Actualizado aquí: 2021
https://memoriamendavia.blogspot.com/2021/06/mendavia-1900-1936-revisado-y-ampliado.html
El problema social
de base se encontraba entre los campesinos y propietarios agrícolas pobres,
fundamentalmente en la Ribera. Los conflictos habían sido contenidos durante la dictadura
primorriverista, pero no resueltos. La Iglesia, frente a la República, tomó
partido con la Asociación de Propietarios y Terratenientes de Navarra,
controlada ideológicamente por el carlismo. Con ello se oponían a la ley
de Reforma Agraria de 1932.
En Mendavia, marzo
de 1931, se reseña en la prensa que Lucio Romero Rada y otros hacen casas en el
terreno “Las Viñas” propiedad de Ángel Jiménez. La ley se pone a favor de
Lucio. En mayo se recogen firmas para pedir parcelamientos, empezando por
Caralogroño, orillas del Ebro, La Hera, Sosal, Rincones…. Se alega que son
tierras comunales y que se vendió el terreno cuando la gente del pueblo estaba
luchando contra los ejércitos napoleónicos. Esta información aparece en un
importante artículo de prensa del 1-5-1931
que refleja la conciencia histórica de un problema con las tierras en el
pueblo, que viene de más de 100 años atrás. Firman el petitorio los dirigentes
del Sindicato de Fomento: Martín Suberviola y Juan Sagasti; la UGT: Cesáreo
Salmantino y Lorenzo Elvira; y el Comité Republicano: Jesús Pastor, Lorenzo
Urquizu y Prudencio Cámara. Se agregan firman de 400 vecinos.
En esos días de
mayo de 1931 llega en auto al pueblo el concejal de Pamplona Corpus Dorronsoro
Arteta (PSOE), que sería asesinado en Pamplona tras la sublevación de 1936. Lo
reciben en el salón de don Félix Sádaba. Lo presenta Martín Gonzalo.
El 21 de mayo
los nuevos concejales del ayuntamiento piden parcelas para los pobres en
terrenos ocupados por los terratenientes, pero que habían sido terrenos
comunales. Con ello lo que hacen es aplicar el reglamento de terrenos
comunales: las parcelas que pertenecen a los municipios sólo corresponde
trabajarlas a las familias de menos recursos.
En julio se dan
nuevas roturaciones de tierras baldías, con aprobación del Ayuntamiento, mas
sin contar con el apoyo de la Diputación de Navarra, que recomienda paciencia.
Uno de los decretos de Largo Caballero proponía el laboreo forzoso de la
tierra, abriendo las puertas para la ocupación de tierras improductivas y evitando
el boicot de los grandes propietarios contra el programa agrario del gobierno nacional.
Con el nuevo
Ayuntamiento en funciones, el 25 de agosto se convoca huelga general y se entregan
tierras a los campesinos. Los obreros del campo querían una solución al
problema de los comunes y las corralizas y no estaban dispuestos a esperar a la
aprobación de la Ley de Reforma Agraria. Ante la presión de los jornaleros, se
firma en este mes un convenio ante el Ayuntamiento de Mendavia por el que las
corralizas vuelven a posesión completa de los municipios, para que las reparta
entre los trabajadores, con el acuerdo de indemnizar a los detentadores de
acuerdo a lo que establezca la nueva ley. El acuerdo era un paso importante que,
sin embargo, encontró la oposición frontal del Diario de Navarra, y de la Voz
de Navarra, que vieron en ello un mal ejemplo a seguir por otros pueblos.
Al poco los
propietarios José María Modet, Pedro Fernández de Piérola y Ángel Jiménez, que
había firmado el acuerdo, dan marcha atrás y, como consecuencia, Diputación
acuerda devolver los escritos al municipio hasta que acrediten debidamente
estar autorizados para el otorgamiento o cesión de los ejidos o parte de éstos.
Sin embargo los roturos y ocupaciones se siguen dando.
Ángel Jiménez,
dueño del lote de Imaz, tierras del Monasterio benedictino de Irache hasta la
desamortización de Mendizábal, escribe un telegrama el 23-10-1931 a la Comisión
Gestora informando de roturos y daños en sus tierras.
La tensión que
había ido en aumento por la lentitud con que las promesas de reforma agraria se
iban realizando y porque las esperanzas abiertas tras el triunfo electoral de
abril y junio de 1931 comenzaban a desvanecerse, entró en un período de calma
ante la inminente aprobación de la Ley de Reforma Agraria. La UGT, cuyo
crecimiento como organización entre los trabajadores del campo era grande,
había animado a sus asociados a poner en marcha, incluso por la fuerza, su
programa de octubre de 1931. Un mes más tarde se reseña en prensa que cerca de quinientos
campesinos (parece algo exagerado, pues esos serían casi el total del pueblo) intentaron
roturar las corralizas de Mendavia, siendo desalojados por la Guardia Civil. El
día 8-12 de 1931, día de la Inmaculada, se suspenden las procesiones para evitar
altercados. Al día siguiente, 9 de diciembre de 1931, las Cortes aprueban la
Constitución de la República Española.
A primeros de
enero numerosos ayuntamientos de la Ribera recibieron la invitación del de
Valtierra para tratar sobre las corralizas. La reunión tuvo lugar en el Palacio
foral, en Pamplona, el 24 de enero de 1932 y a ella asistieron representantes
de 24 municipios de la zona media y Ribera. Acordaron pedir la reintegración de
los comunes y corralizas de Navarra a los municipios respectivos, recabando una
ley especial si fuera necesario y que cada pueblo elaborara una memoria con la
historia de las ventas y enajenaciones de corralizas y comunes. Este movimiento
municipalista, iniciado por primera vez para tratar problemas de corralizas, se
repetirá en años posteriores.
El 17 de febrero
de 1932, se convoca la huelga de trabajadores desde la UGT y la CNT. Ocupan las
calles del pueblo y proclaman el comunismo libertario. La pareja de Guardias
Civiles es sitiada junto al alcalde. La
línea de teléfono es cortada en 6 puntos. En la noche llegan desde Los Arcos dos
camiones con 56 Guardias Civiles. El alcalde Salcedo y el Juez de Paz logran
calmar la situación, y se re-establece el orden. Los 2 Guardias Civiles regresan
al cuartel. Hay 12 detenidos de la UGT y CNT, y se cierran sus locales.
Los periódicos
informan sobre lo sucedido. La Región
de Logroño titula el día 18: Graves
desórdenes en el pueblo de Mendavia. Por creer que estaba declarada la
revolución social. El
Día de Palencia titula el día 19: Encierran
al alcalde en un pajar. Y la Libertad, el 19: Alborotos en Mendavia. Algunos
de estos periódicos culpan de lo sucedido, sin el menor análisis de la base del
conflicto, a elementos extremistas llegados de Logroño.
Para calmar los
ánimos se acuerda esperar la aprobación de la Ley de Reforma Agraria prevista para el 30 de junio de 1932. Se
otorgan, además, corralizas por 4000 ptas. en arriendo. Esto sirvió de poco.
Aunque se frenan las acciones de roturo, por el momento.
Los
terratenientes se oponen a la Ley de
Reforma Agraria de junio de 1932 que no pudo ponerse en obra. El desamparo
social del jornalero era creciente.
El asesinato del
telegrafista José Bello en Viana, en este mismo mes de junio de 1932, encuentra a los sindicatos unidos. Carteles
de “Guerra a la guerra”, ”Amnistía” (para los detenidos de febrero) y “Viva el
Frente Único” son portados unitariamente en las marchas de repudio.
Entre tanto la
Gestora seguía regulando el disfrute de los comunales. El 1 de diciembre de 1932
sale en subasta para arriendo de corralizas o ejidos en La Vega, Majaelpozo,
San Bartolomé, Las Viñas, El Pontón, Calabazas y El Encimero, entre otros.
Siguen las
roturaciones. En febrero de 1933 la Guardia Civil detiene en el Fabrigal a 15
vecinos con 6 caballerías y aperos de labranza roturando tierras. Son puestos a
disposición del juzgado (El Pensamiento
Alavés, 18-02-33).
En Mendavia, el
alcalde Salcedo, socialista, opinó en abril de 1933, un año después de la
huelga de 1932, que aquello fue “una tontería que trajo disgustos a muchas
familias y sólo consiguió qu encartaran a varios estando a punto de costar un
día de luto a Mendavia”. Según se ve, era un alcalde “moderado” y conciliador,
con el que que no tuvieron ninguna moderación tras la sublevación militar de 1936.
El paro en el
campo se fue incrementando. Y los sueldos de los jornaleros, de hambre. A 1,5
pagaban el jornal los propietarios. 7 ptas. costaba un kilo de trigo. Ante esta
situación se incrementan los roturos y recogida de leña en los montes. En marzo
de 1933 son denunciados los vecinos C.A., M. R., F. V. y C.S. por cortar leña
en Imas sin autorización.
Nuevas amenazas
de huelgas se dieron en junio de 1933, y se ve
la causa contra diez vecinos de Mendavia, acusados de desórdenes
revolucionarios. Los defiende el Diputado Barriovero. Los días 7 y 8 de octubre
se suceden nuevas ocupaciones de fincas y corrales municipales, no sólo en
Mendavia, sino en numerosos pueblos con campesinos sin tierras, en casi toda la
Ribera navarra y parte de la Navarra Media, como protesta por la no
implementación de la Ley de Reforma
agraria. En algunos lugares, la Guardia Civil disuadió a los campesinos.
El 8 de
diciembre de 1933 se convoca la insurrección anarquista, en la que participa la
CNT de Mendavia. Forma parte de un intento del anarquismo español por implantar
el comunismo libertario a lo largo del estado, justamente cuando asumía la
derecha el poder en las Cortes, después de las elecciones del mes anterior. La
organización corrió a cargo de los comités de la CNT y de la FAI que ordenaron
pasar a la acción en el Pleno de Regionales celebrado en Zaragoza, por entonces
centro principal del anarquismo ibérico, el anterior 26 de noviembre. Durante
seis días la revuelta se sostuvo hasta la consumación definitiva de su fracaso.
Los focos donde más intensidad alcanzó el movimiento se localizaron en las tres
provincias aragonesas, en la de Barcelona, en Logroño, Córdoba, así como en
Badajoz. Hubo 75 muertos por el bando insurgente y 14 por parte de las fuerzas
del orden. En Mendavia se clausura el local de la CNT (para el momento en la
plaza de los Fueros).
A principios del
año 1934 se mantienen las roturaciones, incendios en pajares y destrozos en
corrales en varios pueblos de Navarra; en Mendavia se dieron con intensidad. El
Pensamiento Alavés reseña el 13 de
abril que en Mendavia han sido puestos a disposición del Juzgado tres
vecinos por sembrar en finca de Pedro Fernández de Piérola.
El gobierno
radical-cedista ha echado atrás las reformas agrarias impulsadas por los
socialistas al inicio de la República, lo que lleva al descontento de
campesinos pobres y jornaleros. Este malestar crece hasta que en junio de 1934
se decreta una huelga general campesina en toda España promovida por la
Federación de Trabajadores de la Tierra de la UGT, justamente en vísperas de
una de las mejores cosechas de cereales recordada. En Mendavia, la CNT no fue
convocada ni participó; la UGT pensó que si iba sola contaría con más apoyo. En
otras partes del agro español, la UGT y la CNT actuaron en conjunto.
Aunque no tuvo
repuesta significativa en otras partes, en Navarra tuvo incidencia en 49
pueblos. En Mendavia la huelga duró 11 días, del 5 al 16. El Pensamiento Alavés del día 14 refiere la
resistencia de Fitero y Mendavia, y el acuerdo condicional para reanudar el
trabajo después de reuniones del delegado de Trabajo, señor Fernández, en
dichos pueblos. Finalmente, los jornaleros consiguieron la firma de unas bases
de trabajo el día 25 de dicho mes. Con excepción de este éxito parcial, la
huelga fracasó en Navarra lo mismo que había ocurrido en toda España. La
presión siguió. En octubre estalló la insurrección contra el
gobierno derechista que en Navarra se caracterizó por abundantes destrucciones
de campos.
El 1 de agosto
de 1935 se promulga una nueva Ley
para la Reforma de la Reforma Agraria de 1932, que supuso la congelación
definitiva de la reforma, sin haber logrado mínimamente sus objetivos. La nueva
ley implicaba un deterioro de las condiciones de vida de los campesinos pobres
y de los jornaleros. Suprimió la expropiación sin indemnización, y además otorgaba
la potestad a los dueños de las fincas expropiables de intervenir en la
tasación oficial de sus propiedades, negociando cada caso con el Instituto de
Reforma Agraria, y además podían recurrir a los Tribunales (lo que en la
práctica suponía aumentar el dinero que recibirían los propietarios en concepto
de indemnización).
En marzo de 1936
se da una nueva huelga de campesinos para protestar por el boicot que los
patronos hacían a los jornaleros afiliados a los partidos de izquierda.
En 1936 Jiménez
cedió ante la presión de los jornaleros sin tierra. El decreto de Largo
Caballero del 20 de mayo de 1931, llamado “de Asociaciones de Obreros
Agrícolas” permitía a éstas cultivar colectivamente propiedades agrícolas que
no fuesen trabajadas directamente por sus propietarios; además de ser una
medida contra el latifundio, se evitaba el parasitismo y las especulaciones de
los intermediarios. La Ley de Reforma
Agraria del 32, que tuvo muchas limitaciones en su aplicación, confirmaba
el decreto al permitir la expropiación con indemnización de grandes fincas que
no fuesen cultivadas directamente por sus dueños, así como las incultas y las de regadío no regadas, situaciones que
aplicaban a las tierras de Imas. Pasan a la UGT y CNT, que realizan una
experiencia de propiedad colectiva.
El día 2 de
octubre de 1936, el nuevo alcalde impuesto y Máximo García, de la Junta de
Guerra, autorizan la incautación de 500 robadas de remolacha y 150 de maíz,
entre otros cultivos, de “la colectividad marxista de Imas”, en expresión de la
Actas del Ayuntamiento. Luego le fue entregada la finca a su anterior
propietario Ángel Jiménez.
No hay comentarios:
Publicar un comentario