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viernes, 19 de febrero de 2016

ECONOMÍA Y SOCIEDAD EN NAVARRA Y MENDAVIA (1900-1936) (4)

Ganadería en Navarra, Ribera estellesa y Mendavia

Las reglamentaciones del Antiguo Régimen protegían un sistema agrario basado en un equilibrio entre una agricultura limitada y una potente ganadería extensiva. Los favorables mercados exteriores de la lana y la capacidad de presión política de los intereses ganaderos (mestas) constituían las bases de ese equilibrio. Los hábitos tradicionales de la comunidad aldeana, como la dula, lo fortalecían e imponían fuertes trabas a la intensificación del cultivo. A comienzos del s. XIX la mayor parte de Navarra se hallaba inscrita en dicho modelo. La ganadería ovina trashumante y transterminante imponía la lógica extensiva en el uso del suelo de pasto. La ganadería de labor (bueyes, caballerías mayores y menores) dependía más de la hierba permanente de los sotos que del alimento de pesebre (cereal para pienso, forrajes, nabos, etc). La concesión del permiso de roturar debía ir precedida del señalamiento de pastos alternativos.
En la segunda mitad del siglo XVIII el crecimiento de la población, con su exigencia de grano para consumo, rompió este equilibrio. El reformismo liberal iba a heredar del ilustrado el fervor agrícola. La legislación decimonónica derribó todos aquellos obstáculos que protegían a la ganadería extensiva, aboliendo las mestas y ligallos y desterrando las servidumbres ganaderas que gravaban sobre la propiedad particular (acotamientos, cercados). El proceso roturador, de signo individualista, se aceleró ante la relativa indiferencia institucional, llegando a amenazar incluso a las vías de paso del ganado. La enajenación de amplios cotos de pasto (corralizas, ejidos, sotos, montes, etc) desde 1808 permitió la preservación de los intereses ganaderos, pero desde una óptica individualista. En el último tercio del siglo, lo que se llamó la “Gran Depresión” iba a golpear de nuevo los intereses pecuarios, forzando una reconversión del sector.
El divorcio entre agricultura y ganadería que tiene lugar en el siglo XIX obedeció en primer término a razones políticas, por las connotaciones anti-ganaderas de la reforma agraria liberal, pero fue ahondado por las expectativas de mercado en un siglo en que se estaba fraguando un marco cada vez más amplio de relaciones capitalistas en el campo. En ese contexto se inscribe la acción de los particulares: los grandes propietarios adquirentes de tierras en la desamortización y deseosos de ganancias rápidas, los labradores que veían en la rotura o en la plantación de viñas expectativas de ganancia o una válvula de escape ante el ahogo de las contribuciones o las caídas de precios y, por último, los jornaleros que veían en los roturos del comunal la salida al hambre y un resquicio para el acceso a la propiedad.

COMPOSICIÓN DE LA CABAÑA GANADERA
NAVARRA Y COMARCA ESTELLESA
Porcentaje sobre peso en vivo (Zona 2)
Datos en n° de cabezas (Navarra y Ribera Estellesa)


LANAR
CABRIO
VACUNO
CERDA
CERRIL
BOYAL
ASNAL
CABLS.
1818
Zona 2 %
41,3
2,8
13,6
0
10,7
6,2
18,2
7,2
1888
 Zona 2 %
24,1
3,3
9,6
4,6
12,1
4,7
29,2
12,5
INDICES DE EVOLUCION
56,7
113,1
68,0
-
110,7
74,2
169,5
155,4
1818- 
R Estella
23 .830
821
108
0
230
214
1.093
350
1888 –
R  Estella
11 .700
889
262
578
231
189
1.366
521
Total Navarra 1818
1.154.304
118.438
58.988
63.630
23.404
25.010
16.178
14.868
Total Navarra 1888
425.871
525.397
31.603
28.036
8.352
10.430
15.766
10.790

En el apartado de ganado cerril se incluyen potros, mulatos y yeguas de cría, es decir, los animales empleados en la reproducción de los medios de trabajo agrícola, de transporte y tiro. Por su misma naturaleza, este tipo de ganado no faltaría en las explotaciones de algunos labradores como un medio para asegurar autónomamente su viabilidad, pero es más segura su concentración en paradas orientadas hacia la venta en el mercado.
El ganado ovino trashumante es el que sufre una contracción más brutal. El buey había sido la fuerza de trabajo por excelencia de la mitad norte de Navarra, sin que faltara en el sur. Ayudaba a ello la abundancia de hierba fresca en esa región, el tipo de suelos que había de labrar y el mismo hábitat disperso que anulaba los inconvenientes de la lentitud del animal. El siglo XIX, debido a la ampliación de las distancias que suponen las roturas, contempla su abandono en favor de las caballerías mayores (mulas y caballos). La tendencia se prolongó durante la primera mitad del s. XX. Su mayor enemigo había sido la mula. El animal más parecido a una máquina: frugal, fuerte, resistente y rápido es idóneo para trabajar los suelos duros y distantes del sur de la provincia. Su único inconveniente es el hecho de no servir para la reproducción. El caballo de tiro y carga paliaba algunos de estos inconvenientes, aunque su alimentación exigía mayores atenciones y era más proclive al contagio de enfermedades. Uno y otro iban a ser los protagonistas del sostenimiento numérico de la cabaña de labor que, ante la fuerte disminución del ganado lanar, pasó a representar el 12% de la cabaña ganadera a fines de siglo, cuando a comienzos del mismo no llegaban a suponer el 6% .
Siguiendo esta evolución hasta 1930, puede observarse la tabla que sigue, en la que se muestra la participación porcentual (sobre peso en vivo) de la cabaña de renta y labor en el total ganadero en 1817, 1888 y 1930, en la zona 2 de Navarra.



1817
1888
1930
RENTA
LABOR
RENTA
LABOR
RENTA
LABOR
68,47
31,53
53,63
46,37
51,94
48,06
                                              
Considerando estos datos y la proporción aproximada de Mendavia como 1/2 de la Ribera Estellesa, se pueden inferir algunas informaciones aproximadas interesantes, sobre el porcentaje y número de cabaña ganadera en el pueblo, en torno a 1930. Véase la tabla.


LANAR
CABRIO
VACUNO
CERDA
CERRIL
BOYAL
ASNAL
CABLS.
1818-  R Estella
23 .830
821
108
0
230
214
1.093
350
Total Navarra 1818
1.154.304
118.438
58.988
63.630
23.404
25.010
16.178
14.868
% R Estella/ Navarra
2
0,7
0,2
0
1
0,9
6,8
2,4
1863
 (Mendavia-informe)
12.000
30
200
-
350
50
190
400
1888 –  R Estella
11 .700
889
262
578
231
189
1.366
521
Total Navarra 1888
425.871
525.397
31.603
28.036
8.352
10.430
15.766
10.790
% R Estella/ Navarra
2,7
0,2
0,8
2,1
2,9
1,9
8,6
4,7
Total Navarra 1933
708.490
64.270
61.570
79.890
23.190
-
14.050
27.580
Estimado R Estella 1933
19.120
129
490
1.680
610
-
1.204
1.297
Estimado Mendavia 1933
9.560
65
245
840
305
-
602
649

En Mendavia, habría en 1933, aproximadamente 9560 ovejas, 65 cabras, 245 vacas, 840 cerdos, 305 mulos, 602 burros y 649 caballos. Son datos algo imprecisos, a tenor de los que en 1863 aparecen en documentos de Mendavia, pero pueden dar una idea aproximada de su total ganadero. En particular, resalta la notable diferencia en cuanto a ganadería asnal y cabría en 1863, tan alejada de los datos para la Ribera estellesa (¿habrá un error en estos datos de los archivos de Mendavia que se divulgan en los textos de Inés Alvero Sainz?). Deberán ser mejorados con investigaciones pormenorizadas.
El movimiento comercial del ganado en Mendavia, a modo de muestra, puede apreciarse en algunas notas de prensa.
En el 1900 se reseña la renta de la carnicería, siendo alcalde Bernabé Valerio Sagredo. En 1903 se autoriza al ayuntamiento para arriendo de carnicerías (en mayo) y de diversos arbitrios (en diciembre). En los meses de marzo y abril, entre 1901 y 1903, Agueda de Mauleón anuncia arriendo de terreno en el coto de Imaz, de un soto de 2000 robadas para ganado bravo y lanar. En 1907 anuncia el arriendo de 7000 robadas de yerbas. Ese mismo año Francisco Mata, desde Pamplona, arrienda hierbas en el soto de Baldegón, mugante con Mendavia.
Una muestra de la actividad comercial con ganado son los anuncios en los diarios. En el mes de septiembre de 1903 Miguel Martínez de Luco anuncia la venta de 100 corderos: 60 primales y 40 ovejas viejas. En febrero de 1910 los criadores de ganado tienen abierta su Parada en Mendavia. Ese año se ofrecen en venta toros para las fiestas. Viene una comisión de Santo Domingo pero se va sin comprarlos. No les gustaron los toros de Mendavia. O tal vez fueran los precios…. Ese mismo año llegan a la dehesa de Mendavia los toros de la ganadería salamanquina de Carreros.
En 1914 Tomás Estella informa sobre venta de  vaca con ternero y leche de 15 días. En 1915 el ayuntamiento subasta hierbas para 2000 reses en temporada de verano. En 1920 Martín Elvira vende vaca holandesa de 6 a 7 años, en días de parir; Saturnino Ocáriz vende toro pinto, suizo, de 18 meses y Juan Lacalle vende 108 ovejas jóvenes, para criar. En 1922 la viuda de Marcos Sainz vende vaca suiza, y Gregorio Martínez vende un toro holandés. En 1924 Nicolás García vende yeguas de 9, 5 y 1 año, de pura raza.

Informaciones agro-económicas de Mendavia

En la prensa regional se hace publicidad, tal como a finales del siglo anterior, de las “alubias legítimas y escogidas de Mendavia” que se venden en la tienda de José Jiménez, en la cerería frente a la fuente de Santa Cecilia, en Pamplona, durante los meses de noviembre y diciembre de 1900 a 1903. Las alubias de Mendavia se seguirán anunciando –según ya se dijo- hasta 1916.
Entre 1905 y 1911, se anuncia (en el diario La Rioja y en El Eco de Navarra), el vivero de don Justo Úzqueda y Compañía en la villa de Mendavia. Venden vides americanas. Injertos de primera soldadura, inmejorables, a 1,50 pesetas la caja, en 1908. En 1909 anuncia vides americanas Gregorio Úzqueda. En 1907 Justo Urquiola anuncia Barbado sin injertar. Clases: Aramón nº1 , Mulviedro 3302,  Rupestris lot 3309, Riparia rupestris. Resistentes a la filoxera.
Entre enero y marzo de 1911 Manuel Romero, en Mendavia, pone en venta seis mil plantones de olivo de todas clases inmejorables de 2 y 3 años y de 3 y 4 hojas, a 0,75 ptas (diario La Rioja).
Según El Eco de Navarra, entre 1903-1907 los precios en Mendavia se comportan con estos márgenes: trigo: 5,25-6,25; cebada: 2,75-3,75; habas: 4-5,5; alubias: 11-13; avena: 3-3,50; centeno: 2,5-3,75; vino: 2,60-3,75; cordero, 1,5; oveja, 1,5 (pesetas el robo o el cántaro; la carne en kilos). Patatas: 1,50-2 la arroba. Jornal a seco: 1,25-4 (en otros pueblos hay jornal con vino, y jornal con la costa). En 1905 Manuel Martínez Sádaba anuncia venta de uvas de secano. En marzo de 1907 se vende aceite en Mendavia a 21 pesetas la arroba.
La situación laboral empeoró para los jornaleros hacia 1915, pues hay noticias del incremento del precio de trigo en Mendavia (a 7 ptas.) mientras los jornales se mantienen en 1,5 pesetas. Se incluye la venta de maíz, anisado, cerdo, tártaros, tartratos y heces de vino.
En julio de 1902 había caído una fuerte piedra. En abril de 1903 la existencia de vino en Mendavia era de 20.000 cántaros. El clima se comporta así: Sequía en los primeros meses. Destrozos en viñas y árboles frutales por heladas. Buena lluvias para la tierra. Buen estado y calidad de las mieses. En 1904 hay buena cosecha de uva. Vino para el pueblo y venta uva. Se producen los 20.000 robos de alubias previstas.
La Sociedad fabril de Lodosa recolecta una gran cosecha de patatas en octubre de 1912 y a ella se le encarga la recolección de 5.000 robos de maíz en la granja de Imas.
Con la organización de los Centros Obreros algo cambiará. Aparece en prensa cómo el Centro Obrero de Fuenmayor, cercano a Mendavia, logra establecer a 8,25 el jornal del campo, y a 20,50 la siega de la fanega de tierra. Trabajan en colectivo. Acuerdan con los propietarios el cobro de cada máquina segadora, que se establece a 1 peseta por fanega. Así estaban las cosas antes del comienzo de la dictadura de Primo de Rivera.

En la segunda y tercera década del siglo se incrementa la producción de remolacha azucarera, según se ha visto. En febrero de 1925 se habla en la prensa de un rendimiento de un millón de pesetas en la remolacha de Mendavia. La producción de uva también se incrementa. Gil Valerio anuncia en 1921 venta de 7.000 barbados.

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