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lunes, 30 de diciembre de 2019

LA FINCA DE SAN MARTÍN, LAS TRILLADORAS DE VAPOR Y EL MÉDICO BENITO MORENO, EN MENDAVIA



Sobre el médico Benito Moreno Blanco se apunta en Esa es otra historia que estaba en Mendavia en 1909 y se da de baja en 1913 (pp. 68 y 70). Otras notas de prensa nos permiten ampliar la información sobre él.

Entre 1890 y 1895 recibe reconocimientos como alumno sobresaliente en el Instituto de Segunda Enseñanza de Logroño, especialmente en Geografía, Historia de España e Historia Natural (Diario La Rioja, 19-6-1890, 3-7-1890, 6-6-1895, 15-6-1895. Boletín Oficial de la Provincia de Logroño, 24-3-1891, 11-4-1891, 16-4-1892, 12-5-1892). En el Boletín es de nuevo nombrado el 12-6-1900, reconocido y declarado útil, condicionalmente.

En 1902 se asienta como médico en Rincón de Soto y realiza consultas para enfermedades de estómago y pulmones (La Rioja, 1902 diciembre 13). En diciembre de 1905 (día 16, La Rioja) la Secretaria de Instrucción pública de Logroño recibe su título Universitario.

En octubre de 1906 (noticia en La Rioja, día 24) da a luz su esposa en Soto de Cameros. Es médico titular allí. El 9 de enero de 1907 se anuncia una conferencia que dictará don Benito sobre “Viruela y vacuna”, en el pueblo de Soto. Entre marzo y agosto de 1908, anuncia en el diario La Rioja: “Consultas médico-quirúrgicas, enfermedades de la mujer”.

En 1909 es médico en Mendavia. El 21 de septiembre anuncia la venta de su carruaje tílburi.
En marzo de 1912 se comenta elogiosamente su intervención como especialista cirujano en una extracción de proyectil de la cabeza (“porción petrosa temporal”), realizada en Sevilla. En 1913 deja Mendavia.

En 1915 es médico en Bargota. El 25 diciembre se publica en La Rioja que es herido en Armañanzas, por arma de fuego, por el practicante Pedro Pérez Albéniz, sin consecuencias graves.

En febrero de 1916 es médico de Andosilla. En 1917 (junio 21) El Salmantino reseña su participación en una revista médica, con el artículo: “Los diez mandamientos de las madres”.

En 1919 es médico de Arnedo. El 1 noviembre, La Correspondencia de España, publica su nombramiento como Presidente de la Junta médica del distrito de Arnedo.

En el período 1902-1918 realiza diversas reseñas de prensa en el diario La Rioja: Una fiesta en San Martín (1902 julio 19), Una boda en Mendavia (1909 febrero 2), Nota en la defunción del director de La Rioja (1916 noviembre 6), Carta en favor de la publicación de un texto infantil (1918 febrero 8).

Interesa reseñar brevemente los dos primeros textos. El matrimonio entre el médico Máximo García Villamayor con María Luisa Goñi se realiza el 29 de enero de 1909 en Los Arcos, pueblo de la familia de la novia. El relator describe la ceremonia y detalla los participantes. Resalta la presencia del párroco de Mendavia, Francisco Noain, así como otros personajes de la aristocracia navarra y riojana. Emerenciano Merino, Inocencio Martínez y el autor de la nota, están también como invitados mendavieses.

Emereciano, propietario de la corraliza de Beraza; Inocencio Martínez Encinas, ejidista, jurado distrital en 1907 (p. 40, Esta es otra historia; El Eco, 28-04-1907). Don Máximo fue nombrado médico de Mendavia en 1918. Cumplió un triste papel en 1936 como miembro de la Junta de Guerra, al autorizar la incautación de 500 robadas de remolacha y 150 de maíz, entre otros cultivos, de “la colectividad marxista de Imas”, en expresión de la Actas del Ayuntamiento. (pp. 69, 70, 110, 122, 165 y 283, Esta es otra historia).

Hay un relato testimonial que es posible que esté referido a doña María Luisa Goñi. En 1936, llevaban en cierta ocasión por la Carrera a Felipa Asurmendi, mujer del alcalde Dionisio Salcedo, llenándola de golpes e insultos, cuando la mujer del médico, siendo de derechas, viéndola en tal mal situación intervino y dijo: hacedme a mí lo que le estás haciendo a ella, y la recogió en su casa obligando a su marido a curarla. Así como esta mujer la protegió, otras mujeres eran de las que la ofendían, maltrataban y se ensañaban con ella. (p. 181, Esta es otra historia).

En el otro artículo, el médico Benito elogia la vida de campo aunada a la vida moderna, la capilla y el culto a la virgen María, presentes en esa finca de San Martín. Don Benito asiste a los actos de la fiesta de la Virgen del Carmen, el 16 de julio de 1902, con misa y participación de varios vecinos de Mendavia y Arrúbal. Es el onomástico de la señora Carmen de Bretón, esposa del dueño de la finca, y ofrecen una comida para 14 invitados, incluido el relator. Al finalizar la comida, el dueño les muestra la trilladora de vapor recién traída de Estados Unidos, y una segadora atadora. Don Benito se despliega en la alabanza de los adelantos modernos.

En dos artículos anteriores de La Rioja, 1902 mayo 25 y 1902 junio 5, se relata el envío en tren y se describe la trilladora adquirida por Javier Bretón, importada por la casa Ahles y Compañía, de Barcelona. La tienen en ese momento en Agoncillo, con intención de utilizarla en las distintas propiedades del señor Bretón en Alfaro, Agoncillo y San Martín. Se comentan algunos detalles técnicos, se describen sus partes, y la necesidad de varios obreros, de 7 a 12, para ponerla en funcionamiento. Es alimentada a carbón, y es de marca Rushton Procter & Cª, modelo Annetude, adquirida a un costo de 9250 francos. Se afirma que solo hay dos en España, de este modelo. Justamente sobre esta marca de trilladora he sintetizado en Esta es otra historia (p. 25) unas conclusiones de Lana Berasain.

En 1910, en tan solo una pequeña región de Navarra, más de una docena de trilladoras Rushton Procter & Cª fueron abandonadas, ya que resultaban demasiado complicadas, requerían un mecánico experto para manejarlas y fueron consideradas no rentables. Muchas se ponían a la venta, a menudo tras solo un año o dos de uso, a la mitad del precio original, o menos aún.

En la página 30 hago referencia a los avances tecnológicos en el campo de Mendavia, y cito una trilladora con motor de 1928:

Respecto a los avances tecnológicos y productivos se pueden aportar algunos indicadores. Si en Mendavia en 1930 había 3.590 hectáreas de secano, según cálculos propios y datos anteriores, podrían estimarse en torno a 45 segadoras y 15 limpiadoras de cereal y grano (trilladoras y otras). Consta que en 1928 José María Modet disponía de una trilladora con motor.

Agrego aquí la de Javier Bretón, en 1902 y a vapor, que puede considerarse pionera en los campos cercanos a Mendavia.


Imagen de trilladora a vapor en:

Y una foto de trilladora en Mendavia, puede verse en el grupo de facebook: Mendavia, fotografías con historia. Foto compartida por Julia Sádaba.





Años más tarde tenemos algunas referencias de la finca San Martín en la Prensa. Una de 1908: En El Eco de Navarra, el 6 de septiembre, se informa de la visita a su finca de Javier Bretón, exdiputado a cortes por Tafalla, y su hermana Clara. Otra referencia la hago en Esta es otra historia, p. 58.

En 1927, desde la Granja de San Martín, Blas Berrade como encargado anuncia la venta de “2.750 kilogramos de lana de oveja y cordero y 200 corderos gordos, más 45 ovejas”. Diario de Navarra (8-6-1927).

En julio de 1936 la finca de San Martín, sirvió de refugio para la población de Mendavia represaliada por los falanguistas y requetés. Pueden verse algunos detalles en Esta es otra historia, pp. 130 y 148. Allí se menciona a Mariano como encargado.

Foto del río Ebro a su paso por Mendavia tomada de:

https://www.slideshare.net/Larragueta/fotos-ros-1-10049776?smtNoRedir=1



jueves, 12 de diciembre de 2019

GUERRA Y DEMOGRAFÍA. MENDAVIA Y NAVARRA




Aspectos demográficos en Navarra y Mendavia entre 1927 y 1944
En mi libro Esta es otra historia ofrezco algunos datos simples tomados directamente de los libros de Registro de Nacimientos y Matrimonios de Mendavia entre 1928 y 1942 (página 116). Recientemente leí un trabajo de Ángel García-Sanz Marcotegui: “La Población Vasco-Navarra entre 1930 y 1960: Los efectos de la Guerra y los cambios demográficos”, publicado en la Revista Gerónimo De Uztáriz.

Ver y descargar en:
Aquí pongo en relación ambos textos.

Allí decía, respecto a Mendavia:
Dada la situación de asesinatos y reclutamientos militares es lógica la caída en el índice de matrimonios entre 1936 y 1939; y en el de nacimientos ente 1937 y 1939. Los nacimientos registran, lógicamente, una fuerte caída durante los años de la guerra civil, para empezar a repuntar, a partir del año 1940.


Con los matrimonios sucede en modo similar, reflejando los mínimos durante los años 1936 a 1938. Pero también con números muy bajos entre los años 1929 y 1932, y 1941-1942.


Los datos que presenta García-Sanz para Navarra, en estos dos renglones, natalidad y nupcialidad, están agrupados por trienios. Me he permitido sacar el promedio anual para Mendavia en esos trienios y el promedio anual de los datos de Navarra. La gráfica comparativa se aprecia con mayor claridad al dividir los datos de Navarra entre cien, de modo que los valores se asemejen en el eje vertical.

Así resulta la siguiente tabla con su respectivo gráfico:

Evolución del Promedio anual (por trienios) del número de matrimonios
en Navarra y Mendavia (1927-1942)

Trienio
27-29
30-32
33-35
36-38
39-41
42-44
Navarra (en cientos)
21
20
20
9
28
28
Mendavia
25
16
29
13
32
20



Afirma García Sanz, referido a Navarra:
La nupcialidad, que se había mantenido estable durante el primer tercio del siglo, comenzó a descender a partir de 1932, como en el resto de España, debido a las dificultades derivadas de la crisis económica y a pesar del aumento de población.
Es posible que también influyeran las nuevas perspectivas más laicas. En Mendavia, en particular, se establecen varias parejas de hecho, sin formalización ni civil ni religiosa.
En términos absolutos, durante la guerra civil se redujo la nupcialidad cerca de un 50% tanto en Navarra como en Mendavia, respecto al trienio anterior del período republicano.
Mientras que en Navarra se superaron sostenidamente los números de matrimonios anuales anteriores a la guerra a partir de 1940, en Mendavia no fue así. El hecho de que en Mendavia la nupcialidad fuera menor en los años 41-42 es posible explicarlo por la notable emigración de las familias del pueblo, tras el pequeño incremento de matrimonios durante los años 39-40, al término de la guerra.
Y, respecto a la natalidad, los datos comparativos son estos:

Evolución del Promedio anual (por trienios) del número de nacimientos
en Navarra y Mendavia (1927-1944)

Trienio
27-29
30-32
33-35
36-38
39-41
42-44
Navarra (en cientos)
95
94
89
85
67
74
Mendavia
112
113
103
76
73
 --


Afirma García-Sanz, referido a Navarra:
En cuanto a la natalidad, al igual que la nupcialidad, permaneció invariable en la década de los 20 e inició un fuerte descenso en la siguiente… A mi juicio, …se habría mantenido su tendencia al descenso, aunque a un ritmo no tan rápido.
Sin necesidad de compartir esta hipotética situación, en Mendavia es, incluso, más rápida la tendencia al descenso que se observa.
Y sigue:
Por lo demás, respecto a la evolución posterior de la natalidad, interesa señalar que en la posguerra no se dio el fenómeno del baby-boom, y que, a pesar del aumento de la población y de la nupcialidad el número de nacimientos se incrementó en mucha menor medida.
En Mendavia, se aprecia este mismo fenómeno. En los años posteriores, prosigue García-Sanz, referido a Navarra:
puede comprobarse que mientras la natalidad creció entre 1928-30 y 1958-60 en un 13,6%, la nupcialidad (entre el trienio 1927-29 y 1957-59) lo hizo en un 73,3%. Ello pone de relieve los profundos cambios operados en la fecundidad. Su control se había iniciado tímidamente en los medios urbanos en los años 10 y en mayor medida en los 20 acentuándose la misma tendencia a la disminución que en otras partes en los años de la República.
Junto a este asunto del control de la fecundidad, se me ocurre pensar en otras dos causas adicionales: incremento de matrimonios de personas viudas (a causa de la guerra, pero también a causa de las condiciones de la postguerra) y presión de la iglesia católica para la realización de matrimonios. En todo caso, en mi libro no pretendí estudiar este periodo posterior, así que los datos para Mendavia no aparecen recogidos.
La pretensión de estas líneas no ha sido otra sino la de una primera aproximación al asunto de las pérdidas demográficas causadas por la guerra civil, comparativa entre Mendavia y Navarra, con su variable colindante de la inmigración y sus efectos sobre el mercado laboral, la reorganización de la propiedad de la tierra, y la reducción de la población activa masculina joven. Otros estudios permitirán precisar todo ello.