de las mujeres a las que las hicieron ir al cuartelillo, les cortaron el pelo, y con toda probabilidad las injuriaron y les obligaron a tomar aceite de ricino. 

Melchora Quijera Suberbiola (n. 1902), hija de Ángela y Ezequiel Quijera, estaba casada con Guillermo Canillas Romero y tenían tres hijos: José, Marina y Felisa. Vivían en calle Beraza. A Melchora le cortaron el pelo a cero y debía presentarse en el cuartel recibiendo ofensas incontables. Le mataron al marido y a dos hermanos. Melchora fue mujer valiente, que mantuvo la memoria viva de las injusticias sufridas. El Fondo Jimeno Jurío ofrece los testimonios de M.Q., recogidos en septiembre de 1979.

Uno de ellos con respecto a los terrenos socializados en Imaz: Mi marido venía contentísimo cuando venía de trabajar de allá. Decía: ¡Tenemos un fruto! No sé qué va a salir allí. Eso era de Jiménez; pero hicieron un contrato, lo pasaron por la ley. Todos los que estaban reunidos en la Sociedad bajaban a trabajar, por lista, a regar, hedrar, se avisaban. Iba a ser para todos.

En otro, detalla la detención de su marido: Escaparon y volvieron a casa un día Guillermo y S.M.; aquí estuvieron unos días sin darse a ver a nadie. Marro se salvó. Estuvieron doce o quince días. Yo les daba de comer y, “No os asoméis, no os asoméis”, les decía. ¡Era tanto el miedo que teníamos! Bajé a decirle a la madre de Segundo que no se preocuparía, que estaba aquí, pero que no subiría para que nadie sospechara nada. La mujer se conformaba con los recados que yo le bajaba.

Era el tiempo que estaban trillando; mi padre se encontraba trillando él solo en la era, y a Guillermo no le sufría la paciencia. lo veía al pobre hombre agotau, sin ayudas, él solo… y salió a ayudarle a la era. Lo vio un vecino que habían sido toda la vida amigos, y enseguida bajó al cuartel a dar conocimiento. Subieron y se lo llevaron. Los sacaron de la cárcel de Mendavia, los montaron en un camión y los llevaron, con Marino, Lorenzo Lecea, el Rubio, Eustaquio el de la Carlota. Llevaron a siete ese día. Los mataron en término de Urbiola y Luquin, debajo de una higuera, en el campo, al lado de la carretera.

Y agrega: los falangistas del pueblo fueron a las casas de los detenidos a que les daríamos ropa y dinero, porque los llevaban a Pamplona. Les dimos ropa y dinero, y en el camino los mataron. Eran del pueblo y vecinos, los que los mataron. Uno de ellos había sido amigo de toda la vida de Guillermo y vino a su casa a pedir. La esposa de Guillermo (sic) les dio un traje de pana nuevo, porque es lo que más aguanta sin mancharse ni romperse, una manta nueva de cama, pa dormir, porque ya refrescaba, y todo el dinero que tenía. Me quedé sin nada. Total, dinero y ropa pa ellos. 

Las hermanas María y Julia Martínez González fueron rapadas por los falangistas en 1936. Eran hijas de Constancia González Luri y Basilio Martínez Ordóñez. Detuvieron a su tío político Bruno Quijera, cuñado de Basilio, y a los pocos meses lo mataron. María y Julia vivían en la Villa y tanto Constancia como sus hijas pudieron presenciar la violencia de las sacas en camiones desde la cárcel-Ayuntamiento del pueblo, a fusilar, al Tercio Sanjurjo, o a las cárceles de Pamplona o Estella. María se casó con Venancio Sainz, que en ese entonces escribía en prensa y era de tendencia comunista. La detención de las dos hermanas pudo estar relacionada con sus vínculos con Bruno y con Venancio.

El Colectivo Altaffayya menciona entre las “rapadas” a Pascuala La Tina. Se trata de Pascuala Cenzano Lecea (n. 1907), nieta de Florentina Tiberio (Tina). Pascuala era hija de Isidora Lecea Tiberio y Antonio Cenzano Zalduendo. Estaba casada con Pedro Martínez Armendáriz, y tenían cuatro hijos: Luis, Angelita, Jesús y Pedro. Pedro, el menor de los hijos, nació el 18-11-1936, cuando su padre ya había sido asesinado. Pascuala y Pedro, con sus hijos, vivían en la calle Beraza. Pedro era sereno y miembro de la UGT. Fue apresado en la cárcel de Estella y fusilado en Villatuerta el 07/09/1936. Durante los meses de la detención de Pedro, Pascuala estaba embarazada, y fue sometida a ese trato injuriante, con intención de doblegarla y silenciarla.

Florentina Ursúa Mateo (Tina) también está entre aquellas a las que cortaron el pelo a cero. Era hija de José Mª Ursúa Samaniego y Dorotea Mateo Ganuza. Su padre, José María, había muerto el 16 de octubre de 1918 en la conocida epidemia de gripe española, a los 39 años. Su madre Dorotea tenía una panadería registrada, en 1929-1930. Era prima carnal de Ángel Alegría Mateo, asesinado en el campo de concentración de Gusen, en 1942. Pedro, hermano de Florentina, fue sacado a fusilar el 29 de julio de 1936. Su hermano Jesús fue enviado forzoso al Tercio de Sanjurjo. La acusación de haber cortado campos sembrados que hicieron a sus hermanos, vino aparejada con la represión que sufrieron las mujeres de la familia, en particular Tina, que fue conducida al cuartel para ser rapada e injuriada. Tina se casó más tarde con Ángel Elvira. Ella y su madre se dedicaron a la matanza de cerdos y fábrica de embutidos en las casas del pueblo.

Victorina Marañón Alonso, nacida en Mendavia, hija de Prudencio Marañón Hernández y Carmen Alonso Valerio, se cuenta entre las mujeres a quienes cortaron el pelo y sufrieron represalias. Cuando Félix Aznal salió de la cárcel, en libertad condicional, ambos se casaron (en 1940). Tuvieron una niña que murió a temprana edad, por lo que su padre, de nuevo encarcelado, ni la vio nacer, ni la vio morir. Luego tuvieron dos hijos más. A Victorina le mataron a tres hermanos. Su detención y maltrato es probable que estuvieran asociados a la militancia de su hermano Eleuterio en la CNT, y a los tiempos de su persecución y captura, que se dio a finales de julio. Eleuterio fue trasladado a la cárcel de Pamplona y sacado a fusilar a primeros de diciembre de 1936.

Vicenta Sainz Elvira (n. 1914) era hija de Julia y Pedro y estaba casada con León Sainz Zalduendo “Corera”. A Petra, hermana de Vicenta, le mataron al marido y concejal, Salvador Sancho. La persecución de Salvador trajo como consecuencia las represalias contra su hermana de Los Arcos, y contra su cuñada Vicenta. Además, León militaba en la CNT y había manifestado públicamente sus creencias. Su boda con Vicenta había sido civil y habían puesto a su hijo, nacido en junio de 1936, el nombre de Bladimiro Lenin. Llegado el Golpe de Estado, todo eso eran motivos para la represalia. La nieta de Vicenta, Asun Miquélez, testimonia: Mi abuela Vicenta se vio obligada en múltiples ocasiones a subir al cuartel para raparle el pelo, como escarnio público.

Otras mujeres conducidas al cuartelillo:

Julia Elvira, con sus hijas (Vicenta, Petra y Delfina) y con dos nietas pequeñas (Adora y Rosario), y Filo Cenzano (con otro niño pequeño), de las Eras de San Bartolomé, habían pasado al otro lado del Ebro al llegar las fuerzas golpistas a Mendavia. Se refugiaron en la finca de San Martín. Al regresar de la finca, no sin antes haber sido recibidas con disparos, las detuvieron e injuriaron. Al tener niños pequeños las soltaron. Aunque las hicieron presentarse más tarde al cuartelillo.

Dos hermanas Suberviola Cadarso, Benita Sainz La Parda y Basi Moreno La Castellana, durante esos mismos días habían salido hacia los montes del secano. Allí las atraparon, las llevaron al cuartelillo y las sometieron a ofensas. 

Corte de pelo a cero, de algunas mujeres mendaviesas

 

 

 

 

Padres

Notas

1

Verano

 Cenzano

Lina

Andrés-Ciriaca

 

2

Hernández

Verano

Valentina

Felipe-Lina

 

3

González

Peña

Inocencia

León-Benigna

 

4

Quijera

Suberviola

Melchora

Ezequiel-Ángela

 

5

Martínez

González

María

Basilio-Constancia

 

6

Martínez

González

Julia

Basilio-Constancia

 

7

Cenzano

Lecea

Pascuala

Antonio-Isidora

La Tina, nieta de Florentina

8

Ursúa

Mateo

Tina

José María-Dorotea

 

9

Sainz

Elvira

Vicenta

Pedro-Julia

 

10

Marañón

Alonso

Victorina

Prudencio-Carmen

 

viernes, 8 de enero de 2021

MUJERES REPRESALIADAS DE MENDAVIA (I)

Totalmente actualizado. Aquí:

https://memoriamendavia.blogspot.com/2021/03/las-mujeres-en-la-memoria-historica-de.html


Las catorce encarceladas de Mendavia, 1935-1939

Algunas entradas anteriores de mi blog han estado dedicadas a la memoria de las mujeres de Mendavia que quedaron viudas por la represión del año 1936, a las madres que perdieron a sus hijos, o a las mujeres que promovieron expedientes en Estella con la intención de clarificar la situación de sus familiares asesinados; en alguna otra entrada del blog menciono mujeres que sufrieron represiones en carne propia. Su memoria de lucha, resistencia y dignidad nos hace bien en los tiempos que corren. Pueden revisarse en los enlaces que facilito:

https://memoriamendavia.blogspot.com/2017/03/en-memoria-de-ella.html

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En esta entrada hago memoria más sistematizada de las que sufrieron privación de libertad y maltratos corporales. Aunque no son muchos los testimonios directos obtenidos, se pueden recoger organizadamente las informaciones de que se dispone actualmente. Entre julio y diciembre de 1936, principalmente, se sucedieron diversas humillaciones a las mujeres de izquierda. Cortes de pelo a cero, forzamiento a beber aceite de ricino, y a pasear por el pueblo con la bandera de la Falange cantando el “caralsol”… Algunas más sufrieron abusos sexuales por parte de los carceleros para poder visitar a sus maridos… Así lo indican diversos testimonios, pero pocos ofrecen detalles particulares, por lo afrentosas de las situaciones. Tras la guerra siguieron los abusos y la represión económica, aunque no de forma tan directa y brutal sobre los cuerpos de las mujeres como en el año 1936. Presento, en primer lugar, dos situaciones sobre las que tiene alguna documentación mayor o múltiples testimonios: los encarcelamientos y los cortes de pelo a cero. Comienzo por dar rostro a aquellas mujeres que sufrieron prisión y que, en buena parte, junto con la prisión también sufrieron cortes de pelo y otras formas represivas. 

Julia Aramendía Martínez, nacida y residente en Mendavia, era hija de Ignacio e Hilaria. Ignacio Aramendía era miembro de la CNT; fue apresado en Mendavia y se salvó de la muerte por la fuerte intermediación de un hermano. Julia fue acusada de esconder armas y proteger a perseguidos. Julia era una mujer grande en tamaño y en fortaleza física y moral. Fue detenida y presa en el cuartelillo de Mendavia. Allí le cortaron el pelo. Su hermana le subía comida. A la semana la llevaron a Pamplona en un camión de Perfecto Ripa, uno de los concejales falangistas nombrados por los golpistas en el pueblo. La llevaban en la cabina. Un vecino siempre le agradeció su vida a Julia, pues en ese viaje no mataron a nadie para arrojarlo en la cuneta, como ya habían hecho en otras sacas, pues ella estaba de testigo. Les dio vergüenza frente a ella –decía. Los datos de ingreso y salida de la cárcel de Pamplona indican que Julia entró el 27/07/1936 y salió el 01/11/1936. Allí pasó, por tanto, más de 3 meses. En ese tiempo aprendió a leer. Tuvo como compañera a la Delegada de Educación de la República, Rosaura López Marquínez, emparentada con los Marquínez de Mendavia y con un sacerdote que finalmente les ayudó a salir (había en Pamplona dos sacerdotes, hijos de quien fuera alcalde de Mendavia Florencio Marquínez Elvira; Antonio Marquínez, de Mendavia, había estado de párroco en Sartaguda antes de la República; pudiera tratarse de uno de ellos). Julia contaba que durante el encierro tuvo el apoyo anímico de unas religiosas. Rosaura la orientó para que en las declaraciones se mantuviera firme y se resistiera a la presión. Con frecuencia le preguntaban que dónde tenía la pistola el novio (que era Víctor Elvira Martínez, hermano de los tres asesinados: Lorenzo, Cosme e Hilario). Ella negó en todo momento la existencia de tal pistola. Se le creó un Expediente (Nº 45) que se conserva en FDMHN_UPNA_EMG_APPP. 1936. Caja nº 1. Semestre 2º. Fue represaliado su primo Emiliano Aramendía (muerto), su novio y su hermana (perseguidos), tres hermanos de su novio (asesinados), su padre (detenido) y su madre (expoliada su tienda). 

Felipa Asurmendi Armendáriz, natural y vecina de Mendavia, era hija de Cipriano y Federica. Estaba casada con el alcalde Dionisio Salcedo Sádaba y tenían cuatro hijos: Javier, Ángeles, María Jesús y Carmen. Felipa Asurmendi fue una de las mujeres de Mendavia peor tratadas. Al estar su marido preso desde el mes de mayo, decidió bajar desde su casa en las Eras de San Bartolomé, n. 46, a la casa de su padre Cipriano, que era viudo (de Federica Armendáriz), y vivía en la Calle Doña Blanca (Barrio Fuerte), n. 56. A su marido no lo volvió a ver. Murió asesinado. Su hermano Juan fue llevado al frente el 16 de agosto de 1936. A principios del año 1937 también se llevaron a su hermano Felipe, que murió en el Frente Norte. Solo quedaron con ella su hermana Clara, su padre y sus cuatro niños. Los represores del pueblo iban a su casa a sacarla y ofrecerla al escarnio público. Su padre Cipriano salía con los cuatro niños, pero no por eso dejaban de golpearla. Luego la recogían sangrando y todo maltratada. “A mi madre le hicieron como al Señor” –cuenta Angelita. Los lugares de escarnio eran el cuartelillo, donde estuvo detenida varios días (allí estuvo con Julia Aramendía); en la calle La Virgen, entre el estanco y la cantina; la Plaza y la Carrera. Una vecina, Ángela Elvira, “mujer beata, de misa diaria” -dice un testimonio de la familia de Ángela-, que la vio siendo arrastrada y golpeada, exclamó: “¡Virgen de Legarda! ¡Que no se vea esto!”. Un hombre armado la amenazó: “Señora, métase para adentro y cállese la boca”. La llevaban en cierta ocasión por la Carrera, llenándola de golpes e insultos, cuando una mujer de derechas, familia del médico, viéndola en tan mala situación intervino y dijo: “hacedme a mí lo que le estáis haciendo a ella” -y la recogió en su casa obligando a su marido a curarla. Otro testimonio recoge el Fondo J. Jurío: “…la arrastraron por todo y la violaron, Hasta que fue una señora, la Carmen Unzu (¿), que ya murió, y les dijo: ¡Cobardes! ¡Marchad al frente y no le peguéis a una mujer!”. Así como estas mujeres intervinieron y hasta la protegieron, otras mujeres la ofendían, la maltrataban y se ensañaban con ella. Se afirma que en una ocasión la llevaron a la Barranca, y a punto estuvieron de fusilarla. Algunos años después, las familias de viudas con hijos comenzaron a recibir algunos pagos del Gobierno por cada hijo. La represión local se mantuvo con tal intensidad en los años posteriores que incluso privaron a esta familia de uno de los aportes por hijos huérfanos, que llegaban íntegros desde Pamplona y el cura párroco se encargaba de repartir. Pues bien, el aporte para una de las hijas no llegaba a la familia. Felipa se volvió a casar y tuvo tres hijos más. Dedicada al comercio entre pueblos, fue perseguida y hasta multada por vender alubias. Fue asesinado su marido. Y su hermano Felipe murió como soldado forzoso. 

Tres mujeres jóvenes de Mendavia fueron enviadas, en 1939, a la Prisión Provincial de Pamplona. Según señalan algunos testimonios, dos de ellas fueron detenidas en el pueblo por bañarse en el Ebro, en ropa íntima. Las encerraron en el cuartelillo, las raparon, y las enviaron a Pamplona. A las jóvenes, en especial a las de izquierda que consideraban más guapas, las cogían para cortarles el pelo –explica un familiar. El testimonio de otro familiar de Nicolás Armendáriz García, joven barbero, de 17 años, quien también estaba con ellas y fue apresado, señala que las llevaba de paseo en una barquilla por el río, cuando fueron detenidos. 

Silvia Martínez Martínez, hija de Jesús y Cenona Martínez Rada, era la mayor de las tres. Había nacido en 1916. A Silvia le abrieron el expediente Nº 384 y la retuvieron en la prisión provincial de Pamplona (FDMHN_UPNA_EMG_APPP. 1939. Caja Única). Silvia se casaría poco después con Eleuterio Cenzano Valerio, hermano de Francisco y Leonardo. Francisco fue preso y torturado. Leonardo, torturado y asesinado. Eleuterio había sido llevado al frente el 16-8-36, con 25 años de edad.

Aurora Martínez Martínez, prima de Silvia, había nacido en 1920, y era hija de Matías y Engracia, familia de carpinteros. Matías era hermano de Cenona Martínez de Falcón Rada. A Aurora le abrieron el expediente Nº 383 y la retuvieron en la prisión provincial de Pamplona. 

La tercera chica detenida fue Jacinta Rada Soto, mendaviesa, hija de Marcos y María. Con 17 años fue llevada a la prisión de Pamplona, ese mismo año 1939, y le abrieron el Expediente Nº 401. 

El Colectivo Altaffayya, en cuyo texto pionero: Navarra 1936. De la esperanza al terror, menciona algunas mujeres de Mendavia que padecieron represión, recoge el nombre de Rosa Ramírez Lizanzu como detenida en la cárcel de Estella, en los primeros meses tras el golpe de Estado. Un testimonio señala que fue apresada en Mendavia junto con Julia Aramendía, pero a Rosa la enviaron a Estella, mientras que a Julia la llevaron a Pamplona. No están claras las razones por las que se detuvo a Rosa en esta ocasión. Tal vez fuera por su relación con los Muguía, con cuya familia se cebaron los falangistas (Abdón Muguía era su marido); o tal vez para atrapar a su hermano Pedro. Rosa era hija de Manuel (quien años más tarde aparece residenciado en Buenos Aires) y Catalina (n. 1884), que siguió viviendo en el pueblo. Pedro, hermano de Rosa, jornalero inscrito en la UGT, fue pronto detenido en Mendavia, y enviado a Pamplona el 5 de agosto. Fue fusilado el 02-12-1936 en el Alto del Perdón. Parece ser que Rosa fue detenida de nuevo, a juzgar por la declaración de Adbón, cuando fue detenido. En el informe sobre Abdón que recoge González Gil, A. M., se lee que, cuando le correspondió su quinta, fue destinado al Batallón de Guarnición de Pamplona 338 y estando prestando servicio, desertó en los últimos meses de 1938 pasándose a Francia y de allí voluntariamente por la parte de Cataluña a la zona roja, donde estuvo hasta que fue hecho prisionero al liberar del todo la parte de Barcelona, por cuyo hecho la superioridad ordenó la detención de su esposa, la que ha estado detenida hasta que fue capturado.(Diccionario biográfico del socialismo histórico navarro, Pamplona, Universidad Pública de Navarra = Nafarroako Unibertsitate Publikoa, 2007, vol. 4, pp. 380-381).

Lucía Salcedo Ruiz, mendaviesa, hija de Anacleto Salcedo Gil y Antonia Ruiz Rada, fue apresada en la improvisada cárcel de Mendavia, en las escuelas de La Villa. A Lucía le cortaron el pelo, y les decía a sus familiares: me tuvieron detenida, pero “bajé entera”; confirmando de ese modo lo que había ocurrido a otras, que “no bajaron enteras” (eufemismo que esconde la posibilidad real de violación). Lucía trabajaba de modista para la familia Luco (a cuyo tronco pertenecía el alcalde Fermín recién impuesto) y por su intermedio la sacaron de la cárcel. Fue detenida junto con su esposo Hilario Díaz González, hermano de Emilio. Emilio fue detenido y asesinado. José María Salcedo Ruiz (n. 1874), hermano de Lucía, era el padre de Segundo Salcedo González, a quien también detuvieron y asesinaron. A Lucía le mataron un cuñado y un sobrino. 

Tomasa Verano Martínez, nacida en Mendavia, había sido apresada en 1936 en la cárcel de Estella (Colectivo Altaffayya). Probablemente buscaban a su marido, Julián Martínez Valerio, que se evadió a Francia. Al final de la guerra fue repatriado a España y, tras algún tiempo en la cárcel, ambos fueron a vivir a Nájera. A Tomasa también le mataron, a primeros de agosto, a su cuñado Félix Perrella García, casado con Loreta Verano Martínez. Y fue detenido un sobrino, Cayetano, hijo de Melitón Verano, a final del mes de agosto, por lo que pudo haber estado acusada de mantenerlo escondido. 

Aunque no vivía en Mendavia, anoto aquí a una mendaviesa que fue líder importante de la UGT de Navarra. Generosa Muguía Caspe (aparece en otros medios digitales con el apellido Murgía o Munguía), residente en Pamplona, había nacido en Mendavia el 17/06/1893. Era hija de Mateo y Patricia. Era miembro de la UGT y estaba afiliada a la Agrupación Socialista de Pamplona, siendo vocal del Comité Directivo de la Sección Femenina de la misma en marzo de 1936. Tras el golpe de Estado fue detenida permaneciendo en la prisión de Pamplona desde el 23 de septiembre al 10 de octubre de 1936. Su expediente se encuentra en el AGN, CAJA 43398, DFN, CAJ. 12500 [1936] [Presos Gobierno Militar]. Es reseñada en el Diccionario biográfico del socialismo histórico navarro (IV). Pamplona (Navarra): Universidad Pública de Navarra, 2019, pp. 478 y 479. Su hermano Fermín Muguía Caspe, nacido en Mendavia, afiliado a la UGT y residente en Pamplona, logró pasar a Francia, pero fue detenido en el Campo de Gurs. El padre de ambos, Mateo Muguía Martínez, era hermano de Evaristo, padre de Santiago, Marino, Julián, León y Abdón Muguía, los tres primeros asesinados, y los dos últimos presos. Eran primos carnales de Generosa. 

Anunciación Sancho Saéz (sic), mendaviesa, es mencionada en lista de encarceladas de la página web http://www.euskalmemoria.eus/. Allí se identifica como nacida en Mendavia y residente en Los Arcos. Indagando en el pueblo, pude establecer que se trata de la hermana del concejal Salvador Sancho Sainz. Anunciación se casó en Los Arcos, y en Mendavia es conocida su familia. Manuel Sancho y Juana Sainz eran sus padres. Lo más probable es que fuera encarcelada en Los Arcos o Estella en agosto de 1936. La causa de su detención pudo haber estado relacionada con la persecución que sufrió su hermano, escondido durante más de dos meses, hasta que fue asesinado en Álava en 1936. 

Blasa Valerio García había nacido en Mendavia en 1877, hija de Juan y Agustina. Con su título recién estrenado de maestra, graduada en Zaragoza, ejerció en el pueblo por un breve periodo (1900-1906). Tras diversos destinos se asentó como maestra en Torrevelilla (Teruel) donde conectó con el proceso de Escuela Moderna que se iba desarrollando en España. La revista La Asociación, del magisterio de Teruel incentivó los procesos de renovación pedagógica y de compromiso social. A ese colectivo que la dirigía se adhirió Blasa. Llegada la guerra, participó en la experiencia de las Colonias Escolares, en Cuenca. Su sobrina-nieta Pilar Martínez, nos había señalado que Blasa se casó con un maestro, y no tuvieron hijos; que, al terminar la guerra, ambos fueron detenidos y estuvieron en la cárcel; y que luego vivieron en Zaragoza. Se tiene constancia del maestro, compañero de Blasa en Torrevelilla, que fue detenido en 1939. Estoy por confirmar que él fuera su marido. En todo caso, es muy probable que Blasa sufriera un destino común con él. Tras sus años juntos en Torrevelilla y en el Palacio de Cuenca, se tiene información de la detención del maestro en 1939, el “Sumarísimo de urgencia por adhesión a la rebelión contra Andres Ferreruela, Pedro”, en el que se le condena a muerte, en Alcañiz (Teruel), con fecha de la sentencia del 1939/10/18.  Fue encarcelado en la Prisión Provincial de Zaragoza (Torrero), y trasladado a la Prisión Central de Burgos en 1941. Aunque aún no lo he podido documentar, es casi seguro que Blasa estuvo encarcelada, al menos, en Zaragoza. Blasa era hermana de la mendaviesa asesinada Martina Valerio, y era tía del también asesinado Tomás Martínez Valerio. 

Una joven que sufrió la prisión en Estella, en 1935, fue Victorina Sádaba Sainz. Nació en Mendavia en 1917, y era hija de Félix y Vicenta. En sus años de ancianidad, recordaba que, siendo muy joven, fue detenida en Mendavia y enviada a la cárcel por gritar: “Viva el comunismo”. Y que, como buena republicana, no se había casado por la iglesia con Ceferino.

Su detención la he encontrado referida en la prensa de la época, en algunos artículos de interés, que permiten dar unidad a los hechos. El primero es un artículo del semanario Trabajadores, del 28-4-1935, que relata lo sucedido en un enfrentamiento del 22 de abril de 1935. Extracto algunos fragmentos del conocido suceso, poniendo de relieve la participación de una mujer joven que grita: ¡Viva la república!

En la noche del 22 del actual, alrededor de las ocho y media de la noche un grupo de fascistas irrumpió en local taberna que el señor Verano tiene establecida en la calle de la Carrera, en actitud nada pacífica dando vivas al fascio que fueron contrarrestados con “abajo” y vivas a la República. Apaciguado este incidente con la presencia de una pareja de la guardia civil retirándose los fascistas, no tardando en reaparecer un número mucho mayor… Inopinadamente surge el primer disparo del grupo fascista… se repiten éstos hasta más de veinte, uno de los cuales fue a herir al vecino Germán Hernández… Cuando mayor era la algarabía de gritos, una muchacha irritada ante tal espectáculo contestó con voz vibrante con un viva la República y rápidamente el juez municipal, pistola en mano, se atrevió a intimidar a la muchacha, amenazándola primero y ordenándola después que subiría a la cárcel; y la muchacha, protestando ante dicha autoridad de los gritos fascistas y de su impunismo, creyó prudente hacer caso omiso de una autoridad que ella misma se desautorizada y continuó dando vivas a la República… El epílogo es el siguiente: Doce detenciones, de las cuales once son de elementos de izquierda…

Varios periódicos más reseñan los hechos, pero interesan especialmente algunas notas de El Pensamiento Navarro (20-6-35) y el Diario de Navarra (23 y 24-4-35; 16 y 20- 6-35), al dar informe de la Audiencia en tribunales, en las que son mencionados algunos de los implicados. Allí se reportan los gritos de “Viva el Fascio” y “Abajo Lerroux”. Y “Abajo el Fascio”, en la cuesta del Portillo. Anacleto González Verano y Pablo Leza Verano efectuaron disparos sin licencia. Julián Sainz Jalón y José María Jalón entraron con pistolas en la taberna… José Verano Campos, Fulgencio Elvira, Dionisio Salcedo Sádaba, Julián Angulo, Severiano Mateo, Leocadio Sádaba, Luis Sainz, Cesáreo Salmantino, Bonifacio Verano, Victoriano Sádaba, Segundo Martínez y Bernardino Romeo fueron detenidos y enviados a la cárcel de Estella. El 16 de junio se ve la causa contra once de estos mendavieses. Se les acusa de desorden público y posesión de arma de fuego. Son abogados defensores Borja, Goñi y Moreno. Declaran 52 testigos. Todos los acusados fueron liberados. Entiendo que el cambio del nombre de Victorina por Victoriano, sucede por no creer los redactores que fuera una mujer la acusada. Sin embargo, el apellido Sádaba despeja las dudas. Fue Victorina la mujer detenida. Así ella lo recordaba. Victorina formó pareja con el lodosano Ceferino Antón Zalduendo, y tuvieron una hija: Mari Santos (n. el 20-12-1936). Vivían en la calle San Bartolomé. Una nota al margen, en el registro de bautismo de Mari Santos indica: “Fusilado. No está casada” (Fondo J. Jurío). Efectivamente, Ceferino, jornalero y de la CNT, fue detenido, logró escapar y tras entregarse en Mendavia, fue fusilado a mediados del mes de agosto de 1936.  También fue asesinado uno los sobrinos de Victorina, hijo de su hermano Maximino. Victorina residía en la calle San Bartolomé. Se casó en segundas nupcias con Cándido Sádaba y llegó a vivir, en Mendavia, más de 100 años.

También he encontrado en las redes el caso de Sabina Martínez Romero, que fue apresada. Era natural de Mendavia y residenciada en Logroño (http://www.euskalmemoria.eus). No tengo más información sobre ella. ¿Sería hermana de los Martínez Romero represaliados en Mendavia?

También en http://www.euskalmemoria.eus aparece como apresada Dionisia Subero Suberbiola ¿Hermana del músico de Mendavia, Serafín?


Mujeres encarceladas de Mendavia (1935-1939)

Nacimiento

Prisión

Padres

Notas

1

Aramendía

Martínez

Julia

1915

Pamplona

27-7 a 1-11 1936

Ignacio-Hilaria

 

2

Asurmendi

Armendáriz

Felipa

1900

Mendavia

jul-sept 36

Cipriano-Federica

Mujer del Alcalde

3

Martínez

Martínez

Silvia

1916

Pamplona 1939

Jesús-Cenona

 

4

Martínez

Martínez

Aurora

1920

Pamplona 1939

Matías-Engracia

 

5

Muguía

Caspe

Generosa

17/06/1893

Pamplona 1936

23-09 a 10-10

Mateo-Patricia

Dirigente UGT

6

Rada

Soto

Jacinta

1922

Pamplona 1939

Marcos-María

 

7

Ramírez

Lizanzu

Rosa

1910

Estella 1936

Manuel-Catalina

 

8

Sádaba

Sainz

Victorina

1918

Estella 1935

Félix-Vicenta

 

9

Salcedo

Ruiz

Lucía

1905

Mendavia 1936

Anacleto-Antonia

 

10

Sancho

Sainz

Anunciación

1905

Los Arcos-

Estella? 1936

Manuel-Juana

Hermana de Concejal

11

Valerio

García

Blasa

1877

Zaragoza 1939

Juan-Agustina

Maestra

12

Verano

Martínez

Tomasa

1900

Estella 1936

Leonardo-Micaela