Asesinados en Logroño: La cárcel La Industrial y La Barranca de Lardero
Apenas hubo combates
en La Rioja durante la guerra civil. Las tropas de Mola entraron el 19 de julio
en Logroño y la represión fue feroz. Hasta enero de 1937 se realizaron la mayor
parte de los asesinatos. Cuando la cárcel Provincial estuvo llena, usaron la Escuela
Industrial y un frontón como centro de reclusión. Los piquetes de fusilamiento eligieron
La Barranca cuando no cabían ya más muertos en el cementerio de Logroño. Presos
políticos abrieron las zanjas al borde de las cuales se produjeron los fusilamientos
nocturnos, producto de las "sacas" en las cárceles.
El día 13 de agosto Blas Sádaba Elvira (UGT),
sereno, es asesinado en el hospital de Logroño. Pedro Salcedo (UGT), hermano del
alcalde Dionisio, es asesinado también en Logroño. Fermín Sagasti Ganuza (UGT) es
asesinado el 26 de octubre en La Barranca de Lardero. Fermín era trabajador del
campo, vecino de Arrúbal (La Rioja) y natural de Mendavia. Detenido en los primeros
días de la sublevación junto con otros líderes campesinos, puesto en libertad, fue
nuevamente detenido y conducido a la prisión de "La Industrial". Fue fusilado
el 26 de octubre de 1936 en La Barranca de Lardero. Dos meses después, son asesinados dos más: el 10 de noviembre es
asesinado en Logroño Pedro Arróniz Ínigo (UGT); y el 24 de noviembre Leonardo Cenzano
Valerio (UGT). Hay testimonios de las torturas que sufrió Leonardo Cenzano en
“La Industrial” a manos de falangistas mendavieses que subían a darles palizas de
muerte. Si no lo mataron en esos momentos fue por los carceleros. Cuando su familia
lo fue a visitar, de la ropa no quedaban sino jirones.
La Barranca ha sido durante muchos años un
símbolo de resistencia muda en La Rioja contra el franquismo. En los primeros años
después de terminada la guerra, las madres o las viudas iban a pie desde los pueblos
vecinos a pasar el día en La Barranca, donde todavía se podían ver los promontorios
de tierra que dibujaban dos fosas comunes alargadas y el inicio de una tercera.
El día de los difuntos, 2 de noviembre de cada año, las madres y viudas expresaban colectivamente
su resistencia, su dolor, su repudio y su valentía, acudiendo a este
“cementerio laico” a recordar a sus muertos.
Ver galería de fotos en:
No hay comentarios:
Publicar un comentario