Actualizado aquí: 2021
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Asociaciones de regantes y Sindicato de Regadío del Ebro de Mendavia
Se sabe aún poco sobre el asociacionismo navarro de regantes de comienzos del siglo XX, pero no parece que se articulasen
iniciativas desde los campesinos. La participación política de los pequeños en
el regadío debió de limitarse a asociaciones de voto reducidas, esporádicas e
informales.
En 1916 apenas el 35,6 por ciento de la
superficie regada por acequias se atribuía a sindicatos de regantes,
correspondiendo otro 44,8 por ciento a comunidades y un 8,8 por ciento a juntas
de regadío.
Sobre la constitución o reconstitución
de comunidades de regantes se comprueba el crecimiento suave durante la mayor
parte del XIX, la avivación después de la promulgación de las leyes de aguas y
su aceleración durante los años del cambio de siglo, justamente cuando la
introducción de nuevos cultivos en el regadío estaba tensionando los frágiles
equilibrios entre los regantes. Se dispararía en los años veinte, tras la
aparición de las Confederaciones Hidrográficas. En 1926, por Real Decreto de 5
de marzo, se crean Confederaciones Sindicales Hidrográficas, disponiendo su
artículo 1 que “en todas las cuencas hidrográficas en que la Administración lo
declare conveniente o en que lo solicite el 70%, por lo menos, de su riqueza
agrícola e industrial, afectada por el aprovechamiento de sus aguas corrientes,
se formará la Confederación Sindical Hidrográfica”. Entonces nace la
Confederación Hidrográfica del Ebro.
Ante la coexistencia entre una pequeña
propiedad de dimensiones minúsculas (poco menos de la mitad de los propietarios
se sitúan por debajo de la media hectárea), insuficiente para garantizar la
subsistencia del grupo familiar, y un reducido número de grandes patrimonios
que reúnen una parte sustancial del espacio regado, no deja de ser
significativo que justamente ese universo de micropropietarios y jornaleros con
tierra, algunos de los cuales mejoraban su situación mediante arrendamientos o
aparcerías, quedase marginado de los espacios de decisión del regadío. No es
que no pudiesen hacer oír su voz, pero para hacerlo de un modo eficaz estaban
abocados a un modelo asociativo que no resultaba fácil de poner en marcha ni de
gestionar. Además, una asociación de votos de pequeños propietarios capaz de
compensar el decisivo pronunciamiento de los grandes requería tal suma de
voluntades que corría el riesgo de adquirir tintes de clase, lo que no dejaría
de provocar tensiones dentro de ese mismo grupo social.
En 1906 consta la existencia del
Sindicato de Regadío del Ebro en Mendavia. En su local se arrienda un molino
harinero. El Presidente del Sindicato es M. Díaz. Ese año 1906, Modet presenta
un nuevo proyecto de regadío. En el periódico La Rioja, el año 1920, abril 6, se solicita entendido y práctico para la fábrica del Sindicato del Regadío del Ebro de Mendavia. En esa
fecha el presidente del sindicato ya es Gregorio Úzqueda. En octubre de 1921
este sindicato instala una nueva fábrica de harina con un motor eléctrico
Buhler Hermanos. El 26 de mayo de 1922 se pone en arriendo y en junio ponen en
venta un motor y otras piezas (se podría suponer que es el motor viejo, tras el
cambio de finales de 1921). En agosto de 1935 de nuevo se anuncia el arriendo,
aclarando que tiene de 8 a 10 mil kilos de producción, y es de sistema Buhler.
El Presidente del Sindicato es Eduardo Sagredo, y el secretario Gregorio Ruiz.
Diputado provincial, alcalde y mayores propietarios, son en Mendavia quienes
están al frente de este Sindicato.
Años más tarde, los datos sobre
centrales hidroeléctricas navarras en 1958, incluyen como empresa al Sindicato
Regadío de Mendavia, con una central en el Ebro, con Potencia de 120 kw,
producción de 280.000 kw, con 2.333,33 horas de utilización.
Organizaciones
políticas y sindicales durante la Segunda República
La UGT se creció con la creación de la Federación Nacional de Trabajadores
de la Tierra,
en 1930, que era la organización más importante y con mayor capacidad de
movilización. Su líder en Navarra era el caballerista Ricardo Zabalza. La afiliación ugetista en Navarra pasó de unos cinco mil trabajadores en
1931 a más de diez mil en 1934.
Con
el régimen republicano se asiste a un continuo crecimiento de las secciones de
UGT en los medios campesinos. El partido socialista era el único partido que había
llevado a las elecciones de abril un programa agrario, aprobado ya en su Congreso
de 1918. Ponerlo en práctica constituirá el objetivo del ministro socialista Largo
Caballero. En mayo y junio de 1931, desde el ministerio de Trabajo, Largo dicta
una serie de decretos para el campo: el subarriendo de las grandes fincas debía
hacerse a las sociedades obreras, jornada de ocho horas y pago de horas extras
en la recolección, se prohibía la expulsión de los pequeños arrendatarios...
Estas medidas anunciaban el propósito firme del gobierno, ya anunciado en la
campaña electoral, de acometer sin tardanza la Reforma Agraria de este país.
En
los meses posteriores asistimos en Navarra a campañas de presión, más o menos pacíficas,
contra los corraliceros. A éstos se les exigía que devolvieran sus tierras, anteriormente
de propiedad municipal, vendidas en siglo XIX por los pueblos en momentos de
dificultades económicas a raíz de las guerras o bien obligados por la desamortización
civil. Un ambiente tan reivindicativo de reparto de tierras –con recogida de
firmas y boicot de servicios a los corraliceros- facilita el nacimiento inmediato
de secciones de UGT en aquellas poblaciones con problemas de tierras en disputa:
Murchante, Larraga, Fustiñana, Sesma, Valtierra, Mendavia, Falces, Miranda, Lerín,
Peralta...,
En Mendavia se
organiza la UGT tras las elecciones municipales impugnadas del 12 de abril de
1931. Pronto llegaron a 400 trabajadores afiliados.
En mayo de 1931
firman, en un artículo de prensa, el Sindicato de Fomento: Martín Suberviola y Juan
Sagasti; la UGT: Cesáreo Salmantino y Lorenzo Elvira; el Comité Republicano:
Jesús Pastor, Lorenzo Urquizo y Prudencio Cámara. Parecen distintas agrupaciones dentro del
mismo movimiento de obreros campesinos socialistas. Formalmente, en la lista de las secciones navarras organizadas desde la proclamación de la República hasta finales del año 1931,
con los datos de primera hora correspondiente al domicilio y junta directiva,
está la de Mendavia: el 30-6-1931 la UGT de Oficios Varios tiene local en C/
Plaza de los Fueros, 7-1.° Su presidente es Cesáreo Salmantino y su Secretario
Eduardo García.
El Primer
Congreso Agrario de la Federación de Sociedades Obreras de Navarra (UGT) se celebra
en Pamplona los días 3 y 4 de octubre de 1931. Trataron cuatro asuntos
principales: los comunes, las corralizas, los señoríos y los arrendamientos. En
sus conclusiones, el congreso reivindica los bienes comunales y pide su
devolución a los pueblos sin indemnización alguna (los poseedores debían cargar
con la prueba demostrativa de sus derechos, siempre que hubiera indicios
racionales de que fue del común); sobre las corralizas afirma que se vendieron
sólo hierbas y aguas y no la propiedad, a sus actuales dueños sólo habría que
entregarles el dinero que pagaron por ellas en el momento de la compra; exigen
para los señoríos la expropiación; afirman su deseo de que nadie lleve más
tierra que la necesaria, por tanto son partidarios de prohibir el subarriendo, la
mediería y aparcería.
Las resoluciones
aprobadas en el mismo sirvieron de guía para toda la actividad ugetista en el
campo y, sobre todo, le permitieron su extensión organizativa entre los
trabajadores agrícolas. Estas peticiones ugetistas, estando ajustadas a
derecho, apenas podían ser tachadas de revolucionarias. Es por eso que las presiones
en el campo siguieron en meses posteriores. Algunos pueblos, como Lodosa y
Mendavia, lograron la cesión en arriendo de las corralizas y su reparto entre los
vecinos.
El atractivo de
la ley Agraria permite el crecimiento continuado de las secciones de UGT en
Navarra, si bien las de carácter campesino completan su denominación de UGT por
la de «Trabajadores de la Tierra» -de éstas derivarán las de «Arrendamientos
Colectivos»-, para adaptar su reglamento a lo ordenado en la ley de
Asociaciones.
En los primeros
meses de 1933 los campesinos siguen a la espera de la puesta en práctica de la
Reforma Agraria. En Mendavia está legalizada el 19-1-1933 la UGT como Sociedad
de Arriendos Colectivos y cuenta con 420 afiliados. Su Presidente es Ignacio
Martínez y su Secretario Segundo Subero. En un intento de presionar al
gobierno, la UGT organiza el 25 de marzo manifestaciones en todas las
poblaciones donde existen secciones del sindicato. El texto que entregan a sus
ayuntamientos respectivos pide al gobierno la inmediata aplicación de la ley de
Reforma Agraria. La falta de aplicación de la Reforma Agraria en Navarra y la
salida del gobierno del partido socialista -septiembre de 1933- frena por
completo la expansión del sindicato. Y comienzan las deserciones en los Centros
Obreros de UGT. Para evitarlo, el sindicato radicaliza sus posturas ante el
gobierno y los patronos. Amenazan en Navarra con roturaciones y siembras de
terrenos, tanto comunales como privados. La guardia civil detiene en varios
pueblos (Villafranca, Mendavia, Peralta, Sartaguda y Sesma, entre otros) a
grupos que habían iniciado estas tareas. Una renovada asociación ugetista, en
1935 tiene en Mendavia 190 afiliados. Su local está en la C/A. Echevarría. La
preside Bonifacio Ángulo y el secretario es Felipe Ordóñez.
En 1936, el Sindicato Único de
Trabajadores, adherido a la Confederación Nacional del Trabajo (CNT) llegó a
contar con 1.600 afiliados en todo Navarra, con un fuerte activismo. En
Mendavia se constituyó el 17 julio de 1931, se afiliaron los más jóvenes, y
liderizaron las acciones más audaces. Contaban entre 60 y 80 afiliados de
tendencia anarquista. Después de Pamplona (500 afiliados) y Villafranca (92),
era la tercera población navarra en número de afiliados. Algunos de los 15
miembros fundadores y dirigentes fueron: Apolinar Maiza, Felipe Elvira, Martín
Gonzalo, Máximo Sádaba, Emiliano Aramendía Martínez, Sandalio Estella,
Silvestre Maiza, Marcos Angustina, Gregorio Sagasti, Estanislao Lorenzo Elvira,
Leandro Elvira (presidente) y Julio Suberviola (secretario). Su local, en un
principio en la calle Beraza nº 4, domicilio de Leandro Elvira, fue clausurado
varias veces. Una de esas ocasiones fue el 8 de diciembre de 1933, en la que se
desarrollaba en toda España una insurrección anarquista, aunque ya entonces el
local estaba en la Plaza de los Fueros. El 23 de abril del 1934 se reabre su
local. En noviembre de 1934 se vuelve a clausurar y el 12 de junio del 1935 se
vuelve a abrir.
En esos años había crecido la afición al
teatro entre los jóvenes de Mendavia, que llegaron a representar distintas
obras en fechas señaladas. Pablo Sancho,”Pablillo”,
había organizado ya para Año Nuevo del año 1931 las obras de teatro La muerte del torero y La revoltosa. Y en febrero se representa
en el Teatro Moderno El peso de la corona.
Actúan, entre otros, Jesúsa María Sancho, Ester Martínez, Isabel Sainz, Luisa
Sancho, Angelita Baztán, Pablo Sancho, Victorino Ripa y Faustino Valderrama.
Los obreros campesinos de la CNT también usaron del ejercicio teatral para
exponer sus ideas y organizaron algunas veladas teatrales. La relación entre
UGT y CNT en el pueblo fue buena, aunque manteniendo sus diferencias. En febrero de
1932 habían proclamado en las calles el comunismo libertario. Ese mismo año se crea una Comisión Mixta Patronos-Obreros para inscribir y
regular a los obreros sin trabajo. Francisco Albisua representa a la CNT en
ella.
El Partido Comunista tuvo
escaso desarrollo en los primeros años de la República en Navarra. A partir de
1934, bajo la dirección de Jesús Monzón, el Partido Comunista pretendió llegar a la unidad de acción con los
socialistas. En marzo de 1936 se crea una célula del PCE en Mendavia. Al no
tener sindicato en Navarra, los trabajadores del PCE operan en unión con la
UGT. Ese mes de marzo participaron unidos, CNT y UGT, en una huelga contra el
paro y el boicot patronal.
Por parte de la
derecha, la Asociación de
Propietarios y Terratenientes de Navarra (APTN),
agrupaba desde años atrás a los grandes propietarios. Había sido creado en
Mendavia en junio de 1921. Ángel Jiménez era su Presidente. El 2 de abril de
1932 se constituye en Mendavia el Sindicato de los Trabajadores del Campo. Fue
un Sindicato que impulsó la derecha como “sindicato de profesionales”. El 31 de
marzo de 1935 nombran a Valentín Lacalle como su presidente.
Los
tradicionalistas en Navarra, desde 1931 y organizadas por Generoso Huarte, crearon las "Decurias", cuya finalidad era la custodia de edificios religiosos y la
vigilancia de calles y círculos durante la celebración de mítines y otros actos
políticos. A partir de estos núcleos se organizó el Requeté, al igual que en otros lugares de España. En 1933 supuso un gran impulso
del cuerpo en este territorio, con el nombramiento de Antonio
Lizarza como delegado regional. Los requetés recibían
instrucción en Ezcabarte, en la peña de Izaga y en las
sierras de Andía y Urbasa. En el Círculo Carlista de Pamplona existía una academia militar en la que
se preparaban los cuadros de la oficialidad, mediante las "Ordenanzas del
Requeté". A comienzos de 1936 Lizarza nombró al ex coronel Alejandro Utrilla, inspector regional del requeté en Navarra. Con él se logró llegar a 8.400
boinas rojas en 1936. En Mendavia, en 1932 se agrupan los círculos carlistas
(jaimistas, integristas y mellistas) en la Comunión Tradicionalista, a los que se unirán más tarde los monárquicos
alfonsinos y la Ceda.
La Falange Española, de pensamiento fascista,
fundada el 29 de octubre de 1933 por José Antonio Primo de Rivera, y por Julio Ruiz de Alda en Navarra, tenía en
la provincia muy escasa implantación, aunque ésta se amplió ligeramente tras la
fusión con las JONS en 1934. Un pequeño arraigo se mostró en Estella, Pamplona y en la zona de la Ribera, gracias en esta última al
médico Aniceto Ruiz Castillejos. Su centro en la calle Mayor de Pamplona fue clausurado tras el triunfo
del Frente Popular en 1936.
En marzo de 1935
se constituye la Falange Española y de las Jons en Mendavia, con sede el la
Plaza de los Fueros. Su principal dirigente era José María López Jalón. En
vísperas de la sublevación militar, de los 700 afiliados que tenía Navarra, se
concentraron en la cercana población de Los Arcos unos 400 falangistas.
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