Actualizado aquí: 2021
https://memoriamendavia.blogspot.com/2021/06/mendavia-1900-1936-revisado-y-ampliado.html
Las corralizas de la Ribera navarra
El asunto conflictivo de las corralizas
viene del siglo XIX. A principios de
siglo, algunas tierras perdieron su condición de bienes municipales al ser
vendidas por los ayuntamientos para liquidar las deudas de guerra, sobre todo
tras la primera carlista. Otras tierras fueron incluidas entre las afectadas
por la Desamortización Civil de 1855. En la primera fase de las ventas
predominó el usufructo de hierbas y agua a precios ventajosos. La tasación de
las tierras sacadas a subasta fue en general baja y de acuerdo con su
aprovechamiento por el ganado lanar, la mayor riqueza de aquel entonces. Sin
embargo, muchos de los corraliceros se atribuyeron la propiedad plena del
terreno.
Los corraliceros eran gente de posición,
diputados con dinero e influencias en los pueblos; o bien, como pasó en
Mendavia, las corralizas fueron compradas por el alcalde, los concejales y el
depositario. Y la Diputación no se interesó por este asunto; y es que los
diputados mismos eran compradores de bienes desamortizados (6 de los 7 en
1876).
A fin de siglo XIX se utilizaron procedimientos
para avalar la propiedad plena de los terrenos, con inscripciones en el
Registro de propiedad en pleno dominio de suelo por compraventa o herencia,
usando equívocos legales y mala fe. Por ello en las escrituras resulta difícil
interpretar si se vendieron hierbas y aguas, solamente, o con ellas la plena
propiedad de la tierra. Las leyes de legitimación de 1893 y 1894 autorizaron a
comprar el derecho definitivo de suelo de aquellas tierras del Estado (en
problemas de finanzas por la guerra en Cuba) roturadas y utilizadas durante más
de 10 años. Aunque muchos ayuntamientos se opusieron, la Diputación organizó
las ventas. Desde entonces muchos pueblos perdieron el derecho a pastos, leña y
parcelas.
Como consecuencia, la oligarquía navarra
reforzó su conservadurismo y su elección por la inversión agraria frente a la
industria. Los pobres se ven obligados a emigrar. Y las protestas del
campesinado no se hacen esperar; con lo que se sigue la acusación de
subversivos, anarquistas, socialistas o comunistas. La represión se vuelve con
frecuencia cruenta.
En 1907 en Tafalla 1500 personas se
manifiestan a los gritos de ¡vivan los comunes!, ¡abajo los corraliceros! 100
vecinos son procesados. En 1914, en Olite, un grupo protesta ante la casa de un
concejal; dos son detenidos; la gente va al cuartel y la guardia mata a tres
personas. En Miranda de Arga (1918), en otro motín contra los corraliceros, la
guardia civil mata a 4 personas.
En ocasiones, los corraliceros
resguardaban sus fincas con puestos de la guardia civil. Así hizo Modet con su
finca en Vergalijo. Además de esto, pleitos y roturaciones se suceden en varios
pueblos durante las dos décadas primeras del siglo XX.
La protesta violenta, con su trágico
balance de once muertos, caracteriza las reclamaciones de la Merindad de Olite;
por el contrario las acciones pacíficas mediante la roturación y siembra de
fincas son características de la de Estella.
Aquí grupos de campesinos iban a
trabajar las tierras en litigio hasta que la presencia de la guardia civil les
hacía desistir de la tarea. Las denuncias de los propietarios ante el Juzgado
por estos hechos buscaban tanto proteger sus derechos como disuadir a vecinos y
Ayuntamientos de repetir y apoyar estos movimientos, a causa de las molestias,
viajes y gastos cuantiosos que los pleitos traían consigo, casi siempre ganados
por los corraliceros. Dos hacendados de Mendavia -Jiménez y Modet- y Dositeo
Ochoa de Lerín representan la línea dura y sin concesiones de los
terratenientes de la comarca. Algunos pueblos -Andosilla, Cárcar y el mismo
Lerín- lograron en ocasiones negociar
acuerdos favorables a sus intereses.
Las corralizas y los roturos en Mendavia (1900-1930)
En Mendavia, desde principios de siglo
los roces con los dueños de estos ejidos habían sido frecuentes y en ocasiones
precisaron de la intervención de los tribunales, para dilucidar las demandas
interpuestas tanto por el Ayuntamiento de Mendavia como por los propietarios.
Entre 1904 y 1912, el vecino Tomás
Suberviola Cenzano mantuvo una querella contra el municipio por unas tierras de
El Vergal. Los tribunales dieron la
razón al Municipio. Algunos vecinos realizan roturos de comunales en 1907. En
el mes de julio la Administración Foral autoriza al ayuntamiento para exigir el
común a los vecinos que han roturado y
cultivado terrenos comunales. En octubre de 1907 la Administración Foral aprobó
las condiciones formuladas por el Ayuntamiento para el aprovechamiento de los
pastos del comunero. Pero tales condiciones no resultaron favorables para las
mayorías.
En 1908 la guardia civil pone a
disposicion del juzgado a J.V., L. S. y V. C., sorprendidos haciendo
roturaciones en propiedad de Águeda Mauleón (Eco de Navarra, 29-3-1908).
Un año después el Diario Las Provincias, de Valencia (1909
Diciembre 27) anota: Dicen de Pamplona
que en Mendavia se ha reproducido el conflicto surgido entre braceros y
corraligeros. Estos han comenzado a roturar algunos terrenos. Reina gran
excitación por lo que se ha concentrado la guardia civil. En febrero-marzo
de 1910 la Diputación autoriza al Ayuntamiento de Mendavia al deslinde de los
terrenos comunales. En julio se le autoriza para arrendar las pastos del
común. En noviembre son sustraídos varios frutos de los embargados
judicialmente a dos vecinos. Pasado un año, persiste la tensión. El diario El Pueblo de Valencia (08/02/1911)
escribe: Circula con insistencia el rumor
de que reina gran excitación de ánimos en varios pueblos de Navarra motivada
por la cuestión de la sementera y de las corralizas comunas. La excitación se
ha exteriorizado en Mendavia, Sartaguda y Arróniz, donde se ha hecho necesaria
la reconcentración de numerosas fuerzas de la Guardia Civil. Témese que ocurran
desórdenes.
En enero de 1912 la Diputación Foral
desestima los reclamos sobre deslinde de terrenos de varios vecinos y confirma
el acuerdo del Ayuntamiento y Veintena del 11 de octubre de 1911. Por vías
legales, el 16 de abril de 1912 se incautan algunos terrenos comunales. Los
campesinos piden que dicha incautación sea mayor.
Ha pasado una década y el conflicto
sigue. Es noticia el 20 de agosto de 1920 que 9 labriegos roturan media robada
de tierra de particulares (Hemeroteca
histórica en la Biblioteca de Mendavia). En
diciembre de ese año 1920 el alcalde sostuvo una reunión con 8 señores
propietarios y el Presidente del ya constituido Centro Obrero ugetista. Allí se
planteaban las bases para un acuerdo sobre los comunales.
Sin embargo los propietarios no ceden.
Destacan en los años veinte los pleitos contra la villa que promueven ante el
Juzgado de Estella los terratenientes Jiménez y Modet. El Ayuntamiento había
roturado y posteriormente parcelado los yermos más aptos para el cultivo de los
parajes Helera y Sardilla, hasta entonces reservados al ganado de los ejidistas
que lo venían gozando desde hacía un siglo por creerlo parte de sus corralizas
Viñas y Vega.
El juez de Estella dio la razón en
primera instancia a Mendavia, pero la apelación posterior de la sentencia ante
la Audiencia de Pamplona resultó favorable a los intereses de Jiménez, al que
hay que entregar el término de la Helera con sus tierras sembradas desde
algunos meses atrás. Al ejecutarse en firme la sentencia, el vecindario ve cómo
sus campos de trigo, ya nacidos, son invadidos por los ganados del corralicero
Jiménez y convertidos en praderas de pasto por orden de la justicia. Unas 400
robadas resultaron inutilizadas de este modo en febrero de 1922 ante la mirada
impotente de los campesinos.
El mes de enero de 1924, el día 27, se conoce otra información relacionada con
las corralizas. En este caso se trata del propietario Angel Jiménez. En el
interdicto en apelación entre don Ángel Jiménez, de Mendavia, y los vecinos del
pueblo de Alcanadre sobre servidumbre de pastos, se da sentencia en Burgos a
favor del pueblo, siendo el abogado Arizmendi el defensor del pueblo. Ni
siquiera siendo presidente del Sindicato de propietarios pudo justificarse
legalmente ante el asunto de pastos con Alcanadre.
Otro gran propietario era José María
Modet, quien tenía propiedades en El Monte, La Vega y Sardilla, además de 185
fincas de pequeñas dimensiones. Total: 3.625 robadas (325 ha), de ellas 778 de
regadío, que suponían el 6,4 % del terreno cultivable de Mendavia.
Carmen Urbiola poseía en El Monte, Jara,
San Bartolomé y otras 98 fincas. Total: 5.053 robadas (453 ha), un 8,9 % del
total.
Ángel Jiménez, el mayor terrateniente,
ya mencionado, tenía terrenos en Viñas y El Pontón con otras 224 fincas, y,
sobre todo, la Granja de Imas. Total: 14.144 robadas (1.268 ha),
un 24,8 % de los terrenos cultivables.
Los bienes comunales del municipio constituían
13.385 robadas (1.200 ha.) de terreno cultivable (23,5 %), repartidos entre el regadío de El Soto y El
Vergal y el secano de La Lomba y Valoria.
Menos de la mitad del término cultivable
(36,5%, apenas 20.792 robadas, 1864 ha.) se repartía entre el resto de los
propietarios. Y la mayor parte de estas propiedades pertenecían a un grupo no
muy numeroso de labradores. Muchos jornaleros sin tierra apenas cultivaban a
renta las pocas tierras municipales que les correspondían por sorteo. Los
pequeños terrenos cultivados en régimen de aparcería soportaban dos cultivos
anuales: tras la cosecha de cereal se sembraban las alubias. En otros terrenos
se fueron sembrando patatas para el autoconsumo. La mayor parte de los vecinos
trabajaban casi todo el año en régimen de jornal diario, para otros
propietarios. Jiménez llegó a tener en torno a 100 trabajadores, entre
arrendatarios y jornaleros. A los jornaleros se les pagaba en 1930 entre 3 y 4
ptas.
Actualmente Mendavia posee una
superficie de 78 km2. Aproximadamente se distribuyen en 2 km2 urbanos; 36,5 de secano
(40712 robadas); 25,5 de regadío (28442 robadas) y 14 forestales. 26 km2
son comunales y el resto de propiedad particular. Recuérdese que 1 robada es aproximadamente
896,55 m2.
Debe considerarse que se creó un nuevo
regadío en años recientes. En 1930 se pueden estimar 3360 ha de secano (37480
robadas) y 1750 ha de regadío (19520 robadas), incluyendo viñas, olivares y
frutales. Un total de 57.000 robadas cultivables.
Una tabla que permita contrastar los
datos provisionales ofrecidos y verificar los números:
HS
|
RS
|
HR
|
RR
|
Hst
|
Rst
|
%
|
HF
|
RF
|
HP
|
RP
|
HT
|
RT
|
Año
|
3650
|
40713,9
|
2550
|
28443,9
|
6200,0
|
69157,8
|
100,0
|
1400
|
15616,3
|
200,0
|
2230,9
|
7800,0
|
87005,0
|
2010
|
3360
|
37479,1
|
1750
|
19520,4
|
5110,0
|
56999,4
|
100,0
|
2540
|
28332,4
|
150,0
|
1673,2
|
7800,0
|
87005,0
|
1930
|
2600
|
29001,7
|
1580
|
|||||||||||
325,0
|
3625,2
|
6,4
|
Modet
|
||||||||||
453,0
|
5053,0
|
8,9
|
Urbiola
|
||||||||||
1268,0
|
14143,9
|
24,8
|
Jiménez
|
||||||||||
1200,0
|
13385,4
|
23,5
|
Municipio
|
||||||||||
3246,0
|
36207,5
|
63,5
|
Subtotal
|
||||||||||
1864,0
|
20792,0
|
36,5
|
Otros
propietarios
|
HS = hectáreas de secano HR = hectáreas de regadío Hst = Hectáreas – subtotal % = Porcentaje cultivable
RS = robadas de secano RR = robadas de regadío Rst = Robadas – subtotal HT = Hectáreas total
RT = Robadas total HF = hectáreas forestales RF = robadas forestales HP = hectáreas rústicas
RP = robadas rústicas
Detallando más la distribución por uso
del suelo, se verá que para 1930 eran aproximadamente 34200 robadas de secano,
16500 de regadío, 600 de huerta, 5100 de viña y 600 de olivar. Es un intento
primero de acercamiento, que deberá contrastarse con otras fuentes y datos de
primera mano.
No hay comentarios:
Publicar un comentario