Murieron por la República en el Frente Norte
Algunos de los combatientes
republicanos del Frente del Norte, pertenecían a los huidos de Mendavia en los primeros
días del alzamiento. La mayor parte de los que lograron alistarse lo hicieron con
los anarcosindicalistas de la CNT.
Las anarcosindicalistas
Fueron anarcosindicalistas los que predominaron en la primera columna de Pérez Garmendia
y los que asediaron posteriormente los cuarteles de San Sebastián. Aquí, fueron los milicianos de la CNT quienes se hicieron con las armas que se guardaban en el sitiado cuartel de Loyola: mil
quinientos fusiles y abundantes municiones. Con las piezas de artillería se formaron
cinco baterías reunidas en dos grupos. Los anarcosindicalistas, más numerosos en
Guipúzcoa, ya en agosto comenzaron a organizar y uniformizar sus propias milicias, abogaron
decididamente por la militarización de las milicias y la creación de un mando único,
aunque al final no se incorporaron a las Milicias Populares Antifascistas. Sus batallones estuvieron controlados por un Comité
Militar presidido por Primitivo Rodríguez y con Carmelo Doménech como asesor técnico-militar.
Durante la guerra crearon hasta siete batallones, los tres primeros fueron el Bakunin,
el Isaac Puente y el Sacco-Vanzetti. Las unidades de la CNT fueron, sin lugar a
dudas, las que más temores provocaron al gobierno vasco. En marzo del 37 a
punto estuvieron del enfrentamiento abierto con él. Fueron además acusadas de abandonar
el frente del Udala a finales de abril del 37, por motivos políticos. En los batallones Bakunin, Sacco-Vanzetti y Durriti murieron en combate algunos mendavieses.
La caída de Ochandiano y del Frente Norte
El 22 de marzo de
1937 Franco desistió definitivamente en su empeño de conquistar Madrid. La prioridad
pasaría ahora al ejército del norte al mando del general Mola. Este ejército aspiraba
a la conquista de la zona republicana. Para conseguirlo se apoyaba en su división
de elite, la división Navarra, formada por 4 brigadas con 18.000 hombres. Al mismo
tiempo recibía la ayuda de la brigada de “Flechas Negras” compuesta por 8.000 españoles
al mando de oficiales italianos. El dominio aéreo fue garantizado por aviones italianos
y alemanes y el bloqueo por mar por la escuadra nacional con el crucero “Canarias”
al frente.
El 31 de marzo se
inició la ofensiva. El ejército republicano del norte estaba al mando del general
Llano de la Encomienda. En el primer frente a defender, el del País Vasco, los republicanos
contaban con alrededor de 30.000 "gudaris" (nacionalistas vascos) y una
mezcla de socialistas, comunistas, anarquistas y republicanos. Estas fuerzas carecían
de tanques, de piezas de artillería y de un apoyo aéreo efectivo. Ese día bombarderos
alemanes Junker 52 iniciaron el bombardeo del pueblo de Durango. Durango fue la
primera población indefensa bombardeada de Europa, hoy en día este hecho permanece
prácticamente en el olvido porque tan sólo unos días después Gernika acapararía
toda la atención internacional. Pero mientras, el 4 de abril los nacionales ya habían
tomado Ochandiano y sus principales alturas. De ahí siguieron hasta conquistar Bilbao.
El mendaviés Aurelio Elvira Sagasti, de 21
años, muere en Ochandiano, combatiendo con el batallón Guipúzcoa, organizado por
los socialistas. El 10 de abril de 1937 Laureano Valerio Sainz, muere en Ipistikarriaga,
combatiendo con el batallón Sacco y Vanzetti, de tendencia anarquista. Laureano
era primo carnal del alguacil asesinado Romualdo Valerio. El 29 de abril de 1937
Anacleto Suberviola Jareño, de 25 años, otro evadido al Frente Norte, muere en Gernica,
tres días después del terrible bombardeo; pertenecía al batallón Malatesta, de tendencia
anarquista. El 15 de junio de 1937 Epifanio Romero Verano, de 20 años, perteneciente
al batallón Durruti, de tendencia anarquista, muere en Galdácano.
Evadidos del pueblo en los
primeros días y “desaparecidos”
Otro huido de Mendavia hacia el Frente Norte,
Roque Ruiz Ruiz (CNT), cartero, al caer éste, se dirige hacia Asturias. Otros
testimonios señalan que estuvo viviendo en una cabaña de viñas, en un pueblo de
la rioja alavesa. Todos coinciden en que unos mendavieses falangistas lo
buscan, lo reconocen y lo matan.
Víctor Suberviola Miranda, concejal socialista,
fugado del pueblo, logró pasar al bando republicano, hacia el
Frente Norte, donde “desapareció”. Es posible que muriera
en algunos de esos combates, pero no aparece registrado en los batallones del
Norte.
Haciendo
recuento de aquellos que salieron del pueblo en los primeros días de la
represión, se encuentra que un grupo fue detenido en Arnedo, uno en Alfaro,
otros fueron apresados en las cercanías de Logroño, otro cerca de Agoncillo, uno
en Soria, dos en la Sierra de Ocón, dos en Álava, dos en Aragón, unos pocos lograron
incorporarse al Frente Norte republicano. Son un grupo de alrededor de 25 que
fueron detenidos fuera del pueblo o lograron incorporarse al frente
republicano. El resto de los represaliados fueron detenidos en el pueblo y
fusilados en el mismo pueblo o sacados a fusilar a pueblos cercanos o a las
cárceles de Estella o Pamplona.
La mayor parte de
los detenidos y encarcelados, o desaparecidos,
por tanto, lo fueron en las cercanías del pueblo, en sus casas o en redadas durante
los trabajos del campo. Los testimonios indican que buena parte de los encarcelados
fueron detenidos en el mismo pueblo. Si se considera los que pudieron huir y
salvar la vida, es posible que salieran del pueblo un grupo que no pasarían de 30.
Se confirma que el número de 200 utilizado por la prensa fue una mala excusa para
la terrible matanza. La mayoría fueron asesinados después de ser apresados en el
mismo pueblo; fueron llevados a Estella o a Pamplona, para después ser fusilados;
o trasladados ditrectamente a fusilar desde el “cuartelillo” o el
Ayuntamiento-Escuela de Mendavia.
Huido hacia
otros frentes, se tienen noticias de prensa de Nazario Romero González, 32 años,
que fue “evacuado de zona roja” y apresado. Se le acusa de atacar a guardias el
18 de julio, de ir a Logroño a buscar armas y pasar al frente de Teruel. Fue
hecho prisionero en Valencia, el 27-4-39. A tres de sus hermanos ya los habían
asesinado. Silvestre Maiza Albero, fundador y dirigente de la CNT
de Mendavia, logra evadirse y llegar a Estados Unidos, donde estaba su hermana.
A los socialistas
o cenetistas que se quedaron en el pueblo les quedaron las dos opciones ya mencionadas:
o presos o al frente. Queda pendiente la recolección de más testimonios
familiares y la revisión de archivos militares para establecer estimaciones más
precisas de cada grupo: los evadidos, los encarcelados, los enrolados en el ejército.
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