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domingo, 13 de marzo de 2016

ECONOMÍA Y SOCIEDAD EN NAVARRA Y MENDAVIA (1900-1936) (6)


Comercio, comunicaciones  y otros asuntos económicos en Mendavia

En cuanto a los comerciantes, en Navara se confirma la discontinuidad entre los comerciantes del siglo XVIII y los de después de 1840 ya que los individuos que intervinieron en la constitución de sociedades mercantiles a mediados del siglo XIX no pertenecían, por lo general, a las sagas familiares de comerciantes del último cuarto del siglo XVIII.
Sin embargo, estas nuevas familias de comerciantes fueron capaces de compatibilizar la inversión en inmuebles con actividades en el sector del comercio y en el de las manufacturas. Así sucede en Mendavia, que varios de los principales adquirientes en el proceso de desamortización eclesiástica de Mendizábal tuvieron un papel destacado en el ámbito mercantil de la zona.
En cuanto a estrategias matrimoniales, se aprecia la existencia de una importante homogamia entre linajes relacionados con el mundo mercantil, diferenciándose de los clanes de grandes propietarios con cierto abolengo e, incluso, tradición aristocrática.
En Navarra, el estudio del poder político-económico provincial demuestra la existencia de un alto grado de concentración del poder, no sólo porque el 38,3 por ciento de los diputados forales fue elegido en más de una ocasión y el 16,4 en tres, cuatro o cinco, sino porque, además, hay que tener en cuenta que “estos diputados estaban relacionados por una tupida red de parentescos que se extendía a diputados a Cortes, concejales y alcaldes y en no pocos casos a eclesiásticos y militares”. Las redes mendaviesas pueden apreciarse en algunos árboles genealógicos recogidos en anexo, referidos a las familias Modet, Mauleón, Jiménez, Fernández de Piérola y Urbiola.
En junio de 1900  se proyectó la realización de un canal de Mendavia que no llegó a ejecutarse. En 1903 se cede un terreno de 730 áreas a la Diputación para la formación de un vivero provincial de diversos arbolados, a orillas del Ebro, y a la izquierda de la barca. En enero de 1907 llega una comisión de Viana para tratar sobre un proyecto de regadío Viana-Mendavia. Tampoco se realizó. Ese año 1907 se autoriza al Ayuntamiento a arrendar el aprovechamiento del estiércol.
Además de los desarrollos ya mencionados, la incipiente industria de la región se desarrolló de manera notable durante la segunda mitad del XIX y la primera del XX. En Mendavia funcionaban varios hornos de cal, chocolates y velas, talleres de construcción de carros, trujales y una alfarería. En 1905 Pelegrín Ortiz tiene una fábrica  de arguardiente. La viuda e hijos de Marcos Sainz, que había tenido fábrica de aguardiente, venden una prensa de orujo en 1922.
Es conocida, algunas décadas después, la tejería de Cayo, con Aniano Maiza como trabajador.
Manuel Martínez, en 1907, lleva la expenduría de tabacos. Pero ésta no es nueva. Ya estaba regularizada desde 1812 en que se había arrendado a Fausto Marín, vecino de Viana. La administración de portazgos se adjudica este año a Guillermo Antón, en 2.150 pesetas. En 1912 se aprueba el ensanche de los muelles de la estación de Mendavia y se proyecta la construcción del Matadero Municipal; se menciona a Pío Romero San Juan como comerciante de Mendavia: fue concejal, y es mencionado como prestamista y comisionista; vende bueyes en 1900 y en 1911; y su vida social aparece em la prensa de Logroño (matrimonio en 1900, hijos en 1906, 1908 y 1912). Otro comerciante conocido es Nicolás García: vende una yegua y dos potras en 1924.
El año 1912 el municipio arrienda la recaudación de impuestos municipales y provinciales con pago del 4% de lo recaudado. Se estima un cobro de 55.000 ptas. anuales.
En julio de 1919  el contratista Víctor Etayo, de Logroño, anuncia la necesidad de peones para las Obras (no se especifica cuáles) que se están construyendo en Mendavia. Ganarán 5 pesetas diarias.
Una muestra del periódico La Rioja, entre abril de 1919 y diciembre de 1920, arroja algunas informaciones referentes a la incipiente industria y mecanización del pueblo.
En casa de Evaristo Suárez se solicita herrador, forjador y oficial carretero en el taller de Jacinto Martínez,  y oficial herrero en casa de Patricio L. Palacio, al que se le enseñará el montaje y manejo de segadoras y maquinaria; y al que se le pagarán 40 ptas. mensuales libres. En el taller de carretería de Rufino Martínez Hermano, se vende motor trifásico de 3 HP, marca Siemens; otro motor trifásico de 5 HP vende Jacinto Martínez; y Néstor Alba vende máquina de brazo, seminueva, «Singer».
En abril de 1920 se anuncia la venta de Sal Gema La Paloma, fina, en paquetitos, gruesa y en bolas. El administrador de esta pequeña fábrica es Manuel María Murgoitio, en la Estación.
Respecto a la zapatería, existe la de Néstor Alba en 1918; y solicita oficiales en 1922. En casa de Serafín Marquínez se venden hormas de varias series el año 1920. En noviembre de 1923 se anuncia la venta de una completa fábrica de calzados, de Amadeo Merino. En la fábrica de calzados de Bienvenido Cámara, en Mendavia se solicitan obreros desde agosto 1922 hasta diciembre de 1923. (Nota testimonial: Bienvenido trabajaba en una fábrica familiar. En particular, hacían botas y tenían máquinas de coser zapatos. Su fábrica estaba en la calle La Lechuga. Los hijos y sobrinos siguieron con su empresa un tiempo. Miguel, Javier y Roberto eran hermanos / primos carnales. Martín Sancho fue uno de sus obreros, que más tarde se independizó).
Los oficios se han diversificado, aunque poca cosa, respecto al siglo anterior. A los tradicionales labradores, jornaleros, panaderos, carniceros, esquiladores, barberos, cantineros, sastres, caldereros, guarnicioneros, herreros, forjadores, carpinteros, albañiles, zapateros… se agregan los camioneros, ferroviarios, camineros, carteros, comerciantes…
(Nota testimonial: La familia de cordeleros García se mantuvieron en esa labor por muchos años. Los padres de Tomás, y de Gregorio y Víctor, eran hermanos y cordeleros independientes. Carpinteros eran los Alonso, Vicente y Antonio. Luego vinieron los Martínez Falcón que hacían cajones para espárragos, puertas, ventanas y remos, con madera de chopo.)
En 1906 son pastores Macario Ramos y Sotero Martínez. En 1922 Teodoro Romero ofrece en prensa un hortelano-jardinero.
En 1907 Dioniso Oliván solicita un aprendiz de herrero. En mayo de 1933 se denuncia robo de herramientas en el taller de Raimundo Oliván por 220 pesetas.
En 1911 Inocente Sainz vende jamones frescos y Anselmo Sanz tiene una tocinería. Don Juan Davarcena (castrador) establece en 1910 una parada nueva (privada), para la reproducción de caballos. Él se encarga, además, de marcar los novillos que hay en Imas.
En 1916 el señor Illán, ferroviario, es trasladado desde Logroño a la estación de trenes de Mendavia.
Eloy Ramiro es barbero y solicita en 1921 oficial o aprendiz adelantado para trabajar en su casa.
La modista Ramona Ruiz da lecciones de corte en Mendavia en noviembre de 1916.
Hay informaciones interesantes sobre los pescadores del pueblo. Entre 1900 y 1904 la Guardia Civil detiene vecinos por infracción de la ley de pesca, por vender pescado sin tener licencia para pescar, por cazar sin licencia, por cortar leña en el Soto, por hurto de maderas, por cortar leña, por tala y hurto de árboles frutales en terrenos particulares. Por pescar en el Ebro son denunciados en septiembre de 1907 Saturnino Elorza y Patricio Zalduendo Rivas. En este caso se describe los implementos de pesca que les retienen: 6 botrinos, una remanga, ¡7 cartuchos de dinamita, 13 pistones, 2 metros de mecha! y 3 kg de pesca. En 1920, noticia del 22 de junio, son denunciados tres vecinos (Dionisio Miguel, Félix Miquélez y Ángel Alonso) por pescar truchas. Todavía las había en el Ebro a esta cota. Y se pescaban ocasionalmente trencas y anguilas. La pesca con dinamita, por los daños que ocasionaba, ya se penaba con multas fuertes. Los botrinos se empleaban sobretodo para el cangrejo. Además, los labradores colocaban cuerdas con anzuelos por las orillas del Ebro. En abril de 1923, de nuevo Secundino Alonso, de 25 años y José Alonso, de 15, son denunciados por pescar en Alcanadre. En diciembre de 1921 son denunciados cuatro vecinos pescadores (Domingo Elvira, Francisco Miquélez, Pedro y Agapito Cenzano) por cortar leña en un arbolado de Mendavia de El Vergal. En 1924 le quitan dos redes de pesca los guardias de Agoncillo a Eduardo Elvira Harina. A partir de 1916 consta en el Boletín Oficial de Logroño que han sido otorgadas licencias de pesca para el Ebro, según reglamento de 1911, a varios mendavieses. En 1916 y 1922 a Saturnino Lorza Sádaba (60-65 años), en 1922-1923 a Segundo Alonso Caro (21), Cándido Alonso Elvira (42), Saturnino Alonso Elvira  (26), Mauricio Alonso Elvira (23), Domingo Miquélez Peñas (47), Gregorio Miquélez Elvira (21), Tomás Miquélez Elvira (24-25), Eugenio Miquélez Elvira (19-20), Eduardo Elvira Harina (36), Domingo Elvira Harina (40), Felipe Elvira González (25) y Cirilo Elvira Martínez (36) y en 1923 a Eusebio Oroz Úzqueda (38 años, labrador) y Emilio Lorca Ocáriz (37). Los Miquélez, Alonso y Elvira eran las familias más importantes de pescadores. Y tal vez la de los nombrados en prensa Lorca-Lorza-Elorza apellido originario de Lazagurría, según cuentan. En febrero de 1928 mueren ahogados tres pescadores.
Unas décadas más adelante se recordará a la familia de Domingo Elvira como pescadores. Domingo (1882-1955) y su hermano Eduardo se dedicaban a la pesca en el río Ebro. Tres hermanos Elvira murieron ahogados en el Ebro (Santiago, Eduardo y Pedro). Cecilio Elvira, junto a la familia de “los galanes”, vendían en fresco a los pueblos de alrededor. La mujer y las hijas de Domingo, Romualda, Pilar y Trini, también lo hacían por Corera, Galilea, El Redal, Los Arcos... Ellos hacían sus propias barquillas para pescar. Felipe Elvira Cenzano se mantuvo como pescador, al menos hasta 1975.
El 10 de agosto de 1904 se informa que el sábado anterior comenzó la caza del monte. Acuden 52 cazadores de la zona y cazan 400 conejos. En 1906 se reseña el uso de redes para la caza. Ante el crecimiento de la caza, además de las licencias de pesca, también se gestionaron en 1914 algunas licencias de armas, a Ildefonso Vicente Martínez; y de caza, a Evaristo Romero y Luis Andrés Igal.
Los casinos, bares y bodegas se van consolidando. El “Casino Recreativo” en enero 1903 renueva su Junta Directiva, que queda formada por: Juan Antonio García, presidente; Cirilo Martínez de Luco, tesorero; Ildefonso Cantero, vocal;  Crispiniano Echeverría, secretario. En 1920 se nombra la cantina de Cándido Alonso. María, viuda de Sebastián Aramendía, era entonces propietaria de un café. Se recuerdan como bares antiguos el de Tito Manso y el de Martín Elvira (en la postguerra este último sería usurpado como centro falangista y luego retomado por la familia como “bar de Lucio”).
Dioniso Martínez Lizuain y Servando eran cantineros en 1936. Cantinas o bodegas existían desde 1940 la de La Marina, Ripa (en la plaza) y la del Ausejano, en las Eras.
En la década de 1920 las relaciones comerciales de Mendavia se realizaban fundamentalmente a través de la Barca y los ferrocarriles del Norte, con la Rioja y Aragón. La Barca de Mendavia fue construida en 1894. Juan Sagredo Elvira fue a buscarla a Zaragoza y la trajeron en tren. Costó 4000 ptas. Representó para Mendavia ingresos económicos, línea de comunicación y centro de esparcimiento con La Rioja. En junio de 1902 la Barca de Mendavia sobre el Ebro se enumera entre los puntos  aduaneros de Navarra. El 16 de diciembre de 1906 se autorizó al Ayuntamiento de Mendavia para arrendar el servicio de la barca. En enero de 1907, se adjudicó el arriendo de la barca a don Gregorio Ordóñez.
El cultivo de la remolacha acrecentó la importancia de la barca para la economía de Mendavia, pues la usaban carros y galeras para atravesar el río y descargar la remolacha en los vagones de tren que la trasladaban a las azucareras de la zona, principalmente en Zaragoza. En 1919 se hace el transporte en carro de remolacha a la estación por 55 ptas. la tonelada.
Servía de paso del Ebro para llevar a los viajeros a la estación que existía al otro lado del río, que usaban el tren correo conocido como trenillo, para desplazarse a Calahorra, Logroño, Tudela o Zaragoza, tanto con fines de comercio como para las fiestas importantes como San Mateo o El Pilar. Fue además legendaria la diligencia que se encargaba de llevar y recoger a los viajeros, así como el correo.
La utilizaban tanto personas como carros, galeras e incluso camiones en sus últimos tiempos. De su manejo se encargaba un barquero, que residía en la casa de La Barca, un edificio que, tras ser desalojado por el último barquero, Cecilio Elvira, sirvió para otros usos como el de bar.
Dado el incremento de comercio a través del Ebro, el 29 de enero de 1922, la alcaldía anuncia su deseo de comprar un pontón de dos puntas para navegar por el Ebro.
Por el desgaste del uso en los tiempos de gran producción de remolacha, la carretera de la Barca se encuentra en gran abandono en 1927. Así lo refleja la prensa en el mes de abril.
Sobre el asunto de las vías de comunicación, en 1913 el Gobierno prometió la construcción de una carretera Vitoria-Antoñana-Mendavia en dos años. Una estación-apeadero entre Recajo y Mendavia, en jurisdicción de Agoncillo, donde ya había una fábrica de conservas se estudió construir en 1921.
El avance más significativo lo constituyó la construcción de la carretera a Logroño. En febrero de 1923 el ayuntamiento de Logroño aprueba entregar 3000 ptas. anuales por cinco años para la construcción de la carretera Logroño-Mendavia, y se compromete a apoyar en las gestiones. Sin haber concluido esta carretera ya comienza a operar una ruta de autobues, pasando por Viana y Lazagurría. El Boletín Oficial de la provincia de Logroño del 8 de noviembre de 1923 informa de la solicitud para abrir la ruta de autobuses de Logroño a Andosilla. Lo solicitan los empresarios Juan Martínez Ormaechea y Demetrio Ruiz Jiménez. Disponen de 5 ómnibus Fiat para ello, y pasarán por Viana, El Poyo, Torres, Lazagurria, Mendavia, Lodosa y Cárcar. En 1935, con la carretera Mendavia-Logroño construida, la mendaviesa de Félix Lacalle cubriría la nueva ruta.
Los vehículos a motor comienzan a hacerse presentes en la región. Se anuncian en prensa de La Rioja autobuses, camiones, camionetas, turismos… Las marcas comunes son Ford, Fiat, Dodge, Peugeot e Hispano-Suizo. Una interesante noticia del 29 de mayo de 1923 refiere el primer accidente automovilístico en la carretera Mendavia-Lodosa, en el que un Piérola resulta lesionado. Es un choque entre los vehículos de dos grandes propietarios, uno de Mendavia y otro de Lodosa;  ambos disponen de un automóvil personal. Durante la Segunda República volverán a mencionarse vehículos, al menos en un mitin en Lodosa y en un viaje a Pamplona para presenciar un juicio. Entre 1923 y 1936 el número de vehículos en Mendavia había crecido y existían varias rutas de transporte público.

El 27 de junio de 1925 se reseña la inauguración de un teléfono  público en Mendavia, perteneciente a la Compañía Telefónica Nacional. José María Modet, diputado foral en ese año, y el sacerdote Pedro Lopena presiden el acto, en el Círculo Católico y Casino Agrícola, planta baja del edificio de José María González, comerciante y confitero.

En febrero de 1916, la compañía Papelera Española anunciaba compra de chopos puestos en vagones de la estación de Mendavia a 16 ptas. la tonelada. En enero de 1924 el ayuntamiento de Mendavia pone en subasta para la venta 1088 chopos para obra, en 19 lotes.

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