Vistas de página en total

sábado, 26 de diciembre de 2015

ECONOMÍA Y SOCIEDAD EN NAVARRA Y MENDAVIA (1900-1936) (2)

El campo en la Ribera Navarra

Así resume Virto la situación en el campo navarro:
Los primeros años de nuestro siglo no pudieron ser más sombríos para la agricultura navarra, que desde hacía poco tiempo venía sufriendo en las viñas los destrozos de la filoxera, epidemia que destruyó en poco tiempo las dos terceras partes de las 27.500 hectáreas dedicadas hasta entonces al cultivo de la vid. Para remediar el desastre, la Diputación creó campos de experimentación en los que se consiguió desarrollar con el tiempo portainjertos resistentes a la enfermedad más tarde distribuidos a bajo precio por toda Navarra. La epidemia supuso la ruina de los propietarios de viñas, sobre todo en la Zona Media de Navarra donde la producción de vino se había convertido en el medio de vida, a veces exclusivo, de unos pueblos que ahora se iban transformando en cerealistas al no replantarse las cepas arrancadas. A la par que la epidemia los campos iban recibiendo los primeros abonos químicos y máquinas agrícolas. Si en un principio el uso de fertilizantes y herramientas se redujo por su coste a las grandes fincas, paulatinamente estas novedades se fueron haciendo más asequibles a todos los campesinos gracias a la unión en Cooperativas Agrícolas o por asociación de algunos propietarios para adquirir y explotar particularmente las máquinas -segadoras y trilladoras- de precios más elevados.

Los espacios de cultivo y sus usos

Un decidido proceso de roturaciones en la Ribera, derivado de la supresión de trabas que supuso la legislación liberal y la relajación en el control institucional, permitió alcanzar e incluso rebasar los niveles de suelo ocupado que ofrecían tradicionalmente las tierras medias. Durante la primera mitad del siglo XX la tendencia se agudizó y llegó a su plenitud. La Ribera se convirtió en la región con mayor proporción de suelo dedicado al cultivo, con valores superiores al 60% .
La introducción del abono y maquinaria agrícola puso en manos de los grandes propietarios medios eficaces para explotar los pastizales de las corralizas hasta entonces incultos, en un proceso de roturación que se vio acelerado por el encarecimiento de los productos agrícolas a consecuencia de la demanda de alimentos por parte de los países combatientes en la I Primera Guerra Mundial. La filoxera, las pérdidas de jornales por el uso de las máquinas y la carestía de la vida -los precios subieron en mayor proporción que los salarios- redujeron el nivel de vida ya bastante bajo de un campesinado que buscó un alivio a su situación con la puesta en cultivo de nuevas tierras. Los municipios disponían todavía de terrenos comunales liecos, reservados hasta entonces a las dulas concejiles y que ahora van a labrarse.
Para 1931 las roturaciones de corralizas y comunales, tenidas por más rentables, prácticamente habían concluido.
Un visión retrospectiva puede ser ilustrativa. En Navarra, se pasó de 264 mil Ha. cultivadas en 1870 a 318 mil en 1931. Puede calcularse que 54.000 Has., unas 600.000 robadas de tierra, fueron trabajadas por primera vez en este período de 60 años.
A esto se une la leve disminución de los barbechos. Un análisis porcentual arroja que la superficie de barbecho en Navarra respecto del total de la superficie agrícola o cultivada pasó del 27,53 por ciento en 1900 y del 26,99 en 1931, siendo la media española del 34,23 y del 30,00 respectivamente. Para esta disminución de los barbechos influyó la aplicación de abonos químicos y la potenciación del cultivo de plantas leguminosas y de plantas forrajeras que aportaban muchos elementos nutrientes de origen vegetal a la tierra.
Atendiendo a la Zona 2 navarra (77798 Has.), la superficie de cultivo (en hectáreas) y el porcentaje del área cultivada evolucionó notablemente durante el último siglo. Véase la tabla:

AÑO
1818
1888
1930
SUPERFICIE CULTIVADA 
18733,41
31672,01
51851,99
PORCENTAJES
24,1
40,7
66,7


Todo esto refleja “el hambre de tierras” de esos años. La Zona 2 representaba en 1931, aproximadamente 1/6 de toda la tierra cultivada en Navarra.
Para estimar el crecimiento de la superficie de cultivo en Mendavia, una idea aproximada la da el dato de su superficie catastral (77,95 km2), que sería aproximadamente 1/10 de la extensión total de la zona 2. Con un pequeño cálculo se obtiene, por ejemplo, que en el año 1930 Mendavia tendría 5,2 miles de Has. cultivadas, unas 57 mil robadas.
Respecto al uso del suelo como secano, regadío, huerta, viña u olivar, en Navarra analícese la siguiente tabla:

EVOLUCIÓN DEL USO DEL SUELO EN NAVARRA
Miles de Hectáreas


1818
1857
1888
1895
1913
1930
SECANO
129
164
187
197
236
291
REGADIO
18
21
29
27
31
35
HUERTA
1
1
2
2
2
2
VIÑA
24
28
47
57
15
30
OLIVAR
6
14
11
10
11
10
TOTAL
178
228
276
293
295
368


La roturación en el secano es una constante del siglo XIX, aunque su gran momento habría de llegar en las primeras décadas del siglo XX. El regadío se amplió también, sobre todo entre 1857 y 1888, pero probablemente se debió más a la rotura de sotos que a obras de ingeniería al efecto.
A fin de siglo retroceden, porcentualmente, el regadío, la huerta y el olivar. Es el viñedo el cultivo que ha ampliado su papel dentro del espacio agrícola. Tanto que ha llegado a constituir un verdadero problema por las mutaciones sufridas a comienzos de la década de 1890 en los mercados del vino . En 1895 Celso Jaén califica de “desastrosa e insostenible” la situación de la agricultura navarra, atribuyendo sus causas al “excesivo predominio del cultivo de la vid en una gran parte de la provincia”, al endeudamiento campesino originado en la fiebre vitícola y al aumento de los gastos de explotación. Poco tiempo después, la filoxera arrasaba el viñedo navarro, golpeando duramente las economías domésticas, obligando a un serio esfuerzo institucional y permitiendo el reajuste de las áreas de cultivo vitícola.
Los escasos datos disponibles sobre producciones permiten analizar la evolución de olivar hasta estancarse después de 1850. En 1799 se recogían en Navarra 37.277 arrobas de aceite según el Censo de Frutos y Manufacturas, en el quinquenio 1803-07 la media anual era de 61.369 y en 1857 se llegaba a 152.385 arrobas. Una progresión similar no la alcanzaba ningún otro producto de la tierra. Posteriormente, la extensión de plagas como la «negrilla», una sucesión de heladas (la más grave en 1887) y la competencia de otros caldos o grasas decidió la suerte regresiva de este cultivo.
La pauta en la segunda mitad del siglo la marcó el viñedo, especialmente cuando la acción de la filoxera en el país vecino abrió el mercado francés a los vinos de este lado del Pirineo. De unas 23.645 has. en 1818 se va a pasar a 47.233 en 1888 y 57.016 en vísperas del azote filoxérico. La devastación del viñedo en la muga del nuevo siglo detuvo el afán roturador –aunque menos en la Ribera que en las otras zonas- hasta la década de 1910.
En julio de 1920 el temor a las plagas es tal, que ante unas manchas extrañas desconocidas se destruyen varios campos de vides en Mendavia.
A partir de entonces se amplió el espacio de regadío dedicado al maíz y la patata, y se introdujo el cultivo de la remolacha azucarera. La alfalfa también se expande en detrimento del lino y cáñamo que desaparecen casi totalmente.
Como referencia evolutiva se presenta un estimado de la distribución del uso de la tierra en la Zona 2 navarra en el siglo XIX.

Porcentajes y Hectáreas


1818 (%)
1838 (%)
1818 (Has.)
1838 (Has.)
SECANO
38,15
36,42
6.160,38
12.145,74
REGADÍO
40,42
36,87
2.287,93
2 .993,03
HUERTA
1,94
0,71
94,33
69,42
VIÑA
16,24
20,50
1.422,05
3 .083,06
OLIVAR
3,25
5,46
264,73
581,59
TOTAL
100
99,97
10.229,42
18 .872,84


Una idea aproximada del uso del suelo en Mendavia en el año 1930 la da la base de 57 mil robadas de cultivo y la distribución porcentual cotejando los datos en hectáreas de Navarra en 1857 y 1930, con la zona 2 en 1838.

Uso de la tierra en Mendavia (1930)
 Robadas cultivadas



Navarra
1930
%
Navarra
1857
%
Zona 2
1838
%
Inferencia
porcentual
para Zona 2
1930
Miles de
robadas en
Mendavia
SECANO
291
79
164
72
12,1
64
60
34,2
REGADÍO
35
19
21
9
3
16
29
16,5
HUERTA
2
1
1
1
0,1
1
1
0,6
VIÑA
30
8
28
12
3,1
16
9
5,1
OLIVAR
10
3
14
6
0,6
3
1
0,6
TOTAL
368
100
228
100
18,9
100
100
57

  Cálculos propios con datos anteriores e inferencias porcentuales.


De acuerdo a estos cálculos propios, en 1930 se tendrían en Mendavia, aproximadamente, 34.200 robadas de secano, 16.500 de regadío, 600 de huerta, 5.100 de viña y 600 de olivar. Es un intento primero de aproximación, que deberá contrastarse con otras fuentes y datos de primera mano. Una dato conocido para Santacara, un pueblo más pequeño: el año 1931 tenían como bienes comunales 13.756 robadas de secano y 1.879 de viña, y cada vecino recibía del ayuntamiento 17 robadas de secano, 4 de viña y 3 de regadío.