Comercio, comunicaciones y otros asuntos económicos en Mendavia
En cuanto a los comerciantes, en Navara
se confirma la discontinuidad entre los comerciantes del siglo XVIII y los de
después de 1840 ya que los individuos que intervinieron en la constitución de
sociedades mercantiles a mediados del siglo XIX no pertenecían, por lo general,
a las sagas familiares de comerciantes del último cuarto del siglo XVIII.
Sin embargo, estas nuevas familias de
comerciantes fueron capaces de compatibilizar la inversión en inmuebles con
actividades en el sector del comercio y en el de las manufacturas. Así sucede
en Mendavia, que varios de los principales adquirientes en el proceso de
desamortización eclesiástica de Mendizábal tuvieron un papel destacado en el
ámbito mercantil de la zona.
En cuanto a estrategias matrimoniales,
se aprecia la existencia de una importante homogamia entre linajes relacionados
con el mundo mercantil, diferenciándose de los clanes de grandes propietarios
con cierto abolengo e, incluso, tradición aristocrática.
En Navarra, el estudio del poder
político-económico provincial demuestra la existencia de un alto grado de
concentración del poder, no sólo porque el 38,3 por ciento de los diputados
forales fue elegido en más de una ocasión y el 16,4 en tres, cuatro o cinco,
sino porque, además, hay que tener en cuenta que “estos diputados estaban
relacionados por una tupida red de parentescos que se extendía a diputados a
Cortes, concejales y alcaldes y en no pocos casos a eclesiásticos y militares”.
Las redes mendaviesas pueden apreciarse en algunos árboles genealógicos
recogidos en anexo, referidos a las familias Modet, Mauleón, Jiménez, Fernández
de Piérola y Urbiola.
En junio de 1900 se proyectó la realización
de un canal de Mendavia que no llegó a ejecutarse. En 1903 se cede un terreno
de 730 áreas a la Diputación para la formación de un vivero provincial de
diversos arbolados, a orillas del Ebro, y a la izquierda de la barca. En enero
de 1907 llega una comisión de Viana para tratar sobre un proyecto de regadío
Viana-Mendavia. Tampoco se realizó. Ese año 1907 se autoriza al Ayuntamiento a
arrendar el aprovechamiento del estiércol.
Además de los desarrollos ya mencionados,
la incipiente industria de la región se desarrolló de manera notable durante la
segunda mitad del XIX y la primera del XX. En Mendavia funcionaban varios
hornos de cal, chocolates y velas, talleres de construcción de carros, trujales
y una alfarería. En 1905 Pelegrín Ortiz tiene una fábrica de arguardiente. La viuda e hijos de Marcos
Sainz, que había tenido fábrica de aguardiente, venden una prensa de orujo en
1922.
Es conocida, algunas décadas después, la
tejería de Cayo, con Aniano Maiza como trabajador.
Manuel Martínez, en 1907, lleva la
expenduría de tabacos. Pero ésta no es nueva. Ya estaba regularizada desde 1812 en que se había arrendado a Fausto Marín, vecino de
Viana. La
administración de portazgos se adjudica este año a Guillermo Antón, en 2.150
pesetas. En 1912 se aprueba el ensanche de los muelles de la estación de
Mendavia y se proyecta la construcción del Matadero Municipal; se menciona a
Pío Romero San Juan como comerciante de Mendavia: fue concejal, y es mencionado
como prestamista y comisionista; vende bueyes en 1900 y en 1911; y su vida
social aparece em la prensa de Logroño (matrimonio en 1900, hijos en 1906, 1908
y 1912). Otro comerciante conocido es Nicolás García: vende una yegua y dos
potras en 1924.
El año 1912 el municipio arrienda la
recaudación de impuestos municipales y provinciales con pago del 4% de lo
recaudado. Se estima un cobro de 55.000 ptas. anuales.
En julio de 1919 el contratista Víctor Etayo, de Logroño,
anuncia la necesidad de peones para las Obras (no se especifica cuáles) que se
están construyendo en Mendavia. Ganarán 5 pesetas diarias.
Una muestra del periódico La Rioja, entre abril de 1919 y
diciembre de 1920, arroja algunas informaciones referentes a la incipiente
industria y mecanización del pueblo.
En casa de Evaristo Suárez se solicita
herrador, forjador y oficial carretero en el taller de Jacinto Martínez, y oficial herrero en casa de Patricio L.
Palacio, al que se le enseñará el montaje y manejo de segadoras y maquinaria; y
al que se le pagarán 40 ptas. mensuales libres. En el taller de carretería de
Rufino Martínez Hermano, se vende motor trifásico de 3 HP, marca Siemens; otro
motor trifásico de 5 HP vende Jacinto Martínez; y Néstor Alba vende máquina de
brazo, seminueva, «Singer».
En abril de 1920 se anuncia la venta de
Sal Gema La Paloma, fina, en
paquetitos, gruesa y en bolas. El administrador de esta pequeña fábrica es
Manuel María Murgoitio, en la Estación.
Respecto a la zapatería, existe la de
Néstor Alba en 1918; y solicita oficiales en 1922. En casa de Serafín Marquínez
se venden hormas de varias series el año 1920. En noviembre de 1923 se anuncia
la venta de una completa fábrica de calzados, de Amadeo Merino. En la fábrica
de calzados de Bienvenido Cámara, en Mendavia se solicitan obreros desde agosto
1922 hasta diciembre de 1923. (Nota testimonial: Bienvenido trabajaba en una fábrica familiar. En particular, hacían botas
y tenían máquinas de coser zapatos. Su fábrica estaba en la calle La Lechuga. Los hijos y sobrinos siguieron con su empresa un tiempo. Miguel, Javier y Roberto
eran hermanos / primos carnales. Martín Sancho fue uno de sus obreros, que más tarde
se independizó).
Los oficios se han diversificado, aunque
poca cosa, respecto al siglo anterior. A los tradicionales labradores,
jornaleros, panaderos, carniceros, esquiladores, barberos, cantineros, sastres,
caldereros, guarnicioneros, herreros, forjadores, carpinteros, albañiles, zapateros…
se agregan los camioneros, ferroviarios, camineros, carteros, comerciantes…
(Nota testimonial: La familia de cordeleros García se mantuvieron en esa labor por muchos
años. Los padres de Tomás, y de Gregorio y Víctor, eran hermanos y cordeleros
independientes. Carpinteros eran los Alonso, Vicente y Antonio. Luego vinieron
los Martínez Falcón que hacían cajones para espárragos, puertas, ventanas y
remos, con madera de chopo.)
En 1906 son pastores Macario Ramos y
Sotero Martínez. En 1922 Teodoro Romero ofrece en prensa un
hortelano-jardinero.
En 1907 Dioniso Oliván solicita un
aprendiz de herrero. En mayo de 1933 se denuncia robo de herramientas en el
taller de Raimundo Oliván por 220 pesetas.
En 1911 Inocente Sainz vende jamones
frescos y Anselmo Sanz tiene una tocinería. Don Juan Davarcena (castrador) establece
en 1910 una parada nueva (privada), para la reproducción de caballos. Él se
encarga, además, de marcar los novillos que hay en Imas.
En 1916 el señor Illán, ferroviario, es
trasladado desde Logroño a la estación de trenes de Mendavia.
Eloy Ramiro es barbero y solicita en
1921 oficial o aprendiz adelantado para trabajar en su casa.
La modista Ramona Ruiz da lecciones de
corte en Mendavia en noviembre de 1916.
Hay informaciones interesantes sobre los
pescadores del pueblo. Entre 1900 y 1904 la Guardia Civil detiene vecinos por
infracción de la ley de pesca, por vender pescado sin tener licencia para
pescar, por cazar sin licencia, por cortar leña en el Soto, por hurto de
maderas, por cortar leña, por tala y hurto de árboles frutales en terrenos
particulares. Por pescar en el Ebro son denunciados en septiembre de 1907 Saturnino
Elorza y Patricio Zalduendo Rivas. En este caso se describe los implementos de
pesca que les retienen: 6 botrinos, una remanga, ¡7 cartuchos de dinamita, 13
pistones, 2 metros de mecha! y 3 kg de pesca. En 1920, noticia del 22 de junio,
son denunciados tres vecinos (Dionisio Miguel, Félix Miquélez y Ángel Alonso)
por pescar truchas. Todavía las había en el Ebro a esta cota. Y se pescaban
ocasionalmente trencas y anguilas. La pesca con dinamita, por los daños que
ocasionaba, ya se penaba con multas fuertes. Los botrinos se empleaban
sobretodo para el cangrejo. Además, los labradores colocaban cuerdas con
anzuelos por las orillas del Ebro. En abril de 1923, de nuevo Secundino Alonso,
de 25 años y José Alonso, de 15, son denunciados por pescar en Alcanadre. En
diciembre de 1921 son denunciados cuatro vecinos pescadores (Domingo Elvira,
Francisco Miquélez, Pedro y Agapito Cenzano) por cortar leña en un arbolado de
Mendavia de El Vergal. En 1924 le quitan dos redes de pesca los guardias de
Agoncillo a Eduardo Elvira Harina. A partir de 1916 consta en el Boletín
Oficial de Logroño que han sido otorgadas licencias de pesca para el Ebro,
según reglamento de 1911, a varios mendavieses. En 1916 y 1922 a Saturnino
Lorza Sádaba (60-65 años), en 1922-1923 a Segundo Alonso Caro (21), Cándido
Alonso Elvira (42), Saturnino Alonso Elvira
(26), Mauricio Alonso Elvira (23), Domingo Miquélez Peñas (47), Gregorio
Miquélez Elvira (21), Tomás Miquélez Elvira (24-25), Eugenio Miquélez Elvira (19-20),
Eduardo Elvira Harina (36), Domingo Elvira Harina (40), Felipe Elvira González
(25) y Cirilo Elvira Martínez (36) y en 1923 a Eusebio Oroz Úzqueda (38 años,
labrador) y Emilio Lorca Ocáriz (37). Los Miquélez, Alonso y Elvira eran las
familias más importantes de pescadores. Y tal vez la de los nombrados en prensa
Lorca-Lorza-Elorza apellido originario de Lazagurría, según cuentan. En febrero
de 1928 mueren ahogados tres pescadores.
Unas décadas más adelante se recordará a
la familia de Domingo Elvira como pescadores. Domingo (1882-1955) y su hermano
Eduardo se dedicaban a la pesca en el río Ebro. Tres hermanos Elvira murieron
ahogados en el Ebro (Santiago, Eduardo y Pedro). Cecilio Elvira, junto a la
familia de “los galanes”, vendían en fresco a los pueblos de alrededor. La
mujer y las hijas de Domingo, Romualda, Pilar y Trini, también lo hacían por
Corera, Galilea, El Redal, Los Arcos... Ellos hacían sus propias barquillas
para pescar. Felipe Elvira Cenzano se mantuvo
como pescador, al menos hasta 1975.
El 10 de agosto de 1904 se informa que
el sábado anterior comenzó la caza del monte. Acuden 52 cazadores de la zona y
cazan 400 conejos. En 1906 se reseña el uso de redes para la caza. Ante el
crecimiento de la caza, además de las licencias de pesca, también se gestionaron
en 1914 algunas licencias de armas, a Ildefonso Vicente Martínez; y de caza, a
Evaristo Romero y Luis Andrés Igal.
Los casinos, bares y bodegas se van
consolidando. El “Casino Recreativo” en enero 1903 renueva su Junta Directiva,
que queda formada por: Juan Antonio García, presidente; Cirilo Martínez de
Luco, tesorero; Ildefonso Cantero, vocal;
Crispiniano Echeverría, secretario. En 1920 se nombra la cantina de
Cándido Alonso. María, viuda de Sebastián Aramendía, era entonces propietaria
de un café. Se recuerdan como bares antiguos el de
Tito Manso y el de Martín Elvira (en la postguerra este último sería usurpado como centro
falangista y luego retomado por la familia como “bar de Lucio”).
Dioniso Martínez Lizuain y Servando eran
cantineros en 1936. Cantinas o bodegas existían desde 1940 la de La Marina,
Ripa (en la plaza) y la del Ausejano, en las Eras.
En la década de 1920 las relaciones
comerciales de Mendavia se realizaban fundamentalmente a través de la Barca y
los ferrocarriles del Norte, con la Rioja y Aragón. La Barca de Mendavia fue
construida en 1894. Juan Sagredo Elvira fue a buscarla a Zaragoza y la trajeron
en tren. Costó 4000 ptas. Representó para Mendavia ingresos económicos, línea
de comunicación y centro de esparcimiento con La Rioja. En junio de 1902 la Barca
de Mendavia sobre el Ebro se enumera entre los puntos aduaneros de Navarra. El 16 de diciembre de
1906 se autorizó al Ayuntamiento de Mendavia para arrendar el servicio de la
barca. En enero de 1907, se adjudicó el arriendo de la barca a don Gregorio
Ordóñez.
El cultivo de la remolacha acrecentó la
importancia de la barca para la economía de Mendavia, pues la usaban carros y
galeras para atravesar el río y descargar la remolacha en los vagones de tren
que la trasladaban a las azucareras de la zona, principalmente en Zaragoza. En
1919 se hace el transporte en carro de remolacha a la estación por 55 ptas. la
tonelada.
Servía de paso del Ebro para llevar a
los viajeros a la estación que existía al otro lado del río, que usaban el tren
correo conocido como trenillo, para desplazarse a Calahorra, Logroño, Tudela o
Zaragoza, tanto con fines de comercio como para las fiestas importantes como
San Mateo o El Pilar. Fue además legendaria la diligencia que se encargaba de
llevar y recoger a los viajeros, así como el correo.
La utilizaban tanto personas como
carros, galeras e incluso camiones en sus últimos tiempos. De su manejo se
encargaba un barquero, que residía en la casa de La Barca, un edificio que,
tras ser desalojado por el último barquero, Cecilio Elvira, sirvió para otros
usos como el de bar.
Dado el incremento de comercio a través
del Ebro, el 29 de enero de 1922, la alcaldía anuncia su deseo de comprar un
pontón de dos puntas para navegar por el Ebro.
Por el desgaste del uso en los tiempos
de gran producción de remolacha, la carretera de la Barca se encuentra en gran
abandono en 1927. Así lo refleja la prensa en el mes de abril.
Sobre el asunto de las vías de
comunicación, en 1913 el Gobierno prometió la construcción de una carretera
Vitoria-Antoñana-Mendavia en dos años. Una estación-apeadero entre Recajo y
Mendavia, en jurisdicción de Agoncillo, donde ya había una fábrica de conservas
se estudió construir en 1921.
El avance más significativo lo
constituyó la construcción de la carretera a Logroño. En febrero de 1923 el
ayuntamiento de Logroño aprueba entregar 3000 ptas. anuales por cinco años para
la construcción de la carretera Logroño-Mendavia, y se compromete a apoyar en
las gestiones. Sin haber concluido esta carretera ya comienza a operar una ruta
de autobues, pasando por Viana y Lazagurría. El Boletín Oficial de la provincia
de Logroño del 8 de noviembre de 1923 informa de la solicitud para abrir la
ruta de autobuses de Logroño a Andosilla. Lo solicitan los empresarios Juan
Martínez Ormaechea y Demetrio Ruiz Jiménez. Disponen de 5 ómnibus Fiat para
ello, y pasarán por Viana, El Poyo, Torres, Lazagurria, Mendavia, Lodosa y
Cárcar. En 1935, con la carretera Mendavia-Logroño construida, la mendaviesa de
Félix Lacalle cubriría la nueva ruta.
Los vehículos a motor comienzan a
hacerse presentes en la región. Se anuncian en prensa de La Rioja autobuses,
camiones, camionetas, turismos… Las marcas comunes son Ford, Fiat, Dodge, Peugeot
e Hispano-Suizo. Una interesante noticia del 29 de mayo de 1923 refiere el
primer accidente automovilístico en la carretera Mendavia-Lodosa, en el que un
Piérola resulta lesionado. Es un choque entre los vehículos de dos grandes
propietarios, uno de Mendavia y otro de Lodosa;
ambos disponen de un automóvil personal. Durante la Segunda República
volverán a mencionarse vehículos, al menos en un mitin en Lodosa y en un viaje
a Pamplona para presenciar un juicio. Entre 1923 y 1936 el número de vehículos
en Mendavia había crecido y existían varias rutas de transporte público.
El 27 de junio de 1925 se reseña la
inauguración de un teléfono público en
Mendavia, perteneciente a la Compañía Telefónica Nacional. José María Modet,
diputado foral en ese año, y el sacerdote Pedro Lopena presiden el acto, en el
Círculo Católico y Casino Agrícola, planta baja del edificio de José María
González, comerciante y confitero.
En febrero de 1916, la compañía Papelera
Española anunciaba compra de chopos puestos en vagones de la estación de
Mendavia a 16 ptas. la tonelada. En enero de 1924 el ayuntamiento de Mendavia pone
en subasta para la venta 1088 chopos para obra, en 19 lotes.