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lunes, 26 de octubre de 2020

MARTÍN ARTOLA MORRÁS, JUNTO AL AMIGO DE MACHADO

Hallados los restos de Martín, junto a un maestro, amigo de Antonio Machado, en Cobertelada, Soria. ¿Es este el caminero residente en Mendavia, en 1936? Hay buenos indicios para creerlo, aunque hasta ahora nos había pasado desapercibido el hallazgo.

De los detalles que salen aquí a la luz tomo dos que me resultan simbólicamente fuertes y significativos. 1) Se hizo pasar por mendigo, y así lo consideraron. 2) Fue enterrado junto a maestros del pueblo, en particular, al lado de un amigo de Machado: Francisco Romero.

Su familia

Mª Cruz Villarreal Fernández estaba casada con Martín Artola Morrás, nacido en Los Arcos, el 30/01/1903. Residían en Mendavia, en la Calle La Estación. Tenían tres hijos: Eladio, Rosario e Higinio.

Sus orígenes en Los Arcos

Martín era hijo de Martín y Gumersinda; y nieto de Fermín Artola, Micaela Caneda, Saturnino Morrás y Dionisia Iriarte. Tres hermanos del padre eran Gerónimo, Mariano y Miguel Artola Caneda. Cuatro hermanos de la madre: Timoteo, Jacinta, Silveria y María Morrás Iriarte. Vicenta era hermana de Martín Artola Morrás. María Artola, de Los Arcos, fue rapada tras el Golpe de Estado.

Su oficio y el Golpe de Estado, 1936

Martín era de oficio caminero. Martín Artola vivía a renta en casa de Martín Elvira, líder ugetista que también fue asesinado. Es probable que esta relación con los ugetistas lo hiciera peligroso para los falangistas; así como su trabajo de caminero que le permitía –de eso acusaban a los camineros- la obtención de algún cartucho de dinamita. Al poco de la sublevación le dijo a su vecino Pedro, de Mendavia: “Vámonos, porque la cosa se pone fea”. El vecino le dijo: “Como no hemos hecho nada, no tenemos que tener miedo”. Pero Martín, viendo el peligro, pues era funcionario público y tenía familiares dirigentes de la UGT de Los Arcos, decidió pasar al otro lado del Ebro, en dirección a Soria.

La emigración familiar

Su viuda, con sus hijos, emigró de Mendavia. El acta de defunción se obtuvo en 1946, con dos testigos de apellidos Martínez Mendiola. En ella se asienta, de modo poco creíble, que fue atrapado y asesinado en torno al día 8 de agosto en jurisdicción de Estella. Fue destituido de su cargo el 21 de agosto.

El reconocimiento de 2015

El Diario de Navarra se hizo eco del reconocimiento de 33 personas de la Administración pública foral asesinadas por sus convicciones políticas contrarias al franquismo en 1936, en artículo de Lola Cabasés Hita, de fecha 3-10-2015. Allí se incluyeron 3 mendavieses: Martín Artola Morrás, Lucio Sainz y Gil Valerio. Sobre Martín se publicó:


La fosa de Cobertelada

En recientes indagaciones en la red, he encontrado la siguiente información sobre Martín, que quiero poner al conocimiento de los mendavieses, pues tiene todo el aspecto de tratarse de la misma persona. Me refiero a la fosa de Cobertelada, Soria. En varias páginas web he encontrado referencias contextualizadas sobre lo sucedido con Martín Artola Morrás.

Junto a Francisco Romero

Lo que recojo de la información que sigue es que una persona inesperada apareció en la fosa de Cobertelada, junto a los restos del conocido matemático Francisco Romero Carrasco, amigo del poeta Antonio Machado. 

En la prisión de Almazán

Martín Artola Morrás aparece registrado en la prisión de Almazán como vecino de Ateca (Zaragoza) y de 35 años. La Asociación de Memoria Recuerdo y Dignidad de Soria cita el libro La represión en Soria donde se menciona un mendigo con este nombre. Es compatible con el Martín salido de Mendavia, haciéndose pasar por mendigo y desconocido en la zona. Mejor se entiende que se hiciera pasar por zaragozano y no de Los Arcos, ni de Mendavia, pueblos que habían sufrido una represión feroz, y de los que podrían llegar falangistas a identificarlo. Considero probable que se trate de él, en base a estos indicios.

Notas del blog de pascual-lopez-pablo

Fueron sacados de la prisión de Almazán, en la que habían sido encarcelados, todos con historias y "delitos" similares. Varios agricultores, testigos del fusilamiento, se encargaron de enterrarlos a la mañana siguiente.

Una de las Asociaciones de la Memoria Histórica, Recuerdo y Dignidad de Soria, logró encontrar el lugar de los enterramientos, después de hablar con los ancianos de Cobertelada, testigos del fusilamiento. Según los datos facilitados, a un metro de profundidad, en estos campos que rodean la localidad de Cobertelada, se hallan los restos mortales de seis hombres asesinados por el franquismo.

Uno de los fusilados era Eloy Serrano, maestro del pueblo de Cobertelada. Todavía hay ancianos que recuerdan al buen maestro, ejemplar, que les hacía pensar por sí mismos. El cura del pueblo denunció al maestro. El presidente de Recuerdo y Dignidad de Soria habla así del maestro en un periódico: "Eloy tuvo un enfrentamiento con este religioso. Fue el día del Corpus. El maestro acompañaba a varios de sus alumnos al colegio cuando el sacerdote le instó a llevarlos a misa. Eloy le dijo: "Primero la escuela y después la iglesia". Fue su sentencia de muerte".

Las investigaciones sobre las desapariciones comenzaron hace años, cuando un familiar del maestro de Cobertelada, Eloy Serrano Forcén, de 22 años y natural de Rioseco de Soria, solicitó a Recuerdo y Dignidad la investigación y localización del paradero y las circunstancias de su muerte. Tiempo después, otra familia reclamó los restos del maestro de Ajamil (La Rioja) Hipólito Olmo Hernández, de 42 años y vecino de Barahona.

Merced al trabajo de Recuerdo y Dignidad y a la colaboración de los vecinos, una pala excavadora descubrió la fosa donde yacen los cuerpos de estos seis civiles asesinados dentro de la represión que acompañó al golpe de estado fallido de 1936. Además de Eloy Serrano e Hipólito Olmo, en la fosa común se encontró un tercer maestro, Elicio Gómez Borque, de 23 años, natural de Velilla de los Ajos y vecino de La Seca, quien ya ha sido reclamado por su familia. Las otras dos personas asesinadas en Cobertelada son el maestro Victoriano Tarancón Paredes, de 26 años y natural de Barahona, y un vecino de Ateca (Zaragoza) llamado Martín Artola Morrás, de 35 años.

http://pascual-lopez-pablo.emiweb.es/blog/memoria-historica/un-amigo-de-antonio-machado-exhumado-en-un-pueblo-soriano.html#comments-blog

Periodistas del Diario.es

Desde octubre 2016 a septiembre 2017 he encontrado cuatro artículos de Carlos Hernández y Juan Miguel Baquero que hacen seguimiento a la noticia de la fosa de Cobertelada. Coloco a continuación algunos párrafos con los enlaces respectivos. Recogen los procesos de exhumación y las dificultades judiciales que se han presentado.

Carlos Hernández

27 de octubre de 2016 

Este jueves, bajo un sol abrasador, los voluntarios de Recuerdo y Dignidad de Soria empezaban a remover la tierra. Según los datos facilitados por diversos testigos, a un metro de profundidad, en estos campos que rodean la localidad de Cobertelada, se hallan los restos mortales de seis hombres asesinados por el franquismo. No se trata de políticos, guerrilleros ni sindicalistas; su trabajo era muchísimo más peligroso para la "Nueva España": Eran maestros de escuela.

"Les interesaba un pueblo de borregos, que se pudiera manejar fácilmente. Por eso les mataron". Quien habla con esta claridad, mientras contempla impaciente los avances de la excavación, es Víctor, sobrino de una de las víctimas. "Hay que recordar que en Soria no hubo combates. Aquí triunfó enseguida la rebelión militar. Los maestros no llevaban ametralladoras ni pistolas… aquí no hubo guerra; solo represión".

Eloy Serrano fue sacado de la prisión de Almazán, en la que había sido encarcelado, junto a otros cinco hombres con historias y "delitos" similares: Hipólito Olmo, maestro de Ajamil (Soria); Elicio Gómez, maestro de La Seca (Soria); Victoriano Tarancón, maestro de Perdiguera (Zaragoza); Martín Artola, vecino de Ateca (Zaragoza) y Francisco Romero Carrasco, profesor en Guadalajara, matemático de renombre mundial y amigo del poeta Antonio Machado.

Los seis fueron subidos a un camión y asesinados uno a uno, en un paraje conocido como Los Tomillares. Varios agricultores, testigos del fusilamiento, se encargaron de enterrarlos a la mañana siguiente.

https://www.eldiario.es/sociedad/busca-machado-maestros-asesinados-franquismo_1_3763659.html

Juan Miguel Baquero

14 de junio de 2017 

La justicia española no sacará de una fosa común al amigo de Antonio Machado y otros cinco maestros de escuela asesinados por franquistas en Cobertelada (Soria) en 1936. El Juzgado de Instrucción 1 de Almazán lideraba las labores de exhumación, lo que supone que el Estado se hace cargo de los costes económicos, hasta que cambió de rumbo a petición de la fiscal jefe de Soria, que pidió el sobreseimiento del caso.

https://www.eldiario.es/sociedad/campana-crowdfunding-antonio-machado-franquismo_1_3342719.html

Carlos Hernández

11 de septiembre de 2017 

La segunda fosa se encuentra en la localidad de Cobertelada. En ella yacen seis hombres, de los que al menos cinco eran maestros de escuela. Víctor, sobrino de uno de ellos, no tiene dudas de cuál fue la razón que le condujo a la muerte: "Mi tío se llamaba Eloy Serrano y daba clases en el colegio del pueblo en el que fue asesinado. Los franquistas no querían que la gente recibiera educación. Les interesaba un pueblo de borregos, que se pudiera manejar fácilmente. Por eso les mataron".

Junto a Eloy fueron fusilados y enterrados: Hipólito Olmo, maestro de Ajamil (Soria); Elicio Gómez, maestro de La Seca (Soria); Victoriano Tarancón, maestro de Perdiguera (Zaragoza); Martín Artola, vecino de Ateca (Zaragoza) y Francisco Romero Carrasco. Este último fue un matemático conocido internacionalmente y gran amigo de Antonio Machado. Codo con codo con el poeta creó en 1919 la Universidad Popular de Segovia. Su amistad llegó a tal extremo que Machado le escribió un poema como regalo de bodas.

https://www.eldiario.es/sociedad/abandono-institucional-franquismo-donaciones-voluntarios_1_3196421.html

Juan Miguel Baquero

25 de septiembre de 2017 

Aparecieron. El amigo de Antonio Machado, el grupo de maestros y el vicepresidente de la Diputación de Soria, Abundio Andaluz, han sido recuperados de la tierra donde fueron arrojados por sus sus ejecutores franquistas. La policía judicial, presente en el trabajo arqueológico, ha emitido un informe sobre el que tendrá que pronunciarse la justicia española.

Ahora esperan que la jueza "dé por válida" toda la información y abra una causa por crímenes contra la humanidad. Porque la 'fosa de los maestros' está "judicializada", resume Iván Aparicio.

Martín Artola Morrás tenía 35 años. La investigación recaba menos datos de esta víctima. "Probablemente se trate del mendigo al que hace referencia el libro La represión en Soria", indica la asociación. "Fueron fusilados, como si fuera una cacería, uno a uno, según corrían hacia arriba del paraje 'los Tomillares'", reza la obra.

Los crímenes se cometieron al anochecer y a la mañana siguiente fueron inhumados por vecinos de Cobertelada. En una de las dos fosas se esperaba encontrar sólo al amigo de Machado. Pero ahí ha aparecido otra víctima inesperada.

https://www.eldiario.es/sociedad/machado-asesinados-franquistas-respuesta-justicia_1_3171647.html

Algunas noticias de septiembre de 2017 a septiembre 2018

Sobre la exhumación y la búsqueda de familiares.

 DIARIODESORIA.ES

24 de septiembre de 2017

Los familiares de los represaliados, algunos de ellos presentes ayer a pie de fosa, esperan con ansiedad concluir con esta incertidumbre que dura más de 80 años, desde el día de su desaparición. El equipo de investigación confía que tras las pruebas genéticas se puedan reconocer los restos de Francisco Romero Carrasco, natural de Santa Marta (Badajoz) y que vivía en Guadalajara, donde era maestro de la Escuela Normal, antigua escuela de Magisterio, era amigo personal del poeta Antonio Machado.

La asociación busca sus descendientes en Estados Unidos y Canadá para poder realizar las pruebas genéticas. También se espera encontrar a Victoriano Tarancón Paredes e Hipólito Olmo Fernández, ambos naturales de Barahona, Elicio Gómez Borque, natural de Velilla de los Ajos y Eloy Serrano, de Rioseco, los cuatro, maestros de la II República y, por último, a Martín Artola Morrás, vecino de Ateca (Zaragoza). Estos son los nombres que se sacaron del expediente de prisiones, donde la asociación acudirá de nuevo para esclarecer los datos del séptimo cuerpo.

https://heraldodiariodesoria.elmundo.es/articulo/provincia/aparece-septimo-fusilado-fosas-cobertelada/20170924093000264484.amp.html

LOLI ESCRIBANO

Soria, 16/02/2018

La Asociación Recuerdo y Dignidad ha localizado en Canadá a los cuatro nietos de Francisco Romero, uno de los siete fusilados en Cobertelada, cuyos cuerpos fueron exhumados recientemente. Romero fue un catedrático extremeño, amigo de Antonio Machado y fundador de la Universidad Popular de Segovia.

La búsqueda de los descendientes de Romero comenzó hace varios años al descubrir que el catedrático amigo de Antonio Machado podía ser una de las siete personas asesinadas y enterradas en una fosa común clandestina en la localidad soriana de Cobertelada. A raíz de la exhumación de la conocida como Fosa de los Maestros se intensificó su búsqueda partiendo de su pueblo natal, Santa Marta de los Barros (Badajoz) donde una familiar lejana sitúa en Chile a los nietos, que podían haber huido antes del golpe militar de Pinochet a Canadá.

https://cadenaser.com/emisora/2018/02/16/ser_soria/1518785918_098587.html

REDACCIÓN

28/09/2018

Soria, 28 sep (EFE).- La jueza titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción de Almazán (Soria) ha decidido la reapertura del caso de los asesinatos de cinco maestros y otras dos personas, aun sin identificar, en el pueblo soriano de Cobertelada, en julio de 1936.

https://www.lavanguardia.com/vida/20180928/452064694435/juzgado-reabre-el-caso-por-asesinato-maestros-en-cobertelada-soria-en-1936.html

Con esta relación destinada principalmente para los mendavieses, faltaría verificar la identidad de Martín, dejándola fuera de toda duda, mediante pruebas de ADN. Esperemos que esto pueda hacerse realidad.

Foto publicada en 

https://www.eldiario.es/sociedad/machado-asesinados-franquistas-respuesta-justicia_1_3171647.html




viernes, 2 de octubre de 2020

HABLAN LAS DESCENDIENTES: SAINZ ARRÓNIZ – FÉLIX GONZÁLEZ GONZÁLEZ

 

Petra y Carmelo, con un hijo y un nieto, en la calle Beraguas, de San Bartolomé.

En este apartado se presentas diversas situaciones en torno a dos hermanos Sainz Arróniz y sus esposas, cercanos a situaciones de represión en Mendavia; y a Félix González González, represaliado. Marisa Llorente y Silvia Sainz aportan fotografías y algunos testimonios familiares nuevos.

Petra González González y Carmelo Sainz Arróniz
María Martínez González y Venancio Sainz Arróniz

Marisa Llorente es nieta de Petra González González y Carmelo Sainz Arróniz, y agrega algunas notas a lo que ya conocíamos sobre su familia, en los tiempos de la Segunda República, durante el Golpe de Estado en Mendavia y durante los años sub-siguientes. Silvia Sainz Martínez es hija de Venancio Sainz Arróniz y María Martínez González. Silvia (Salvi) también agrega alguna información puntual sobre su padre, y nos remite a un libro suyo testimonial, de reciente publicación: “37 años de aguante”.

Petra González (n. 1909) y Carmelo Sainz fueron un matrimonio que vivió de cerca la represión y el terror ocasionado en Mendavia, principalmente entre los meses de julio a diciembre de 1936. Petra había sido mujer muy religiosa. Pero a raíz del asesinato de su hermano Félix, en el que atribuía una responsabilidad especial al cura párroco del momento, Jerónimo Mercapide, que era su vecino, dejó de ir a misa –confiesa su nieta. Petra había quedado impactada por las torturas a las mujeres, sus cortes de pelo, y los paseos vergonzantes por la carrera, tras darles aceite de ricino. Petra murió relativamente joven, en 1977, a los 68 años. 


Petra con una vecina, en las Eras de San Bartolomé.

A Petra le mataron a su hermano Félix. Félix González González había nacido en Mendavia el 03/03/1913 (Libro 22, 106). Era hijo de Antonio G. Elvira y Gervasia G. Pellejero; y nieto de Jacinto y Victoriana, y Castora (de Ausejo). Antonio y Gervasia tuvieron seis hijos, cinco mujeres y un hombre (Antonia, Matea, Melchora, Carmen, Petra y Félix). Matea ya estaba casada en 1936, tenía una hija: Carmen, y vivían independientes. Félix residía en la calle San Juan 26, junto a la iglesia parroquial, en la casa de los padres, Antonio y Gervasia. A los pocos días del Golpe de Estado de 1936, lo detienen en su casa. Llegan a buscarlo unos falangistas y lo sacan cuando se estaban poniendo los zapatos para salir a misa. Se lo llevan con una alpargata en un pie y un zapato en otro. Félix era labrador y le gustaba la caza. Era el único hijo hombre y llevaban a medias 30 robadas de regadío en término de Zauta, suficiente para la familia, por lo que no tenían necesidad de roturar otros terrenos –dicen los sobrinos al ser preguntados sobre el asunto. Félix no había cumplido los 23 años para las elecciones del 36, y por lo tanto era no votante. Lo acusan de haber impedido la entrada en un bar de la izquierda, bajo portales, a unos de la derecha. Debe recordarse que desde el año 1934 hubo varias peleas en las cantinas con motivación política, en las que intervinieron hombres armados, y hubo detenidos y presos en la cárcel de Estella. Aunque el nombre de Félix no figura en los artículos de prensa que se refieren a estos sucesos, este es testimonio que recoge la familia. Una vez detenido, lo encarcelan en lo que funcionaba como Ayuntamiento en la Villa. Allí, la sobrina Carmen, que tenía entonces 4 años, le llevó la comida durante los pocos días que estuvo en el pueblo. Son varios los detenidos con él. El día 27 de julio los sacan de la cárcel del pueblo, amarrados con cadenas, y mientras los llevan hasta el camión, lo logran ver la madre, las hermanas y la sobrina Carmen. Félix se lanza a dar un beso a la niña y queda este último recuerdo grabado en ella. Los guardianes lo conducen rápidamente hacia el camión donde se los llevarían. Consta en los estadillos de la la cárcel de Pamplona el ingreso de Jesús Arróniz Barco, Prudencio Cámara Ripa, Félix González González y Jesús Pastor Fernández, el mismo día 22 de julio.

 

Apellidos y nombre

Fecha de entrada

Fecha de salida

Fecha de asesinato

PASTOR FERNANDEZ JESUS

22/07/1936

29/07/1936

Traslado

CAMARA RIPA PRUDENCIO

22/07/1936

29/07/1936

Traslado

ARRONIZ BARCO JESUS

22/07/1936

02/12/1936

05/12/1936

GONZALEZ GONZALEZ FELIX

22/07/1936

02/12/1936

Sin datos

Durante los cuatro meses que permaneció en la cárcel lo visitó en varias oportunidades su hermana Matea. Solía ir acompañada por Martina Sagasti, mujer de Blas Verano, también detenido pocos días después. Fueron diez los mendavieses encarcelados en Pamplona desde el día 27 de julio, y entre estos estaba Blas Verano. 

  

Foto de Altafayya y foto escolar, a los 11 años.

Como Félix no había aprendido a escribir bien, la familia no conserva de él ningún texto. El día 3 de diciembre las mujeres fueron a realizar la visita acostumbrada cuando les dice un requeté del pueblo, referido al día anterior: “ya les hemos dao la libertad”; y les dan la orden de callar: “chitón”. Los documentos de la cárcel de Pamplona indican que el día 2 de diciembre “sacan” a un grupo de Mendavia: Arróniz Barco Jesús, González González Félix, Elvira Sainz Deogracias, Quijera Suberbiola Bruno, Verano Ordóñez Blas, Santamaría Gastaminza Florentino, Marañón Alonso Eleuterio, Martínez Martínez Juan y Romero González Fermín. Otro grupo de mendavieses había sido sacado a fusilar en el Alto del Perdón apenas unos días antes.

A la muerte de Franco, con la “operación retorno”, la familia siguió la pista para encontrar los restos de Félix. El sacerdote capellán en la cárcel de Pamplona, don Luis, que había estado a pupilo en casa de Severo Mateo, en Mendavia, les dio cierta información. Les dijo que algunos informantes carcelarios aseguraban que sus restos se encontraban en una fosa de Sengáriz (Ibargoiti - Aoiz). En 1979 fueron exhumados los restos de esta fosa y llevados al cementerio de Mendavia. Aunque no se identificaron con precisión, se llegó a afirmar que más de 10 mendavieses habían sido reconocidos allí. Todos los restos encontrados en este término se depositaron en una de las urnas que se inhumaron en el Panteón de Mendavia el día del funeral colectivo. Podría tratarse de los nueve “liberados” el día 2. Extrañamente, en el Libro de defunciones de Mendavia, en el año 1977 aparece Mues como localización de la muerte de Félix. Recientemente se incluyó el nombre de Félix en un homenaje realizado en Oteiza, pero se descarta que Félix hubiera sido fusilado allí.

Melchora González González, hermana de Félix, emigró a Francia. Murió el 6 Nov 2001 en Colombes, Hauts-de-Seine, Île-de-France, France. Había nacido en Mendavia el 1 Jun 1911.

El abuelo de Marisa Llorente, Carmelo, fue llevado al frente según confirma la nieta. La ficha del AGN incluye algunos datos. Se incorporó el 11/10/1937, con 31 años, era soltero, obrero agrícola, y tenía cinco hermanos, de los cuales dos estaban en el frente (según la ficha). 

Tres hermanos: Benigno, Venancio y Carmelo, con una hija de Venancio

Venancio era uno de los hermanos de Carmelo; hombre de cultura que en 1936 estaba claramente decantado a favor de la república. Escribía en el Semanario Trabajadores de la UGT. Se conservan algunos de sus artículos. Uno de ellos, en defensa del alcalde Dionisio Salcedo, su vecino, una semana antes del Golpe de estado. El 11 de julio de 1936 escribía: Por la libertad de Dionisio Salcedo. En estos días de lucha, lucha por la conquista del pan, que ha de llevar a nuestros hogares la paz y el sosiego de nuestras familias, tenemos el deber de luchar por la liberación de nuestro querido alcalde, camarada Dionisio Salcedo, modelo de alcaldes luchadores, que ha sabido conquistarse con su actuación, las simpatías de su pueblo, de su provincia y de España entera. ¿Por qué? Sencilla es la respuesta. Porque con tal de aniquilar al fascismo se colocaba al frente de su dependencia, para vigilar los manejos caciquiles y fascistizantes, por lo cual recogió -no todo son flores- el odio más feroz de la canalla reaccionaria de Mendavia, odio que no ha sabido disimular, pues claramente se ha visto con el proceso y la condena tan injusta, que unos magistrados reaccionarios, sin guiarles otro camino que el de inhabilitarlo para las luchas futuras, no atendiendo a otras razones para sentenciar, que el odio que sienten por la actuación en defensa para la República y el Frente Popular. Esperamos que la condena tenga reparación por lo que significa la actuación de defensa de las instituciones de la República. El ministro de Justicia y el Gobierno del Frente Popular se harán eco de esta voz de protesta que se manifiesta por medio de telegramas enviados desde todos los rincones de España y por las miles de firmas recogidas por la organización más fuerte y defensora de todos los perseguidos antifascistas del mundo entero, el Socorro rojo internacional. Terminó por hoy, enviando mi más efusivo reconocimiento por la labor que ha iniciado el S. R. I. en defensa de nuestro camarada Salcedo, y puedo también decir que no soy yo sólo el que da las gracias por la labor tan humanitaria de dicha institución, sino que es la mayoría del pueblo de Mendavia. ¡Camarada Dionisio Salcedo: Salud!

Esta fuera de duda que Venancio fue el artífice, individual o en colectivo, de un artículo con seudónimo, más combativo, escrito el 25 de abril, en el que se reseña el acto civil de Mendavia, por el que se inscribe en el “registro civil con el nombre de Roberto un niño, hijo de nuestros camaradas Bruno Quijera y Rufina Martínez”. Se trata de un amplio y encendido alegato contra la Iglesia, el capital y la “beatería de Mendavia”, y se da la enhorabuena “a los camaradas”. “Salud y que cunda el ejemplo”, -firma Vendoli Sandal. Personalmente, hubiera creído que se trataba de un escrito colectivo. Un intento de descifrarlo: Venancio Sainz – Orñez Felipe – Sandalio Estella. Sin embargo, la hija de Venancio reconoce el pseudónimo como el de Venancio, y lo interpreta así: Venancio Doli (una gata familiar). Pero no recuerda el significado de Sandal. Además, lo transcribe como VENDOLI SANDAZ (¿tal vez, contracción de Sainz y Arróniz?). En ese artículo del 25 de abril, se apoyan “las ideas de la emancipación de la clase trabajadora”, se distingue con claridad entre los tres grupos de izquierda presentes en Mendavia, “socialistas, comunistas y anarquistas” y se propone una acción “unificándonos en las Alianzas obreras y campesinas, creando el partido marxista-leninista”. Leyéndolo con atención, podría llegarse a la conclusión de que Venancio fue propulsor en Mendavia del partido comunista (marxista-leninista) con una perspectiva de Alianza de las izquierdas, dada la tensión entre CNT y UGT en algunos de los años anteriores. Agrego a esto que en el contexto familiar lo reconocen como miembro de la CNT, aunque no aparece registrado en las listas conservadas. Por otra parte, escribe en la prensa socialista de la UGT. Muchos años más tarde, en su entierro en Mendavia, algunos miembros del partido comunista se acercaron mostrando solidaridad con la familia. Es coherente pensar que, proveniente de la izquierda, estuvo entre los que crearon el partido comunista de Mendavia en 1936, siempre con la perspectiva de la unión de las izquierdas.

Venancio, según una de las fichas de combatientes del AGN, fue llevado también al frente, junto a un buen contingente de mendavieses, el día de San Roque, fiesta muy significativa para el pueblo. Era el 16/8/1936. Varios de este grupo de reclutados fueron al Tercio de Sanjurjo. Venancio Sainz Arróniz tenía entonces 25 años, era soltero y obrero agrícola. Podría pensarse que, después de los artículos escritos, si se libró de una muerte casi segura, fue porque entre el frente o el fuerte, le dejaron escoger, y logró salir librado del frente. Es la secuencia de los posibles hechos a partir del registro de combatiente en el AGN. Sin embargo, su hija tiene en su libro otro relato. Afirma en un par de ocasiones que su padre no estuvo en el frente, pues pasó entonces dos años enfermo “con fiebres”. En otro acasión relata que se salvó gracias a dos amigos “de ideas distintas”. Es el conflicto que se presenta, a veces irresoluble, entre las fuentes documentales, en este caso poco precisas, y los testimonios sobre tiempos antiguos, de difícil confirmación. En este caso, puesto que otros testigos indican su situación de enfermedad y hemos detectado repetidos errores en las fichas de combatientes, nos inclinamos a pensar, finalmente, que hay error en su ficha del AGN.

Venancio tenía una buena relación con su primo carnal, Felipe Elvira Arróniz, que era fundador de la CNT y que se refugió en una casa de San Bartolomé, tras el Golpe de Estado, y permaneció escondido hasta que fue detenido en 1939, y enviado a la cárcel de Pamplona.

El material escrito que conservaba Venancio, en el que había plasmado sus ideas de izquierda, fue quemado a instancias de su madre Eusebia, pocos años después de la Guerra, para evitar ser incriminado, hallado culpable y asesinado, como sucedió con otros paisanos. Venancio tenía varios hijos y debía cuidarlos, le dijo su madre. Sin embargo, algún papel conservó algo más tiempo, guardado en paquetes en el “granero” de la casa, para que los hijos no los vieran. Estaban guardados junto a un bombardino que en algún tiempo tocó Venancio, con los músicos del pueblo. No obstante, hubo un momento en que decidió finalmente, junto con la venta del bombardino, desprenderse de aquellos papeles. Su hija refiere en su libro testimonial la existencia de algunas cartas escritas en clave, así como artículos para la prensa de la época republicana, que finalmente desaparecieron.Venancio estaba casado con María Martínez y tuvieron tres hijos, de los cuales la primera fue una niña que murió de neumonía a los seis años, en 1945. Un recuerdo de aquellos años lo constituye un cofrecillo que conserva la segunda hija de Venancio, y que un preso republicano regaló a este, con el nombre de su hija Salvi (Silvia) que murió a la temprana edad de seis años.

Otros hermanos de Venancio y Carmelo eran Benigno, Juan, Inés y Margarita. Eran hijos de Daniel Sainz y Eusebia Arróniz. Juan era albañil, al igual que su padre, así que en los tiempos antiguos todos los hermanos ayudaron y aprendieron a construir casas de adobe (adobes que fabricaban en la Yasa) con techo de carrizo. El padre murió joven, mientras que la madre Eusebia vivió larga vida, por lo que los nietos iban, a jugar, a su casa con corral y animales (gallinas, conejos y un perro). Inés y Margarita estaban casadas con dos hermanos cordeleros. Carmelo y Venancio aprendieron el oficio de fabricantes de escobas. Utilizaban el “escobil” (nombre dado en Mendavia) o mijo, un cereal, que desgranaban a base de golpes de maza, y luego cosían una vez limpio de grano. El mijo se sembraba en el mismo pueblo. Luego se crearon máquinas con motor eléctrico para desgranar el escobil. Así que el trabajo artesanal en la familia estaba asegurado, entre albañiles, escoberos y cordeleros. Adicionalmente, la familia siguió dedicándose a la agricultura. A los hermanos Sainz Arróniz se les recordaba como pioneros del cultivo de espárrago en el pueblo. 

Tras la guerra, Venancio se preocupó por los niños que no sabían leer ni escribir y creó en su casa un espacio para atenderlos. Llegó a haber unos 20 chicos. Motivó a la representación de obras de teatro en el pueblo y fue de los fundadores del equipo de fútbol de Mendavia. Impulsó la creación de la cooperativa Nuestra Señora de Legarda, y también tuvo que sufrir su “fracaso” y posterior subasta. Venancio, dada su instrución escolar destacada, que el maestro D. Crispín reconocía, pudo ayudar a llenar “instancias” y otros formularios que solicitaba el ayuntamiento. Sin sueldo alguno, hizo papel de notario, abogado y maestro. Los vecinos lo recuerdan como un hombre al que le gustaba informarse. Leía periódico y estaba suscrito a revistas culturales y políticas. La vida de este hombre, al que su hija Salvi dedica una especial, agradecida y justa memoria, nos deja para la reflexión un importante asunto repecto a las experiencias vividas por los mendavieses republicanos en la dictadura. Hubieron de olvidar sus discursos como ejercicio de sobrevivencia. Intentaron abrirse un espacio entre “los vencedores” con aportes creativos (destacando en el fútbol, los toros, la pelota mano, el tejido, la industria o el comercio). El control eclesiástico evitó por muchos años un lenguaje más laico, así que no es de extrañar que para evitar sospechas sobre ellos sean los primeros en proponer nombres religiosos en el fútbol (con el nombre del campo San Juan Bautista) o en las cooperativas (Ntra. Sra. de Legarda). Se nos escapa la vivencia interior que estos hombres y mujeres callaron. ¿Se sintieron, en alguno momento, traidores a una causa?, ¿se sintieron en resistencia eterna, sobrevivientes de una guerra que no había terminado? Venancio es un símbolo de estos dilemas interiores. Venancio, relata su hija Salvi en pinceladas a lo largo de su libro, aunque para sus propósitos se encontró con gente de derecha y recibió apoyo económico de la dictadura para impulsar el fútbol en Mendavia, no dejó de reunirse con gente de izquierda. Y evoca el misterioso encuentro con un personaje venido de Madrid, a quien habían matado al padre y había estado 25 años preso. Importantes memorias del silencio, en las que reconocernos.


PARENTESCOS CERCANOS CON OTROS REPRESALIADOS

Documentalmente se puede llegar a establecer relaciones de afinidad del matrimoino Sainz Martínez con un buen grupo de represaliados. Separo la información por los apellidos de Venancio Sainz y María Martínez, su mujer.


Viudas de represaliados
Rufina Martínez Ordóñez (vda. de Bruno Quijera Suberbiola)
Hilaria Ordóñez Angulo (vda. de Jacinto Sainz Alonso)
Caya Ordóñez Romero (vda. de Dámaso Alonso Pavía)
Sofía Jalón Elvira (vda. de Felipe Ordóñez González)
Pascuala Cenzano Lecea (vda. de Pedro Martínez Armendáriz)

ARRÓNIZ, DE LERÍN

Florentino Arróniz Ocáriz era nacido en Mendavia, el 20/06/1901. Soltero e hijo de Carlos y Demetria; nieto de Felipe y Narcisa Pascual, Isidro y Salvadora Martínez; hermano de Blas, Antonia y Julio; y labrador. Carlos, el padre de Florentino, fue encargado de la dula, de ganado caballar y mular. Florentino tocaba el saxofón, y había estado viviendo y trabajando fuera de Mendavia. Se conserva una postal enviada por él a su sobrino Víctor, desde Valencia. En el año 1936 regresó a Mendavia. Los días 6, 16 y 27 de agosto fueron los días de envío de soldados para el Tercio de Sanjurjo, desde Mendavia. Al menos 50 mendavieses fueron reclutados para esta Bandera. Florentino Arróniz Ocáriz estaba entre ellos. Lo visitaron en casa de sus padres, en las eras de San Bartolomé, y le dijeron que pasara por el cuartelillo de la guardia civil. Hubo alguno de los dirigentes que lo mandó a su casa, pero intervino otro falangista y lo dejaron detenido. En documentos militares se quiso hacer pasar a algunos de estos asesinados de la Bandera como muertos en batallas de estos días, ocultando lo ocurrido. Así, se anota a Florentino como muerto en Campillo, el día 5. A los familiares de Florentino les comunicaron que había muerto en el frente de Teruel. En febrero de 1979 se exhumaron del cementerio de Torrero los cuerpos de 16 riojanos y 163 navarros que pertenecían a los 13 pueblos que lo solicitaron. Dos de ellos, Florentino Arróniz Ocáriz y Jesús Martínez Sagredo, eran de Mendavia (Esta es otra historia, Tomo I, pp. 166, 194 y 195). 

A Pedro Arróniz Ínigo, represaliado, nos referimos al tratar sobre la familia de su mujer: Romana Angulo Romero. 

Nos hemos referido con anteioridad a Felisa Elvira Arróniz, cuñada del alcalde Dionisio. Hermanos de Felisa eran Felipe, líder importante de la CNT; Francisca, mujer de Pedro Echarri; Emilia y Máximo Elvira Arróniz. Felipe Elvira Arróniz era, en 1931, uno de los dirigentes fundadores de la CNT de Mendavia. En junio de 1933 hubo huelga de obreros agrarios. En Mendavia se cortan las líneas telefónicas y detienen con armas al juez para que no dé el aviso.  Se ve la causa contra once vecinos de Mendavia, acusados de desórdenes revolucionarios, entre ellos Felipe Elvira Arróniz. Felipe estaba casado con Rosario Salvatierra, que trabajaba con la familia de Perfecto Ripa, cuidando a sus hijos. Perfecto Ripa fue un líder falangista que pudo influir para que no fuera liquidado Felipe, a pesar de haber sido líder cenetista tan destacado. Al fin de la guerra, y en las escasas noticias de prensa de ese año se puede leer que Felipe Elvira Arróniz, dirigente de la CNT, es detenido en el domicilio de sus padres (25-9-1939). Otros testimonios indican que también estuvo escondido un tiempo en casa de unos familiares de San Bartolomé. Es apresado en la cárcel de Pamplona/Iruña, Prisión Provincial, del 13/5/1940 al 24/2/1941. Fuentes: AGN, CAJA 43403, 43404, DFN, CAJ. 12504, 12505 [1940-1] [Presos Juzgado Militar]. A Felipe lo mataron años después en extrañas circunstancias, aunque se descartaron razones políticas. En el Ebro, en tierra de Viana, apareció en una barquilla, con un golpe en la cabeza. 

Pedro Echarri estaba casado con Francisca Elvira Arróniz. A Pedro Echarri, de 31 años, también lo retuvieron en la cárcel de Mendavia. Luego lo reclutaron en el Tercio de Sanjurjo y lo llevaron a Zaragoza; participó en el frente del Ebro. Las bajas temperaturas que tuvo que soportar le afectaron la movilidad de las piernas hasta sus últimos días.

Notas genealógicas

Arróniz: La madre de Carmelo, Eusebia Arróniz, era descendiente de una rama de Arróniz que llegó a Mendavia desde Lerín. Prudencio Arróniz y María Alonso dan origen a los antepasados Arróniz Alonso: Emiliana, Sebastiana, Dorotea, Basilia, Mercedes, Teófilo, Romualda, Felipe y Ciriaco, todos nacidos en Lerín. Felipe se casó con Narcisa Pascual García. Sus hijos fueron: Eusebia, Ceferino, Carlos y María Arróniz Pascual. Varios se desplazaron a Mendavia. Eusebia (n. 1871) se casó con Daniel Antero Sainz Peña, casados en Mendavia el 12 de junio de 1893. Daniel era hijo de Saturnino Sainz Ortega y María Peña Luri. Los hijos de Daniel y Eusebia eran Margarita, Inés, Luis, Venancio, Benigno y Carmelo Sainz Arróniz. María (n. 1886) se casó (en 1890) con Juan Elvira Campos (hijo de Benito Elvira Martínez y Polonia Campos Enrique). Sus hijos eran Francisca, Felisa, Felipe, Emilia y Máximo Elvira Arróniz. Carlos se casó con Demetria Ocáriz Martínez. Uno de sus hijos era Florentino Arróniz Ocáriz. Ceferino se casó con Juliana Íñigo Álvarez. Un hijo fue Pedro Arróniz Ínigo. Todos estos descendientes de Felipe Arróniz, eran primos carnales entre sí: Sainz Arróniz, Elvira Arróniz, Arróniz Ocáriz y Arróniz Íñigo.

Sainz: El padre de Venancio, Carmelo y Benigno era Daniel Sainz Peña. Daniel era primo carnal de los Sainz Alonso. Se hablará de ellos más adelante, al relacionarlos con la familia Aznal. Los antepasados de Daniel estaban de antiguo en Mendavia. Podemos remontarnos hasta Veremundo Sainz Ocáriz y Marta Ortega Fabiana Erce, casados en Mendavia, que eran los padres de Juan Anacleto (nacido en 1844), Ciriaco (1847), Saturnino (1849), Cipriano (1852), Romana (1855), José María (1858), y Pedro Sainz Ortega (1862). Contrajeron matrimonio: José María con Juana Trinidad Verano Andía. Romana con Domingo Zalduendo Ribas (hijo de Manuel Zalduendo Cerdán y Andrea Ribas Estella). Ciriaco con Candelas Cenzano Ibarra; su hijo Cosme Sainz Cenzano con Dorotea Alonso Uriarte; hijo represaliado: Jacinto Sainz Alonso. Juan con Hipólita Moreno Sesma. Saturnino con María Peña Luri; hijos: Pedro y Antonia; Marta Sainz Peña, casada con Constantino Elvira Campos; y Daniel Antero, casado con Eusebia Arróniz Pascual, padres de Benigno, Venancio y Carmelo.


MARTÍNEZ ORDÓÑEZ

Venancio se casó con María Martínez González, hija de Constancia González Luri y Basilio Martínez Ordóñez. Basilio era hermano de Rufina Martínez Ordóñez, mujer del represaliado Bruno Quijera. Constancia y Basilio vivían en la Villa. Constancia contaba que presenció varias sacas, y vio al cura párroco participar en ellas, como confesor. Basilio y Constancia tenían tres hijas:  Julia, María y Carmen. Dos de ellas, María y Julia Martínez González, fueron rapadas por los falangistas en 1936.

Hijos de Aniceta, Gregorio y Pablo Ordóñez Cenzano fueron represaliados. Sofía Jalón Elvira estaba casada con Felipe Ordóñez González, hijo de Gregorio y Josefa. Tenían dos hijos: Terencio y Eleodora. Vivían en la Calle Jazmines. Felipe había nacido en Mendavia el 22/10/1903. Felipe era labrador. Pertenecía a la Banda de música del pueblo y tocaba en las fiestas del pueblo y en las de los alrededores.

Era miembro de la UGT y corresponsal del Semanario Trabajadores. En 1935, cuando se renueva asociación ugetista, Mendavia tienen 190 afiliados. Su local está en la C/A. Echevarría. La preside Bonifacio Ángulo y el secretario es Felipe Ordóñez. Por Mendavia, y junto a Jesús Pastor, Felipe participó en el Tercer Congreso de Campesinos de Navarra, de la UGT, que se realizó los días 19 y 20 de abril de 1936. En las conclusiones se refieren a las bolsas de trabajo, rescate de corralizas, cooperativas y arrendamientos (Semanario Trabajadores). Ese mismo mes de abril, diez días antes, había muerto una hija de Felipe. Una faceta no descubierta anteriormente por mí, de Felipe Ordóñez, es la de escritor, pues se corresponde perfectamente con el pseudónimo Epilef, con que firma el corresponsal por Mendavia en el semanario de la UGT de Navarra: Trabajadores.  Tenemos, al menos, cinco textos de él: uno con firma propia, y cuatro con el pseudónimo Epilef, distribuidos así en el tiempo: uno de 1933, uno de 1934, y tres de 1936. El 28-7-1933 firma Epilef una crónica de las Asambleas de Sindicato de Riego de Mendavia, en la que levanta su voz crítica contra la corrupción dentro del Sindicato. El texto dice: 

Mendavia. Sindicato de riego. La administración catastrófica del Sindicato de riegos y sus medidas preventivas para celebrar las asambleas.

El Sindicato de Riegos de esta villa ha celebrado últimamente dos asambleas generales para tratar en ellas del aumento de los salarios a sus empleados de la Electra y del aumento de la cuota del fluido eléctrico servido al vecindario.

Inútil será decir que los mangoneadores de la administración de dicho Sindicato son todos gente reaccionaria, que, acostumbrados a hacer siempre lo que les venía en gana, quisieron hacer imperar en dichas reuniones, mediante artimañadas manifestaciones, su predominio anterior. Plan frustrado. Asunto tan importante como la administración del Regadío ha pesado hasta ahora muy poco en la mente de los pequeños partícipes; pero hoy ya es otra cosa. El pueblo defraudado se destapa la venda y acude a las asambleas a exigir claridad en administración.

Largas fueron las sesiones. Sin embargo, nada se habló de más. Es más: eran tantas las cosas “dulces” que había que decirles a los “cotarristas”, que aún se quedó alguna sin ser pronunciada. ¿Y ellos? ¡Qué candidez! ¡Qué inocencia! Nadie sabía nada de nada. Pero la manta no aparecía. Es decir: sí, apareció. Ellos se encargaron de que apareciera. Como todos tenían parte en ella, ninguno quería cargársela íntegra; y de ahí el que apareciera. En fin, se les hizo ver que el tiempo de las marañas pasó a la historia, y que el pueblo defraudado sólo quiere diafanidad en la administración de una Comunidad que dispone de medios para encontrarse en envidiable estado económico y que, para vergüenza (si la tienen) de sus hasta hoy administradores, soporta en esta fecha un débito de ¡medio millón! de pesetas en números redondos. ¡¡Catorce duros diarios de réditos!! ¡Qué vergüenza!

Se me olvidaba un pequeño detalle digno de mención. En ambas reuniones, se hicieron acto de presencia dos parejas de la guardia civil. ¿Quién las requirió? Nosotros (los defraudados) no. El alcalde, tampoco. Ellos no irían de su gusto. Luego fueron requeridos por ellos, por los directivos. ¿Para qué? Para evitar un posible escándalo de más o menos graves consecuencias que pudieran promover los asistentes novatos. Pero fueron por lana y salieron trasquilados. Por nuestra parte, en cuanto vimos la fuerza pública dijimos: mejor, así podremos discutir con estos cerriles, Y, en efecto, así fue. Ordenadamente, por parte de los supuestos perturbadores, no así por parte de los pacifistas con fusil en retaguardia, que a veces berreaban frases impertinentes, se llevaron a cabo las discusiones, en las que en cada asunto a tratar había deberse la turbiedad de la mano administrativa.

En fin, que los guardias tuvieron motivos para creer que, efectivamente, allí hacían falta. Y, además, por si no lo sabían, pudieron ver qué clase de gente eran sus “molestadores” (nos consta que los guardias se impacientaban notoriamente al ver que transcurrían las horas y… quietos allí), y que, de más a menos, entre March* y ellos no hay diferencia.

¡Ah, si hubiesen tenido la conciencia tranquila, consecuencia del deber cumplido, no hubieran requerido a la fuerza pública; pero como sabían sobradamente que el pueblo iba a exigirles explicaciones de su turbia conducta, temieron algo de poco agrado y obraron de tal forma! Peor para ellos: quizá así apareció la manta.

Recordamos del libro Esta es otra historia, que en agosto de 1935 el Presidente del Sindicato es Eduardo Sagredo, y el secretario, Gregorio Ruiz. Diputados, alcaldes y propietarios son en Mendavia quienes están al frente del Sindicato. La Cámara Agrícola de los Sindicatos y Asociaciones Agrícolas de Navarra recoge fondos, desde los ayuntamientos de la derecha, para su movilización. El Ayuntamiento de Mendavia aporta 100 ptas. (Diario de Navarra, 28-11-34). 

Casi un año después, el 11-5-1934, Epilef realiza una reseña de lo acontecido el primero de mayo de ese año, entre cuyas acciones estuvo la de brindar homenaje al telegrafista asesinado, José Bello, al que me he referido con anterioridad. 

Mendavia. Primero de mayo. La fiesta del Trabajo, en esta localidad, ha transcurrido, como en años anteriores, normalmente. El agua que cayó durante todo el día restó brillantez, pero no entusiasmo. Los camaradas de Viana enviaron una nutrida comisión de compañeras y compañeros que traían la misión de visitar la tumba del infortunado camarada José Bello y dedicarle un sentido recuerdo.

Celebróse una manifestación, previamente autorizada, integrada por elementos UGT y de la CNT con sus respectivas banderas. Se enarbolaron carteles muy expresivos tales como: “Antes que fascismo, dictadura roja”, “¡Queremos amnistía para todos los presos!”, “¡Abajo el cacique!”, “¡Guerra a la guerra!”, “Viva el Frente Único y la Revolución Social”, etc., y también se dieron vivas y mueras aún más significativos. En fin, derroche de entusiasmo, patentizándose la firme resolución de la clase trabajadora revolucionaria de esta villa de oponerse, por todos los medios, al triunfo del fascismo. ¡Viva el frente antifascista! 

Los tres textos de 1936 están distribuidos así: el 11 de abril para expresar gratitud por la solidaridad ante la muerte de su hija; el 9 de mayo, haciendo crónica de las manifestaciones de la Fiesta del Trabajador, con entierro civil incluido, y denuncia de un apagón provocado por la derecha; y el 13 de junio para denunciar la injusta condena que sufrió el Alcalde. Estos textos, su rol de delegado que fue en Pamplona y Secretario de la UGT, junto a su pertenencia a la Banda de música del pueblo, nos lo hacen ver como un hombre cultivado. Su compromiso político con las luchas campesinas, por mayor transparencia (en el Sindicato de Riego), por la vía pacífica, pero con la palabra verdadera y combativa, de acuerdo a sus ideales, expresada en textos contundentes, y su liderazgo dentro del partido socialista mendaviés, en los difíciles tiempos de 1935 y 1936, lo hicieron “blanco” oportuno para los falangistas y grupos económicos de poder en el pueblo, tras el Golpe de Estado. Fue detenido tras el golpe de Estado, encarcelado en Mendavia, y sacado de la cárcel el 29 de julio de 1936, en un grupo de seis mendavieses. En terreno de Armañanzas fueron fusilados y enterrados. En 1979 fueron exhumados sus restos y llevados al cementerio de Mendavia. Algunas fuentes: Mendavia: fol. nac. 19, 13 fol. def. 26, 370; http://memoria-oroimena.unavarra.es/es/ficha/3017/.

Dámaso Alonso Pavía, con familia Alonso en Mendavia, nacido en Cárcar en 1903, era obrero azucarero, estaba casado con Caya Ordóñez Romero, de Mendavia, hija de Pablo Ordónez y Tomasa, y tenían cuatro hijos. El 4 de septiembre de 1936 fue sacado a fusilar en Marcilla, donde residía. Su hermano Luis Alonso Pavía, residente en Marcilla, fue enviado al frente. Tiene ficha de combatiente: 1937.01.01 - 1940.12.31.

Un hermano de Caya, Antonio Ordóñez Romero, con 36 años, fue enrolado en el Tercio de Sanjurjo, resultando Impedido a causa de herida de guerra, el 21-10-36. Fue ingresado en el Hospital de Zaragoza. 

Rufina Martínez Ordóñez, hija de Román Martínez Ocáriz y Aniceta Ordóñez Cenzano, estaba casada con Bruno Quijera Suberbiola y tenían 3 hijos (José, Félix y Roberto). Rufina nació en Azagra en 1901 o 1902. Bruno nació el 06-10-02. Era jornalero. Él y su mujer pertenecían a la UGT, y tenía conciencia republicana. El 25 de abril de 1936 se reseña el acto civil de Mendavia, por el que se inscribe en el “registro civil con el nombre de Roberto un niño, hijo de nuestros camaradas Bruno Quijera y Rufina Martínez” (Semanario Trabajadores). Lo llevaron preso a Pamplona. Y lo mataron después de una saca de la cárcel de Pamplona el 02/12/1936. A la familia le pedían comida y ropa, para llevarle. Rufina, la mujer de Bruno, guardaba las cartas que le escribió desde la cárcel su marido; cartas que hoy conservan sus familiares. En 1940 inició el expediente para la inscripción de la muerte de su marido “a consecuencia de accidente en la guerra nacional contra el marxismo”, le hicieron firmar. Hicieron de testigos sus hermanos Basilio y Julián. Rufina murió en Beire (Navarra), el 12/12/1991. Los restos de Bruno Quijera fueron exhumados, según los testimonios de familiares, en Santa Cruz de Campezo (Álava). Parece más probable que lo fusilaran con un grupo de mendavieses en cercanías de Pamplona. Julián Sainz Jalón y Gregorio Ruiz Armendáriz, certificaron la defunción de Bruno como muerto “a consecuencia de guerra”, en Luquin, el 7 de septiembre de 1936, con 37 años. Pero no parece probable que fuera fusilado en Luquin. Con esa mentira agregada, se intentó borrar su memoria. 

Julián Martínez Ordóñez, hermano Rufina, como parte de la represión sufrida al término de la guerra, que se cebaba en los más pobres, fue detenido por pescar, informa el Diario de Navarra, de fecha 16-8-39. 

Víctor Martínez Ordóñez, hermano de Rufina, nació en Mendavia el 21-05-12. Era soltero, jornalero y miembro de la CNT. Testimonios orales señalan que fue fusilado en las cercanías de Mendavia por una partida del mismo pueblo, en los días inmediatos al Golpe de Estado. 

Pascuala Cenzano Lecea estaba casada con Pedro Martínez Armendáriz, y tenían cuatro hijos: Angelita, Pedro, Luis y Jesusa. Los padres de Pascuala eran Isidora Lecea Tiberio y Antonio Cenzano Zalduendo. Pedro Martínez, nacido en Mendavia el 02/06/1902, era primo carnal de Basilio y Rufina Martínez Ordóñez. Sus padres eran Francisco Martínez Ocáriz y Gregoria; sus abuelos Juan, María Ocáriz, Faustino y Marcelina Cenzano. Pascuala y Pedro, con sus hijos, vivían en la calle Beraza. Pedro era sereno y miembro de la UGT. Fue apresado como venganza por su labor ejercida como sereno, contra algún vecino. Es sacado de la cárcel de Estella, junto a Pedro Campos González (CNT) y Lucio Sainz Ursúa, y fusilado en Villatuerta el 07/09/1936. De allí fueron exhumados sus restos en 1979 y enterrados en Mendavia. 

Su hermano Cipriano Martínez Armendáriz fue reclutado en la Bandera de Sanjurjo, resultando herido.

Una relación de parentesco un poco más lejana con Basilio Martínez Ordóñez, la tenían los descendientes de una hermana del antepasado Manuel Ordóñez, Tiburcia Ordóñez Pérez, casada con José Montoya Arandia. Su hijo, Teófilo Montoya Ordóñez, estaba casado con María de la O Sainz Blasco, y era primo carnal de la madre de Basilio, Aniceta Ordóñez. Hijos de Teófilo y María eran: Emilio Montoya, músico y albañil (registrado como tal en el anuario de 1929-1930), Manuel, Ángel y Luis, represaliado. Al morir Teófilo, su mujer se casó en segundas nupcias con Sotero, alguacil que había sido carcelero de los detenidos durante el golpe. 

Luis Montoya Suberbiola nació en Mendavia el 23/01/1915 21 y era soltero. Fue detenido, llevado a la cárcel de Mendavia, y de ahí a la de Pamplona en un grupo de nueve mendavieses. Ingresan en Pamplona el día 5 de agosto. Todos los de este grupo fueron asesinados entre el 6 de noviembre y el 2 de diciembre. 

Su hermano, Manuel Montoya, fue llevado a la cárcel de Logroño. Estuvo allí preso junto a Pedro Salcedo Sádaba, que fue fusilado, y Serafín Subero, junto al que corrió la fortuna de ser liberado. Pedro, cuando supo su muerte segura, le entregó a uno de ellos la petaca que usaba para guardar el tabaco. Manuel se casó con Damasa, hermana de Gabriela, hijas de Maura y Manuel Suberbiola (represaliado).

Notas genealógicas

Ordóñez: La rama Ordóñez de esta familia proviene de antiguo de Mendavia. Manuel Ordóñez Pérez se casó con Benita Cenzano Encinas. Su hijo Lope Ordóñez Cenzano se casó con Juana Suberbiola Chasco, hija de Ciriaco Suberbiola Oroz y Eustaquia Chasco Pisón. Su hija Aniceta Ordóñez Cenzano se casó con Román Martínez Ocáriz, hijo de Juan Martínez Gómez y María Ocáriz Echagaray. Su hijo Gregorio Ordóñez Cenzano, se casó con Josefa González García, hija de Saturnino González Ganuza y Tomasa García Marín. Pablo Ordóñez Cenzano se casó con Tomasa Romero Chasco, hija de Faustino Romero García y Romana Chasco Sagredo.

Gonzalez Luri: La madre de María era Constancia González Luri. En las indagaciones genealógicas sobre los González Luri de Mendavia se encuentran Modesto (n. 1880), Germán José Protasio (1877) y Julia (1883). Se registran como hijos de Antonio González Rada y Cayetana Luri Casanova. Los testimonios familiares sobre Constancia González Luri señalan, sin embargo, que era hija de Felisa, así que queda una pequeña duda sobre la relación con los anteriores. ¿Un segundo matrimonio con otra hermana? ¿un cambio de nombre del documento a la práctica? ¿o tal vez la influencia en la crianza de Constancia de una hermana de Antonio, de nombre Felisa? Asunto sin resolver. Por otra parte, es probable que Julia González Luri sea quien se nombra en los Boletines del Estado como madre de Tomás Suberbiola González (muerto en el frente). Andrés Luri Cordobín y Petra Casanova Pascual eran los padres de Cayetana y Nazario Félix José Luri. Simón González e Higinia Rada González eran los padres de Antonio González.