El campo en la
Ribera Navarra
Así resume Virto la situación en el
campo navarro:
Los primeros años de nuestro siglo no
pudieron ser más sombríos para la agricultura navarra, que desde hacía poco
tiempo venía sufriendo en las viñas los destrozos de la filoxera, epidemia que
destruyó en poco tiempo las dos terceras partes de las 27.500 hectáreas
dedicadas hasta entonces al cultivo de la vid. Para remediar el desastre, la
Diputación creó campos de experimentación en los que se consiguió desarrollar
con el tiempo portainjertos resistentes a la enfermedad más tarde distribuidos
a bajo precio por toda Navarra. La epidemia supuso la ruina de los propietarios
de viñas, sobre todo en la Zona Media de Navarra donde la producción de vino se
había convertido en el medio de vida, a veces exclusivo, de unos pueblos que
ahora se iban transformando en cerealistas al no replantarse las cepas
arrancadas. A la par que la epidemia los campos iban recibiendo los primeros
abonos químicos y máquinas agrícolas. Si en un principio el uso de
fertilizantes y herramientas se redujo por su coste a las grandes fincas,
paulatinamente estas novedades se fueron haciendo más asequibles a todos los
campesinos gracias a la unión en Cooperativas Agrícolas o por asociación de
algunos propietarios para adquirir y explotar particularmente las máquinas
-segadoras y trilladoras- de precios más elevados.
Los espacios de
cultivo y sus usos
Un decidido proceso de roturaciones en
la Ribera, derivado de la supresión de trabas que supuso la legislación liberal
y la relajación en el control institucional, permitió alcanzar e incluso
rebasar los niveles de suelo ocupado que ofrecían tradicionalmente las tierras
medias. Durante la primera mitad del siglo XX la tendencia se agudizó y llegó a
su plenitud. La Ribera se convirtió en la región con mayor proporción de suelo
dedicado al cultivo, con valores superiores al 60% .
La introducción del abono y maquinaria
agrícola puso en manos de los grandes propietarios medios eficaces para
explotar los pastizales de las corralizas hasta entonces incultos, en un
proceso de roturación que se vio acelerado por el encarecimiento de los productos
agrícolas a consecuencia de la demanda de alimentos por parte de los países
combatientes en la I Primera Guerra Mundial. La filoxera, las pérdidas de
jornales por el uso de las máquinas y la carestía de la vida -los precios
subieron en mayor proporción que los salarios- redujeron el nivel de vida ya
bastante bajo de un campesinado que buscó un alivio a su situación con la
puesta en cultivo de nuevas tierras. Los municipios disponían todavía de
terrenos comunales liecos, reservados hasta entonces a las dulas concejiles y
que ahora van a labrarse.
Para 1931 las roturaciones de corralizas
y comunales, tenidas por más rentables, prácticamente habían concluido.
Un visión retrospectiva puede ser
ilustrativa. En Navarra, se pasó de 264 mil Ha. cultivadas en 1870 a 318 mil en
1931. Puede calcularse que 54.000 Has., unas 600.000 robadas de tierra, fueron
trabajadas por primera vez en este período de 60 años.
A esto se une la leve disminución de los
barbechos. Un análisis porcentual arroja que la superficie de barbecho en
Navarra respecto del total de la superficie agrícola o cultivada pasó del 27,53
por ciento en 1900 y del 26,99 en 1931, siendo la media española del 34,23 y
del 30,00 respectivamente. Para esta disminución de los barbechos influyó la
aplicación de abonos químicos y la potenciación del cultivo de plantas
leguminosas y de plantas forrajeras que aportaban muchos elementos nutrientes
de origen vegetal a la tierra.
Atendiendo a la Zona 2 navarra (77798
Has.), la superficie de cultivo (en hectáreas) y el porcentaje del área
cultivada evolucionó notablemente durante el último siglo. Véase la tabla:
AÑO
|
1818
|
1888
|
1930
|
SUPERFICIE CULTIVADA
|
18733,41
|
31672,01
|
51851,99
|
PORCENTAJES
|
24,1
|
40,7
|
66,7
|
Todo esto refleja “el hambre de tierras”
de esos años. La Zona 2 representaba en 1931, aproximadamente 1/6 de toda la
tierra cultivada en Navarra.
Para estimar el crecimiento de la
superficie de cultivo en Mendavia, una idea aproximada la da el dato de su
superficie catastral (77,95 km2), que sería aproximadamente 1/10 de
la extensión total de la zona 2. Con un pequeño cálculo se obtiene, por
ejemplo, que en el año 1930 Mendavia tendría 5,2 miles de Has. cultivadas, unas
57 mil robadas.
Respecto al uso del suelo como secano,
regadío, huerta, viña u olivar, en Navarra analícese la siguiente tabla:
EVOLUCIÓN DEL
USO DEL SUELO EN NAVARRA
Miles de
Hectáreas
1818
|
1857
|
1888
|
1895
|
1913
|
1930
| |
SECANO
|
129
|
164
|
187
|
197
|
236
|
291
|
REGADIO
|
18
|
21
|
29
|
27
|
31
|
35
|
HUERTA
|
1
|
1
|
2
|
2
|
2
|
2
|
VIÑA
|
24
|
28
|
47
|
57
|
15
|
30
|
OLIVAR
|
6
|
14
|
11
|
10
|
11
|
10
|
TOTAL
|
178
|
228
|
276
|
293
|
295
|
368
|
La roturación en el secano es una
constante del siglo XIX, aunque su gran momento habría de llegar en las
primeras décadas del siglo XX. El regadío se amplió también, sobre todo entre
1857 y 1888, pero probablemente se debió más a la rotura de sotos que a obras
de ingeniería al efecto.
A fin de siglo retroceden,
porcentualmente, el regadío, la huerta y el olivar. Es el viñedo el cultivo que
ha ampliado su papel dentro del espacio agrícola. Tanto que ha llegado a
constituir un verdadero problema por las mutaciones sufridas a comienzos de la
década de 1890 en los mercados del vino . En 1895 Celso Jaén califica de
“desastrosa e insostenible” la situación de la agricultura navarra, atribuyendo
sus causas al “excesivo predominio del cultivo de la vid en una gran parte de
la provincia”, al endeudamiento campesino originado en la fiebre vitícola y al
aumento de los gastos de explotación. Poco tiempo después, la filoxera arrasaba
el viñedo navarro, golpeando duramente las economías domésticas, obligando a un
serio esfuerzo institucional y permitiendo el reajuste de las áreas de cultivo
vitícola.
Los escasos datos disponibles sobre
producciones permiten analizar la evolución de olivar hasta estancarse después
de 1850. En 1799 se recogían en Navarra 37.277 arrobas de aceite según el Censo
de Frutos y Manufacturas, en el quinquenio 1803-07 la media anual era de 61.369
y en 1857 se llegaba a 152.385 arrobas. Una progresión similar no la alcanzaba
ningún otro producto de la tierra. Posteriormente, la extensión de plagas como
la «negrilla», una sucesión de heladas (la más grave en 1887) y la competencia
de otros caldos o grasas decidió la suerte regresiva de este cultivo.
La pauta en la segunda mitad del siglo
la marcó el viñedo, especialmente cuando la acción de la filoxera en el país
vecino abrió el mercado francés a los vinos de este lado del Pirineo. De unas
23.645 has. en 1818 se va a pasar a 47.233 en 1888 y 57.016 en vísperas del
azote filoxérico. La devastación del viñedo en la muga del nuevo siglo detuvo
el afán roturador –aunque menos en la Ribera que en las otras zonas- hasta la
década de 1910.
En julio de 1920 el temor a las plagas
es tal, que ante unas manchas extrañas desconocidas se destruyen varios campos
de vides en Mendavia.
A partir de entonces se amplió el espacio
de regadío dedicado al maíz y la patata, y se introdujo el cultivo de la
remolacha azucarera. La alfalfa también se expande en detrimento del lino y
cáñamo que desaparecen casi totalmente.
Como referencia evolutiva se presenta un
estimado de la distribución del uso de la tierra en la Zona 2 navarra en el
siglo XIX.
Porcentajes y
Hectáreas
|
1818 (%)
|
1838 (%)
|
1818 (Has.)
|
1838 (Has.)
|
SECANO
|
38,15
|
36,42
|
6.160,38
|
12.145,74
|
REGADÍO
|
40,42
|
36,87
|
2.287,93
|
2 .993,03
|
HUERTA
|
1,94
|
0,71
|
94,33
|
69,42
|
VIÑA
|
16,24
|
20,50
|
1.422,05
|
3 .083,06
|
OLIVAR
|
3,25
|
5,46
|
264,73
|
581,59
|
TOTAL
|
100
|
99,97
|
10.229,42
|
18 .872,84
|
Una idea aproximada del uso del suelo en
Mendavia en el año 1930 la da la base de 57 mil robadas de cultivo y la
distribución porcentual cotejando los datos en hectáreas de Navarra en 1857 y
1930, con la zona 2 en 1838.
Uso de la tierra
en Mendavia (1930)
Robadas cultivadas
|
Navarra
1930
|
%
|
Navarra
1857
|
%
|
Zona 2
1838
|
%
|
Inferencia
porcentual
para Zona 2
1930
|
Miles de
robadas en
Mendavia
|
SECANO
|
291
|
79
|
164
|
72
|
12,1
|
64
|
60
|
34,2
|
REGADÍO
|
35
|
19
|
21
|
9
|
3
|
16
|
29
|
16,5
|
HUERTA
|
2
|
1
|
1
|
1
|
0,1
|
1
|
1
|
0,6
|
VIÑA
|
30
|
8
|
28
|
12
|
3,1
|
16
|
9
|
5,1
|
OLIVAR
|
10
|
3
|
14
|
6
|
0,6
|
3
|
1
|
0,6
|
TOTAL
|
368
|
100
|
228
|
100
|
18,9
|
100
|
100
|
57
|
Cálculos propios
con datos anteriores e inferencias porcentuales.
De acuerdo a estos cálculos propios, en
1930 se tendrían en Mendavia, aproximadamente, 34.200 robadas de secano, 16.500
de regadío, 600 de huerta, 5.100 de viña y 600 de olivar. Es un intento primero
de aproximación, que deberá contrastarse con otras fuentes y datos de primera
mano. Una dato conocido para Santacara, un pueblo más pequeño: el año 1931 tenían
como bienes comunales 13.756 robadas de secano y 1.879 de viña, y cada vecino
recibía del ayuntamiento 17 robadas de secano, 4 de viña y 3 de regadío.