A principios de siglo s. XX, el proyecto de construcción de la carretera Mendavia-Logroño supuso un punto de debate importante para la región. Se ponían sobre la mesa razones a favor y contra. Y, aunque no se exponía con tanta claridad, allí estaba: la trama de intereses que lo rondaban.
El proyecto era relativamente antiguo. En 1889 se nombró en Mendavia una comisión de cuatro concejales, Cesáreo Sagredo, Juan Sagredo, Ignacio García y Andrés Úzqueda, con el fin de inspeccionar “los terrenos designados por el ayuntamiento de Viana para la dirección de la carretera de Mendavia a Logroño, en el caso de una inteligencia entre ambos pueblos”. En 1892 se entablan algunos diálogos con el Ayuntamiento de Viana a través un comisionado, vecino de Recajo, Domingo Agós. El proyecto avanza muy lentamente. En 1907 ya se han expropiado algunos terrenos necesarios para la construcción de la carretera y, tras este procedimiento, se autoriza al alcalde para que proceda a la venta de los que quedaron sobrantes (Sainz y Elvira, Mendavia: su pasado).
Un par de artículos de 1911 y 1913 comienzan, tímidamente, a entrar en tema. Todavía en 1911 se apuntaba al proyecto de construcción de puente sobre el Ebro, por La Barca (La Rioja, 11-12-1909). Sin embargo, diversas notas de prensa entre abril y septiembre de 1913, van posicionando de nuevo el nuevo proyecto de carretera para el que ya se habían empezado a realizar expropiaciones (diario La Rioja).
En 1919 se reimpulsa el asunto desde la Junta de Veintena del Ayuntamiento, y en el mes de marzo la Diputación aprueba la construcción de la carretera (Sainz y Elvira, Mendavia: su pasado). Nuevos debates aparecen en La Rioja, sobre condiciones y gestión de dicho proyecto, en noviembre de 1919, enero de 1920 y abril de 1920. Nuevos debates aparecen en La Rioja, sobre condiciones y gestión de dicho proyecto, en noviembre de 1919, enero de 1920 y abril de 1920.
Es de sumo interés un artículo en el diario La Rioja (27-6-1920), en el que se muestra la fuerza coyuntural del grupo político de la izquierda de Mendavia, que llegó a tener mayoría entre los concejales, y cuyo proyecto fue truncado por la dictadura primoriverista. El artículo en cuestión reseña una importante reunión de evaluación del proyecto de construcción de la carretera Mendavia-Logroño. Se hace ver que la idea no era nueva, sino que los pueblos navarros de la ribera izquierda del Ebro la venían gestionando ante la Diputación Foral como paso importante de comunicación con Logroño. Pero el presupuesto de la Diputación se agotó. Desde Pamplona se comprometieron a reembolsarles los gastos en cuatro años, si los pueblos adelantaban la construcción. El 25 de junio de 1920 se trató de ello en Mendavia. Asistió por el Ayuntamiento de Logroño Federico López. Se comprometió a gestionar con el Estado la construcción desde el Puente de Piedra hasta Barrihuelo, el límite de la Provincia riojana. Los propietarios particulares de Mendavia están dispuestos a aportar fondos importantes para la construcción, proyectando su conclusión en dos años. En el análisis de intereses en juego, este asunto se relacionó con otro. Algunos concejales mendavieses pedían el roturo de las corralizas de los propietarios a cambio de esta concesión. Se decía, además, que resultarían beneficiados principalmente los que tenían frutos de regadío, y no tanto los que llevaban tierra a renta. El tema se dejó para nuevas discusiones. Se quedó en “trasmitir lo tratado a los obreros del pueblo”. “Debe advertirse que en el ayuntamiento de Mendavia dominan los concejales del grupo o partido llamado obrero” –escribía el articulista. El alcalde en ese momento era Inocencio Suberviola Luri.
En 1921 el diputado del distrito don Manuel de Irujo aconsejaba al ayuntamiento que insistiera, solicitando la inclusión de la carretera de Mendavia a Logroño en el plan general y técnico de carreteras de Navarra acordado por la Diputación. El ayuntamiento, considerando de gran importancia la construcción de dicha vía, acordó por unanimidad pedir la inclusión de esta carretera en el mencionado plan (Sainz y Elvira, Mendavia: su pasado).
En agosto de 1922 apareció de nuevo el tema en la prensa riojana. Entonces se debatía cómo Logroño se comprometía a hacer un aporte del 30%, Mendavia el 60% y los terratenientes beneficiados un 10%. Los riojanos argumentaron en su consistorio, para justificar su aporte, que tendrían beneficios y pronto recuperarían el capital invertido fijado en 25.000 pesetas.
En febrero de 1923 el ayuntamiento de Logroño aprueba entregar 3.000 pesetas anuales por cinco años para la construcción de la carretera Logroño-Mendavia, y se compromete a apoyar en las gestiones. La Junta de la Cámara de Comercio de Navarra se dispone a recolectar fondos para la continuación de los trabajos (La Rioja, 21 y 24 del 2-1923).
En enero de 1924 se volvió a tratar el asunto de la reconstrucción y terminación de la carretera de Logroño a Mendavia. Pero, con la dictadura en el poder, se ralentizó el asunto y se prefirió enfocarlo, sin más, como un conjunto de compromisos económicos asumidos por la Diputación Foral de Navarra y el Ayuntamiento de Logroño. Los temas de roturos y aportes de los terratenientes desaparecieron entonces de la mesa, al menos para el debate.
Dada la lentitud del proyecto, en marzo de 1930 los diputados provinciales José María Modet y Manuel Irujo se ofrecen para gestionar los asuntos de la carretera. En agosto se logra que la Diputación comience la demarcación de la carretera, y se continúan las expropiaciones de terrenos con algunas tensiones, las habituales en estos casos (Sainz y Elvira, Mendavia: su pasado).
Con el nuevo gobierno republicano se movilizan los pueblos de Peralta, Andosilla, Azagra, Cárcar, San Adrián y Lodosa, consiguiendo el apoyo de los diputados lrujo, Baleztena, Gastón y Badarán; y del Ayuntamiento de Logroño. De ese modo se presentan con el proyecto a la Diputación Provincial, donde consiguen el apoyo tan esperado (Sainz y Elvira, Mendavia: su pasado).
En marzo de 1931, apenas terminada la dictadura de Primo de Rivera, la construcción de la carretera Mendavia-Logroño se propaga como buena noticia en la revista Ingeniería y construcción. 3/1931, n.º 99, página 54: “Parece ser que la Diputación de Navarra ha acordado dar preferencia absoluta a la construcción de la carretera de Mendavia al límite de la provincia de Logroño, lo que permite asegurar que la construcción será inmediata, ya que la Diputación de Logroño tiene consignada en presupuesto la cantidad necesaria para estas obras”.
El 13 de agosto acudieron el alcalde Dionisio Salcedo y el concejal Pedro Sádaba Elvira a una reunión con el recién nombrado Gobernador de Navarra, Ramón Bandres, “para tratar de las roturaciones que se están verificando en esa localidad”. Les ordenó “que de ninguna manera se lancen a roturar, pues tendría que usar de su autoridad para impedirlo, lo que a todo trance quiere evitar”. Como solución para la falta de trabajo y de jornales propuso el Gobernador que los propietarios trataran de emplear el mayor número posible de obreros, lo mismo que la Diputación en la carretera de Mendavia a Logroño. De ese modo la construcción de la carretera quedó asociado al conflicto laboral y al asunto de los roturos y las corralizas (Jimeno Jurío, Revista Punto y Hora).
El sindicato Solidaridad de Obreros Vascos (SOV), de Estella, cercano a Manuel de Irujo, hizo acto de presencia en la zona durante el primer invierno republicano. En Mendavia surgieron choques entre el SOV de Estella y la UGT local. El presidente de la SOV de Estella denunció ante la Diputación que los puestos de trabajo estaban monopolizados por afiliados al partido y sindicato socialista, excluyendo a los de CNT y de SOV. El alcalde desmintió públicamente las acusaciones. La tensión siguió, pues el 7 de enero de 1932 firmaban doscientos obreros mendavieses una carta insistiendo en la marginación sufrida por culpa de los socialistas (Jimeno Jurío, Revista Punto y Hora).
En mayo del año anterior la Diputación les había pedido que ingresaran 30.000 pesetas en la Tesorería Provincial en concepto de gastos de estudio de la carretera. Parece que aún no lo han ingresado puesto que la Diputación amenaza en enero de 1932 con detener la obra (datos muy confusos en Sainz y Elvira, Mendavia: su pasado, mezclado con el presupuesto total de la construcción). Este año fue el más difícil, pues costó conseguir ese dinero en préstamo, según se explica más adelante.
No obstante, a finales de 1932, siendo alcalde Dionisio Salcedo, fue “aprobado el proyecto de carretera de Mendavia a Logroño, acoplado convenientemente al estado actual de las obras que ha presentado la Dirección de Caminos, cumpliendo el acuerdo de 25 de agosto último”. Se saca a subasta la construcción cuyo presupuesto para la fecha asciende a 282.800,64 ptas. (varias reseñas en el Diario de Navarra, 2, 5, 8, 9 y 10 del 11-1932; no parece que la fecha de inicio fuera el año anterior, como afirman Sainz y Elvira, salvo como propósito incumplido).
El año 1933 sería de trabajo continuo, tanto de construcción como de tasación de los terrenos que se iban expropiando (con peritos de Mendavia y Viana, señalan Sainz y Elvira, Mendavia: su pasado). Finalmente, el 18 de febrero de 1934, domingo, se pudo inaugurar la obra. El Financiero (Madrid). 27/4/1934, n.º 1.726, página 33 y 34, citando un artículo de La Rioja, 20-02-1934, recoge el acto de inauguración y realiza un análisis del proceso histórico seguido para llegar a este punto. Lo transcribo por fragmentos, con introducciones analíticas.
1.- Se remonta a 50 años atrás en el
interés de la construcción.
2.- Recrimina la falta de compromiso de Viana en el proyecto,
por razones de índole político.
Información
aparecida en el diario "La Rioja", de Logroño, del 20 de febrero
último: "En la tarde del domingo se celebró el acto de inauguración
oficial de la carretera de Logroño a Mendavia. El deseo de construir esta
carretera data de más de cincuenta años. Viana y Mendavia, pueblos afectados
por la obra, llegaron a un acuerdo para ofrecer el anticipo necesario para su
construcción, pero Viana, por causas políticas, anuló el compromiso que
contrajo y dejó a Mendavia abandonada a su propio esfuerzo, inferior desde
luego al que la obra exigía.
3.- Sigue el artículo alabando el papel cumplido por
la Cámara de Comercio de La Rioja. Nada extraño que se resalte su rol, tanto
por su compromiso objetivo e interés en el proyecto, como por escribirse el
texto desde un diario de Logroño. Se resalta la riqueza de los pueblos navarros
ribereños y el acortamiento notable de distancias que se lograría.
La Cámara
de Comercio de esta provincia, para la que serán pocos todos los elogios, en
razón a su actividad e interés, estudió el asunto y llegó a la conclusión de
que, en orden a los intereses de Logroño, sacado el Pantano de Ortigosa, no
había otro tan importante, pues se trataba de poner en comunicación con la
capital 40.000 almas de la línea Andosilla, Carcar, Lodosa, Mendavia de la
ribera de Navarra, lo más rico de aquella provincia, colocando a Mendavia a 20
kilómetros de Logroño, mediante una carretera llana y recta, cuando su
distancia por otra accidentada y peligrosa la tenía casi a 50, ofreciéndosele
sólo la alternativa de utilizar esta vía o de, para cortar tener que atravesar
el Ebro en barca.
4.- Se detalla el compromiso de los intervinientes en
el proyecto: Diputación Foral de Navarra, Cámara de Comercio de Logroño y adelantos
municipales de Mendavia. Se hace ver que mermará el mercado de Mendavia hacia
Estella, para enriquecer el de Logroño. Aquí se ve que el plan inicial de
aportes a cinco años, contemplado en 1923, hubo de modificarse por otro plan a
10 años por el poco compromiso de Viana, y con pocas respuestas por parte de la
Diputación cuando, a principios de 1930, el alcalde Cruz Sagredo acude a ella.
El proyecto previsto realizarse en 1928 se trasladó hasta 1933.
Con la
carretera de Mendavia, esta población hoy feudataria del mercado de Estella se
coloca en Logroño. Con este pensamiento, la Cámara de Comercio se dirigió a los
terratenientes afectados, a la Diputación y al Ayuntamiento de Logroño,
logrando una cifra de donaciones efectivas en diez años que le permitieran
concretar un compromiso con Mendavia, en virtud del cual respondería del 50 por
100 de los gastos que la construcción produjera. Las carreteras se construyen
en Navarra por la Diputación foral, pero los pueblos han de anticipar el total
de las obras que luego la Diputación devuelve en diez anualidades, resultando
que con lo que realmente es contribución de los Municipios, es con los
intereses de la cantidad anticipada, que vienen a representar de un 20 al 30
por 100 del coste total.
5.- Se recoge el proceso final, durante la República,
de recolección de fondos, subasta y ejecución. Se detallan algunos
inconvenientes del camino, y el incremento del presupuesto respecto al
aparecido en prensa un año antes.
Faltaba
aprobar el proyecto, para después sacarlo a subasta y el Municipio de Mendavia
se confió a la Cámara de Comercio para lograrlo. La Cámara trabajó con
entusiasmo y tuvo que vencer grandes dificultades, por la contrariedad que
suponía para los intereses de Estella la construcción de la carretera, y
después de utilizar toda suerte de influencias y de repetidos desplazamientos
para realizar sus gestiones, logró la aprobación del proyecto, cuyo presupuesto
ascendía a más de 431.000 pesetas. Parte de las obras se comenzaron por
administración con un anticipo de 60.000 pesetas de la Diputación foral, para
conjurar el paro obrero en Mendavia. Para conseguir el resto, se gestionó de la
Caja de Ahorros de Navarra, con préstamo que no facilitó por tener agotado
Mendavia el cupo que la Caja tiene por norma conceder, y se realizaron diversas
reuniones con la Banca de Logroño y luego con una casa de banca en particular,
que no dieron el resultado apetecido. Entonces el Ayuntamiento de Mendavia
emitió un empréstito en obligaciones de 500 pesetas, al seis por ciento, libre
de impuestos, garantizado con el acuerdo de la Diputación de devolver el
anticipo en diez anualidades con las contribuciones de Mendavia, con la
suscripción lograda por la Cámara de Comercio de Logroño y con la
responsabilidad de la Junta de veintena de Mendavia y de las fincas inscritas
de aquel Municipio. La banca, con excepción de dos casas, tampoco suscribió
nada y fue preciso que tres comisiones, pacientemente, visitasen al comercio y
a la industria de la capital, consiguiendo una cantidad que unida a la
conseguida en Mendavia y a una pequeña participación de algunos terratenientes
de Viana, permitió el anticipo y la subasta."
El alcalde Jesús Pastor, el ingeniero Carmelo Monzón, el Gobernador de Navarra, el presidente de la Cámara de Comercio y el alcalde de Logroño, fijaron el día. Al acto asistieron las primeras autoridades de Navarra y Logroño, y el director general de Obras Hidráulicas, al que se le pidió la ejecución del Regadío del Rubio y Carraimas. Comenzó con un banquete costeado por la Cámara de Comercio de Logroño, y a las cuatro de la tarde fue la inauguración formal, terminando en Mendavia, con música y un lunch de honor a las personalidades asistentes, en la Casa Consistorial. El lunch costó 304,80 pesetas y fue servido por doña Ambrosia Palacios. Don Rufino López tocó con su banda (Sainz y Elvira, Mendavia: su pasado).
En noviembre de 1934, con una Gestora Provincial de derechas, diversos ayuntamientos socialistas de Navarra fueron destituidos: Falces, Allo, Mendavia, Sartaguda, Peralta y Berminzana, entre otros (La Región, 1-11-34).
En Mendavia, el alcalde Salcedo fue acusado de corrupción en relación con la construcción de la carretera Mendavia-Logroño. En realidad, según se ha visto, fue Dionisio el que impulsó la construcción definitiva de la carretera Mendavia-Logroño, después de muchos años de proyecto a marcha lenta. Fue una excusa para nombrar un alcalde de su línea política, Fermín Martínez de Luco, de modo similar a como hicieron en todos los demás pueblos.
En 1935, con la carretera ya construida, la mendaviesa
de Félix Lacalle cubriría esa ruta hasta 1942. Nuevas puertas de comunicación
se abrían, y otras más se abrirían. Con los debates e intereses del caso, que
no faltan. Ya lo sabemos.
En los años 1936, 1938, 1939 y 1942 se señala en el libro: Mendavia, su pasado, que la Diputación devolvió 36.650 ptas. (en cada año de estos) y que con ello se amortizó el préstamo de la Caja de Ahorros. Cuesta creer esta versión de los hechos, según la cual, en esos convulsos años, desde Pamplona entregaran al pueblo tales dineros…. Además, la documentación que ofrezco anteriormente indica que la Caja de Ahorros no dio el préstamo. ¿A quién devolvieron los préstamos tras la Guerra?, habría que verlo. Pero ese es un asunto más complejo para cuyo abordaje se requiere mayor documentación económica. Reclamaciones por los terrenos de Viana tuvieron que solucionarse incluso en 1946.
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